La iniciación.

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Durante el camino a casa ninguno dijo nada, que podría decir que me encanto el beso, además el tampoco dijo media palabra, Ya comenzaba a ponerme nerviosa así que rompí el hielo.

- Y bien dime ¿crees estar preparado para la iniciación?

-Yo siempre estoy preparado para lo que sea.  Pero dime de qué se trata o aunque sea una pista.

-No puedo, pero no comas ansias que ya mañana te enteraras.

Comenzamos a reír y ninguno de los dos comento nada de lo sucedido, cosa que agradecía, ya que en ese momento mis emociones estaban en una especie de espiral. Al llegar a casa de Omar nos despedimos no quiso entrar, ya que según me dijo tenía que prepararse física y mentalmente para lo que fuera a suceder mañana, que para ser sinceros yo tampoco sabía que tramaba Omar.

Cuando entre Omar se encontraba sentado frente al televisor, cambiado de un canal a otro sin ver nada, algo le pasaba de eso estaba completamente segura, se acurruco en mi pecho, algo realmente serio le pasaba.- Creo que es grave verdad.

-No, es solo que <Suspiro> mi mamá se va de viaje con papá, sonara tonto pero la voy a extrañar.

Gerardo, el papá de Omar es un empresario prestigioso, viaja constantemente, y Susan como buena madre nunca lo acompaño porque no le gustaba dejar a su hijo con nanas, así que ahora que ya era mayor había decidido estar junto a su marido.

-Tendrás que empezar a cortar el cordón. – me burle, ya que pensé que era algo mas grave.

-Bueno, mi madre dice que ya que ahora tú vivirás conmigo puede irse tranquila.

-¿Queeeee? Vivir contigo ahora que pretende Susan que yo sea tu madre, no corazón ni lo pienses.

-Dice que soy más prudente contigo a mi lado. – Hacia pucheros, de verdad creía que no quería vivir con él, yo estaba encantada, vivir sola no me gustaba, y menos en las noches, ya que sufría constantes pesadillas.

-Está bien me convenciste. – Se aparto de mí para ahora el abrazarme.

-Veras que nos vamos a divertir.

-Bien pero tendré que ponerte reglas.

-Las que quieras. – Me apretó aun más fuerte contra él. – Ahora es tu turno, dime qué te pasa.

Genial no quería hablar de eso con él, pero no tenía otra opción, el me podría aconsejar.

<Suspire profundamente> -Bese a Leonardo. – Me escondí en su pecho.

-Y como te sientes. – Se veía realmente relajado.

- Confundida.

-Por qué tan mal estuvo. – Comenzó a reírse

-La verdad no, pero ahora no estoy lista para otra relación, necesito tiempo para digerir lo de Guillermo, si te soy sincera tengo mucho miedo, a que me lastime.-  Me acurruque más en su pecho y él me apretó mas para darme ánimos.

-De eso no tienes por qué preocuparte, ya que yo voy a estar al pendiente de que ningún idiota vuelva a lastimarte. – Beso mi cabello.

-Omar me prometes que aunque me convierta en la mujer loca de los gatos, y tu estes casado con hijos y con una esposa celosa, posesiva, jamás me dejaras sola.

-Lo prometo, ya que cada que te sientas sola te voy a regalar otro gato para tu colección. –Comenzamos a reírnos como locos. –Yo tenía entendido que eras alérgica a los gatos y ahora los amas.

-No los amo pero me imagine a la loca de los Simpson y no creí justo decir perros.

-Estas bien loquita, será que por eso te quiero tanto. – Comenzó a reír y me abrazo más fuerte.

Buscando la felicidad  #Wattys2016Donde viven las historias. Descúbrelo ahora