Un suceso inesperado.

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Llevaba ya un mes con Leo y nuestra relación iba viento en popa, cada día que pasaba hacia que me enamorara cada vez mas de él, ese día como siempre paso por mí para ir a la escuela, ya que Omar salía mucho más temprano, la verdad últimamente estaba actuando raro.

-Hola hermosa. – Me dijo con su sonrisa que tanto me encantaba.

.Hola guapo. –Di un fugaz beso en sus labios y el hizo un puchero.

-Otro poquito. – Señalo sus labios.

-No estás castigado. –Intente parecer seria.

-¿Castigado? ¿Por qué? – Se veía dudoso.

-Por llegar 5 minutos tarde. – Le saque la lengua, y cerré la puerta, y camine en dirección a la escuela, pero casi corriendo para que no me alcanzara.

-Adonde crees que vas pequeña, me alcanzo y me abrazo por la espalda. –Lo siento, sabes que siempre soy puntual, pero hoy no pude despertar, ya que me dormí tarde hablando por  teléfono.

-Así esa no es justificación, y dime con quién hablabas. –Dije en un tono juguetón, mientras daba la vuelta para verlo de frente.

-Con una chica realmente hermosa. –Me dijo en un tono picaron.

-Pues qué casualidad yo hice lo mismo, y me desperté temprano. – Di la vuelta y seguí mi camino, pero el volvió a sujetarme por la espalda depositando suaves besos sobre mi cuello, los cuales me hacían estremecer.

-Y con quien hablabas. –Susurro, muy cerca de mi oído.

-Con un chico extremadamente, fastidioso e impuntual. –Me giro para quedar de frente.

-¿Fastidioso?

-Y engreído.

-Pero así lo amas, al igual que yo amo a una chica caprichosa, chantajista y encantadora. –Me beso tiernamente, solo como él era capaz de hacerlo.

-Pues a esta caprichosa se le hace tarde.

-Yo nunca dije que fueras tú. –Sonrió a causa de broma, - Auch. –Se quejo des pues del golpe que le propine en las costillas.

-Tarado. –Comencé a caminar, tratando de parecer enfadada.

Esta vez camino junto a mí, pero sin dirigirme la palabra, sabía que no estaba enojado, solo quería parecerlo, pero el siempre era el primero en hablarme, y más cuando fluían sus celos, y a lo lejos vi a la persona indicada.

-Hola Martin, que tal tu día. –Lo salude depositando un beso en su mejilla.

-Hola Mel, hasta ahora el mejor. –Me regalo una amplia sonrisa.

-Nena nos vamos, Omar nos debe estar esperando. –Leo me abrazo, y beso mi mejilla, yo sonreí de satisfacción. –Que tal Malvin.

-Martin. –Lo corrigió.

-Si como sea, no me interesa.- Leo era grosero con él, lo cual no entendía, bueno si era por celos, pero había muchos chicos que me pretendían y con ninguno se portaba así de grosero. Tomo mi mano, y nos alejamos de él.

-No debes ser así de grosero. – Le reproche.

-No me cae bien, y no pienso ser amable, aunque al parecer tú te llevas muy bien con él.

-Sabes que odio discutir contigo por eso, y no pienso caer en tu juego, te amo y lo sabes, pero después de lo que me paso, ya aprendí, y él me cae bien no pienso dejarle de hablar, pero eso no quiere decir que quiera estar con él en vez que contigo.-Lo deje y camine furiosa hacia mi salón de clases. Pero el me de tubo tomándome de la mano.

Buscando la felicidad  #Wattys2016Donde viven las historias. Descúbrelo ahora