Miedos

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Me moría de miedo y no sabía qué hacer Omar tomaba mi mano y me daba fuerzas para que comenzara hablar, pero en mi mente solo estaba su mirada, una mirada penetrante, violenta y esa voz que me causa escalofríos que recorren todo mi cuerpo.

"Tienes que estar aquí cuando regrese, sino voy por ti a donde sea y te mato"

Esas palabras retumbaban en mi mente y me quitaban el valor.

-Vamos Mel, no tengas miedo aquí estoy yo para apoyarte.- Omar me miro con una sonrisa en su rostro y me dio un poco de valor.

-Gracias, y eso espero.

-Muy bien señorita Castro, voy a grabar todo lo que me diga está bien una cosa mas no escatime en detalles, sé que es doloroso para usted, pero es necesario.- dijo el abogado.

Asentí y comencé a narrar mi historia paso a paso, los maltratos verbales, psicológicos, los golpes, las violaciones, eso era lo más vergonzoso, y Omar pobre todo lo que tuvo que escuchar, se que para él fue muy difícil oírlo como para mi decirlo. 

En ese momento no sabía si me había deshecho de una losa pesada sobré mi espalda o había agregado otra. De un momento a otro me sentí con mucho miedo un hueco en el estomago se me hizo cuando escuche una discusión en el pasillo, esa voz me erizo el cuerpo.

-Omar que pasa, no debí hacer esto.- los nervios y el miedo se apoderaron de mi.

-Tranquila, no voy a permitir que te vuelva hacer daño.- me intento dar fuerza y valor mientras tomaba mis manos.

El golpe que dio al abrir la puerta hizo que diera un brinco en mi cama, mi corazón comenzó a latir con rapidez, intentando escapar de ahí.

-Mel, amor no sabes lo preocupado que estaba.- Guillermo se acerco a mí y acaricio mi mejilla eso causo que entrara en shock, tenía mucho miedo.

-Aléjate de ella infeliz, no voy a permitir que la vuelvas a lastimar- leo grito pero no era el mismo, la furia que transmitían sus ojos jamás la había visto.

-Perdón, ¿tu quien eres? Saben quisiera estar a solas con mi esposa.- Guillermo lo miro con desdén.

-Eres idiota no voy, vamos- corrigió rápidamente- a permitir que te le acerques.-lo tomo del cuello de su camisa.

-Chicos tienen que salir Melissa tiene que descansar.-el doctor intento tranquilizarlos, pero nadie dio un paso.

-Leonardo sueltalo, este no es el lugar ni el momento, dejemos a Melissa descansar.-no entendí por que el licenciado Marín había reprendido de esa manera a Leo, pero en ese momento se lo agradecí.

Leo lo soltó, pero Guillermo tenía una sonrisa burlona en el rostro.

-De que te ríes idiota. 

No supe como paso, pero, Leo le dio un puñetazo en la cara a Guillermo, el se levanto y comenzó a golpearlo, todos gritaban e intentaban se pararlos, yo me quede paralizada, pero inesperadamente.

-BASTA, DEJEN DE PELEAR, YA TODOS CALLENSE- comencé a gritar y a llorar en ese momento no podía permitir que se lastimaran.- Ahora todos fuera quiero estar sola.

-Pero Mel, yo quiero.

-Mira Guillermo, tenemos que tranquilizarnos está bien, yo no deseo hablar con nadie, así que cuando este lista yo te llamo- las palabras brotaban por si solas, no podía creer que le contestara a Guillermo me dio mucho miedo al ver su reacción.

-Perfecto si es lo que quieres- dicho esto se salió golpeando y pateando todo delante de él.

-Si que tiene carácter el niño- todos comenzaron a reír.

-Omar que no me escuchaste dije todos y no digas estupideces así que FUERA'.

Cuando por fin estuve sola me puse a llorar, solo necesitaba escribir para sacar todo este dolor.

-Maldita sea mi diario, si lo encuentra Guillermo, no lo puede leer, no- me puse como histérica tenía que recuperarlo, pero como.

-Mel cariño puedo pasar- su voz me hacia estremecer, no sabía qué hacer- por favor amor.

-Pasa- intente negarme pero lo amaba, o eso creía.

-Te juro que esto no va a volver a pasar, ya compre un departamento para los dos solos, y vamos a tener hijos y seremos una familia feliz, pero por favor perdoname.

Deje que terminara de hablar se veía tan sincero, los problemas en el trabajo, y las preocupaciones, por eso se comportaba así conmigo. - No seas tonta el no va a cambiar, sabe que caerás con cualquier frase romántica que te digas, ¿tan carente estas de amor? mira te como estas,- la poca cordura que había en mi broto.

-Bien y que dices, mañana mismo vamos a comprar los muebles que quieras, lo decoramos a tu gusto sí.

-Guillermo, no estoy bien y...

- Te contrato una enfermera- me interrumpió.

-No hablo físicamente, si no mentalmente, y quiero tiempo.

-Ya te lavaron la cabeza verdad, es que eres tan influenciable que.

-Tranquilo, solo te estoy pidiendo tiempo mas no el divorcio, está bien.

-Si es lo que quieres está bien respeto tu decisión.

Me beso la frente y salió, yo estaba aterrada no sabía cómo iba actuar, pensé que se violentaría, pero no, se fue tan tranquilo que eso me causo más miedo.

-No vas a creerle o si.- la voz de mi abogado me saco de mi trance.

-No tengo idea.

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Aqui tienen un capitulo mas, espero que les guste, así que comenten y voten.

Se que muchas se preguntaran la actitud de Melissa, pues solo hay que saber que cuando alguien esta tan carente de amor como ella cualquier muestra de esta es suficiente. Así que no la juzguen, solo sigan leyendo y entendiéndola.

BESOS.

Buscando la felicidad  #Wattys2016Donde viven las historias. Descúbrelo ahora