Sin luz.

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Fue una noche increíble, jugamos videojuegos, pero se fue la luz, así que corrí a abrazar a Leo.

-Que pasa pequeña, ¿acaso le tienes miedo a la obscuridad? –No conteste solo asentí, ya que aun lo abrazaba con mucha fuerza.

-No te creo cuñada, enserio a mi me encanta.

-Lo que pasa es que cuando éramos pequeños nos ocurrió algo. –Omar comenzó a narrar. – Que por lo visto Mel no ha superado.

-Cállate, no me recuerdes me da más miedo. –Abrace aun más fuerte a Leo.

-Vamos Mel no seas niña, supéralo además fue divertido. –Omar comenzó a serme burla.

-Ahora si tengo curiosidad, dime que te paso pequeña, además yo estoy aquí y no te va a pasar nada. –Leo beso mi frente.

-No, ahora no deja que vuelva la luz y hablamos. – Yo me moría de miedo.

-No creo que regrese pronto. –Dijo Sara cuando se comenzaron a escuchar truenos, y comenzó a llover. –Tienen velas.

-Si están en la cocina. –Le contesto Omar.

-Me acompañas porque Mel no va a soltar a mi hermano. –Pidió Sara.

-Efectivamente no lo pienso soltar. –Me aferre mas a él, y también para dejarlos un momento a solas.

Cuando se fueron Leo comenzó a besarme con mucha ternura.

-Lo hiciste a propósito verdad.

-¿El qué? –Pregunte un tanto nerviosa, se dio cuenta de lo que tramaba.

-Hacer que nos dejaran solitos. –Bueno lo entendió al revés, comencé a reír. –De que te ríes, yo pensé que te morías de miedo.

-Claro que tengo miedo, pero eres muy mal pensado, yo no lo hice con esa intención.-Volvió a besarme.

-Me vas a contar por que le temes a la oscuridad. –Dijo cuando dejo de besarme.

-No.

-Por que no. –Me pregunto confuso.

-Hasta que allá luz. – aun lo abrazaba

-Te amo, sabes, eres tan tú.

-Yo también te amo, pero aun tengo miedo. –Se escucho un ruido extraño. –Que fue eso.

-Omar y Sara en la cocina. –Dijo con sarcasmo.

-No eso no sonó a ellos. –Yo seguía con miedo.

OMAR:

Cuando estábamos a solas en la cocina, yo agradecí a Mel el gento ya que sabía que lo había hecho para que hablara con Sara, peor estaba realmente nervioso, según lo que mi amiga me dijo yo le gustaba, pero como le iba a decir.

-No me estás oyendo verdad. –Se paro delante de mí con su sonrisa que me fascinaba. –En que piensas.

-No perdón que me decías.

-Que en donde había velas, o lámparas. –Parecía dIvertirse con algo.

-Aquí. –Fui hacia un cajón de la alacena. –me puedes decir de que te ríes.

-De ti. –Dijo sin miramientos.

-¿De mi? Y ¿Por qué?

-Por que se que estas nervioso, por algo que quieres decirme.

-Y como sabes que te quiero decir algo.

Buscando la felicidad  #Wattys2016Donde viven las historias. Descúbrelo ahora