30. fin

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A veces la vida es una perra. 
Tres semanas después de nacimiento de Hope, Jerichó estaba en el Homeland y sus hembras en la reserva.

Esas tres últimas semanas se había convertido en un macho totalmente amargado, furioso con el mundo y consigo mismo.
Todo comenzó cuando el día siguiente del nacimiento, se filtró a la prensa una foto de el con la bebé.
Ante la incubadora sosteniéndola contra su pecho desnudo por indicación del doctor, para transmitirle su calor y que la niña sintiera sus latidos.
Una de las enfermeras de la UCI sacó la foto y la filtró. 
Pronto cientos de personas intentaron acceder a la niña.
Todo tipo de personas. Normales y fanáticos anti especies.
Estuvieron a punto de robar a la niña.
Y Jerichó en un ataque de furia casi mata al ladrón en maternidad.
Desde luego no volvería a coger a un bebé en brazos.
De eso se ocupó al destrozar sus dos manos hasta tal punto que no cabía ningún tipo de remodelación y tuvieron que amputarle las dos.
Eso asustó a los del hospital, también a Mary,  que pidió que se fuera a casa.

Acababa de despertarse y de enterarse de lo ocurrido, entró en pánico después de hablar con Harley y exigió que se le mantuviera a distancia.
El se negó.
Al final sus " amigos" lo narcotizaron y le llevaron al Homeland.
Desde entonces había estado enjaulado y furioso.
Toda persona que se acercaba estaba en peligro de muerte.

El día anterior se había enterado de que Mary y Hope habían vuelto a territorio ONE.
Se lo dijo Harley.
Pero no al Homeland sino a la reserva, allí en el centro médico los aparatos para recién nacidos era mejor y aunque al parecer la niña ya estaba sana y fuera de la incubadora lo mejor es asegurarse. Esas eran las palabras de Harley.
Estúpido Harley.
Maldito Harley que se pudo quedar en el hospital con ellas.
Maldito Harley que ayudó a los demás a reducirle.
Maldito Harley que formaba parte de la vida de sus hembras y el no.

Maldi... no pudo seguir con aus pensamientos porque sintió a alguien entrar en el recinto donde tenían las celdas.

Enseguida la vio . Una hermosa hembra, pero no la que el quería ver.
En los últimos días algunas hembras se habían ofrecido a compartir sexo y ayudarle a superar su furia, las rechazó a todas y se enfureció con ellas, ¿ Acaso no sabían que era un macho emparejado? Vale , si . El documento había sido falsificado pero él no sería el que  lo dijera.

- Qué quieres Kit?   No quiero tener sexo contigo.

- Los machos sois unos creidos. - bufó ella. - vengo a hablar.

- Tú y yo no tenemos nada de que hablar.

- No he dicho que vayamos a hablar tu y yo. He dicho que iba a hablar yo.- cuando el le mostró los dientes ella sonrió-  mira que  eres capullo .

- Vienes a insultarme?

- Un poco. Yo también lo soy. De hecho aunque soy felina más de una vez he escuchado como me llamaban perra desagradable. Amargada . Mala persona. Sabes lo que duele escuchar eso?  Aún así me lo buscaba . No he sido una persona muy agradable. Soy la primera en admitirlo. Prefiero que todos se mantengan a cierta distancia de mi. Y si para eso debo ser desagradable. Pues lo soy. En eso siempre he pensado que tu y yo somos iguales. No queríamos a nadie demasiado cerca, ni siquiera nuestro pueblo. Tu lo consigues más fácilmente, utilizas tu tamaña y ojos para hacer que la gente desconfíe. Yo en cambio he usado mi mal genio. Y cuando hace unos meses te encaprichaste de la humana , me sentí traicionada. Tu y yo somos lo mismo. Fuimos traicionados por humanos a los que confiamos y que nos utilizaron para hacer daño a los nuestros. Tu te autodesprecias, yo me autodesprecio. Y así ha sido por todos los años que llevamos libres. Te consideraba la versión masculina de mi misma. Pero cuando la humana llegó,  algo en ti cambió y después de despotricar contra ti y enfadarme contigo por traicionarme me do cuenta de algo. Tu eres mi igual y si tu eres feliz yo también puedo serlo. Empecé a buscar a las personas a las que más daño hice y me disculpé. Y la gente me perdonó aunque me comporte muy mal con algunas de ellas. Dejé a tu hembra para la última. Ella ni me conocía pero aún así estuve pensando mal de ella durante mucho tiempo. Y fue en esa visita que conocí a tu suegro.

Jerichó (#3)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora