Jerichó (#3)

6. Despierta

Mary paseaba la mirada por toda la habitación,  realmente no era diferente a cualquier otra de cualquier otro hospital,  varias máquinas hacían el seguimiento de su estado físico y otras aseguraban al bebé.
Él día anterior le habían retirado todos los calmantes y ahora a ella era plenamente consciente del daño producido a su cuerpo. 

Cada respiración era una pequeña tortura y en varias ocasiones se sintió tentada de pedir algo para el dolor, pero el botón para llamar a enfermería se hallaba cerca de la máquina que monitoreaba los latidos de la niña. 
Su niña.
Esa pequeña bebita había sobrevivido al ataque sin ningún daño.  Y ahora no sería ella la que se arriesgara. Prefería sufrir mil dolores más. 
Días antes había llorado junto a su padre, ambos conmovidos, la explicación de su padre era que ser trataba de un milagro.  

Mary no era tan religiosa como su Papito pero estaba más que dispuesta a creer aquella explicación. 

En este momento se hallaba sola en el lugar, cosa rara.  

Los últimos días cada vez que despertaba estaba acompañada por alguien.  Su padre y su amiga solían turnarse para acompañarla,  al menos eso le dijo Anne en un  momento de lucidez, pero si que había alguien que siempre estaba presente. 

Él.

El especie con el que había tenido roces en su anterior visita a territorio ONE.
Ahora ya recordaba todo,  o casi todo,  recordó como él fue quién la encontró.  

Recordaba estar entre sus brazos rodeada de dolor y sentir que todo iría bien.  

Esperanza. 
Después,  siempre rodada en una nube de dolor y narcóticos despertara con él al lado, susurros ininteligibles, caricias en el pelo y promesas veladas . Recordaba perfectamente que fue él quien giró el monitor del bebé y lo dejó de cara a ella.  

También como con una cucharilla pequeña habrá estado poniéndole agua fresca en  la boca cada vez que se despertaba con ella reseca. 
Ese tipo de acciones no hubieran sido extrañas por parte de su padre o su amiga,  incluso del personal médico,  pero sabía que él no era personal médico,  trabajaba en seguridad.
Cuando fue capaz de razonar otra vez fue cuando empezó a cuestionarse su presencia allí.  

Los primeros días sentía que moriría si al despertar él no estaba allí.
Pero él se había marchado.  y ella no habia muerto.

Su ausencia coincidió con la retirada de los narcóticos. 
Y eso sólo daba lugar a más preguntas.

- Hola dormilona.  - dijo Anne al entrar en la habitación. - por fin estas despierta.

-Hola.  -su voz soñaba ronca incluso para sus propios oídos, es lo que pasa cuando te fisuras la mandíbula por dos puntos diferentes. 

- Como te sientes? 
- Bien. 
Anne sonrió mientras se sentaba en un costado de la cama. 

- Vale, y de verdad?

-Me siento como si me hubieran pasado por la trituradora.

-Y no fue así? -ahora era el turno de Mary de sonreír. - pronto te darán el alta. Quiero que que te quedes aquí. 

- No podrás protegerme siempre. 

-Por favor, al menos hasta que se detenga a los agresores. Todavía no sabemos quien ha sido el responsable. 

-No puedo quedarme nena,  ese es tu hogar,  no el mío. Me iré a casa con papá.  Allí estaré bien. 

-Eso es un disparate y lo sabes, tu padre, aunque un santo , no será capaz de protegerte contra nadie.

-Y tu opción es que me quede aquí contigo? Recuerdas que ahora juegas a las casitas con un cachas delicioso?

-Y que? - gruñó Anne, - tu eres mi hermana y no voy a dejarte en la estacada y lo sabes.  También lo sabe Ven.

Mary se tragó el nudo de emoción que se le atorró en la garganta.  La verdad es que Anne era única. 

-Hasta que me recupere. Dejaré que juegues a las enfermeras hasta entonces. 

-Algo es algo. 

-Y ahora cuéntame todo lo que me he perdido. Como es que no has logrado encontrar a los malditos que casi me matan,  porque estoy en el Homeland? Y... donde está el especie?

-Te refieres a Jerichó o a Harley? Y ya que estamos podrías haberme dicho que tenías un rollito cociéndose con esos dos.

-No tengo nada cociéndose.  He hablado con Harley de vez en cuando y lo considero un amigo, ya se que ha venido a visitarme alguna que otra vez, pero me refiero al otro... ¿Jerichó? Que nombre tan raro. Donde está?

- Debería estar aquí. No se ha despegado de aquí en los últimos diez días mientras has estado inconsciente.

-De verdad?

-Pues si.  Por eso creí que también hablabas con él.  Parecía muy preocupado.  Ha dormido aquí cada noche y sólo ha salido de esta habitación cuando te aseábamos. 

-De verdad?-Anne asintió -porque?

-Eso tendrás que preguntárselo a él .

Y esa era la intención de Mary,  pero él no volvió a aparecer. Estuvo otra semana en observación y tampoco fue a verla,  ninguna de las personas a las que le había preguntado tenía la mejor idea de donde encontrarlo. 
Al parecer ser había esfumado. 
Pero Mary sabía que no era eso,  sino otra cosa, él no quería verla. 
Normal. 
Desde que se conocieron no había hecho otra cosa más que insultarle,  gritarle y ofenderlo. 

Y él se quedó cuidándola sin duda porque se sentía obligado al ser él que la había encontrado, y ahora que se sentía mejor, se iba.
Ella lo respetaría , no volvería a preguntar por él .
Pero desde hoy el estaría presente en sus oraciones.
Y en sus sueños.