Un nuevo día

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  • Dedicado a Claudia Martines Salinas
                                    

Cuando termine de leer, esas líneas mi corazón comenzó a acelerarse, así que decidí darle la oportunidad para conquistarme, claro tampoco se lo iba a dejar tan fácil, me saque por completo a Guillermo de la cabeza, aunque me sentía culpable por que estuviera en la cárcel, también me sentía segura, así que esa noche decidí comenzar a sanar heridas.

Me desperté renovada, con una nueva actitud, así que me duche pero esta vez lo disfrute  tanto, después me vestí y a la hora de maquillarme, vi un rostro diferente, se veía paz en mi cara y ya no miedo, o angustia. Cuando baje al comedor ya estaban todos ahí, hasta Leonardo, lo cual me puso muy nerviosas.

-Buenos días a todos. –Les di un beso en la mejilla a todos.

-Veo que dormiste bien. – Omar sonreía.

-Si. – Conteste, y bebí un vaso de jugo.- No es que me moleste pero que haces aquí tan temprano.

-Me estas corriendo. – Leo se hizo el ofendido.

-No para nada, es solo que es temprano.

-Bueno Mel, Leo está aquí para ayudarte a ponerte al corriente junto con Omar y así no te sea tan pesado. – Me explico Gerardo.

-Sobre eso, se que te prometí que regresaría a la universidad, pero me ausente mucho, así que voy a pedir una licencia y regreso el semestre que sigue. – Sabía  que no le iba a gustar.

-Teníamos un trato, y tu eres una persona muy inteligente y no te costara trabajo ponerte al corriente, así que mejor me vas diciendo la verdad. – Gerardo se escuchaba molesto, pero sabía que si le decía la verdad probablemente lo convencería.

-Muy bien. – Dije resignada. – Tengo miedo a que me juzguen por lo que paso.

-Nadie tiene por que juzgarte Mel. – Leo me daba apoyo.

-Claro seré la idiota que se dejo golpear, por su marido y harta de su vida intento suicidarse, ah y para añadir más fui utilizada como moneda de cambio. Quieres más. – Me empezaba a molestar que me quisieran tratar como una invalida, si se que no fue toda mi culpa, pero si yo no hubiese confiado plenamente en el nada de esto me hubiera pasado.

-Espera, no te calientes. –Omar era el único que parecía divertirse. – Nadie sabe lo que te paso, con excepción del rector, pero tenía que decirle, para que te diera permiso de faltar y después reincorpórate, y te aseguro que nadie te vera con lastima, ya que todos creen que estuviste de viaje con Karla, y cualquiera que intente humillarte o incomodarte, pues se las verá conmigo. – Omar parecía tan seguro.

-Gracias pero no, no voy a regresar.

-No me puedes hacer esto tú y yo quedamos en que nos graduaríamos juntos.

-Sobrevivirás.

-Papá no vas a decir nada. – Omar ahora si se empezaba a molestar, y Leo me miraba incrédulo.

-Si es lo que quiere yo no la puedo obligar. – Gerardo se resigno muy fácil, se que tramaba algo pero no lograba saberlo.

-Muy bien entonces yo también me daré de baja y comenzaremos juntos. – Comenzó a utilizar el chantaje.

-Esperen, no pensaran dejarme solo. – Leo volvió a hablar. – Si los dos se dan de baja yo igual. – Se cruzo de brazos y se acomodo junto con Omar.

-Esto no puede ser posible.

-Mel tu decide, que es más fácil, que por lo menos lo intentes, o que todos se den de baja.

-Tú vas a permitir esto, es algún tipo de chantaje emocional.

-No te estamos chantajeando chaparra, pero hicimos una promesa y al menos yo así quiero que sea.

Buscando la felicidad  #Wattys2016Donde viven las historias. Descúbrelo ahora