13. Piénsalo bien.

20.7K 1.5K 54
                                    

-Señor Jerichó. Soy Isabel Rodrigues, su detective privada. He encontrado a los agresores.

Las palabras de la detective que había resonaron en su mente.
Ella había logrado encontrar a los bastardos que casi habían matado a su hembra y al bebé que estaba esperando.

-Quienes son?

- Sus nombres son Gregory Adams y Freddy Watdsa  y , los he encontrado mientras intentaban vender en una casa de subastas algunos de los artículos robados. Debido al riesgo de fuga he hecho que mi equipo los retenga . ¿Hice bien?

-Perfecto. Llegaré en unas horas. Que no se muevan.

- Si señor.

Al minuto de colgar, Jerichó llamó a Tiger le informó de la situación y solicitó el helicóptero.
Tenía 1 hora para prepararse para el viaje.

Jerichó se sentó en la cama, todavía con el teléfono en la mano , y miró la puerta del baño. Poco después salió Mary.
Estaba tapada con una gran toalla y cuando lo miró estaba totalmente sonrosada.
Su sonrisa tímida, cuando se acercó a él .

-Era algo importante?

-Mucho. - dijo él atrapando su mano y tirando de ella hacia si. La abrazó por la cintura y reposó su  cabeza en los suaves senos de ella.

Era la primera vez que abrazaba a una hembra después del coito. Era la primera vez que realmente abrazaba a una hembra y punto. Sólo por el placer del contacto.
Sabía que los otros especies primates disfrutaban mucho con abrazar a las hembras después de compartir sexo, pero él realmente no lo hacía.
Hasta hoy.
Todo lo que quería era tener su cuerpo contra el de él. Tan suave.

- Tengo que irme. Pero no quiero soltarte.

- Ha ocurrido algo? - dijo ella agarrando su cara con las manos y forzando su cara hacia arriba para  mirarlo a los ojos. Sus hermosos ojos rojos.

- Una de mis detectives ha encontrado a tus agresores. Tengo que ir a Utah.

-Que? Porque tienes que  ir tú? La Policía se ocupará de ellos.

- La Policía ha tenido el mismo tiempo que yo para encontrarlos y no lo hizo, quiero ocuparme yo mismo de esos bastardos.

- No quiero que te pase nada. - dijo ella elevándose de el. - puede ser peligroso. Deja que se ocupe la poli.

- No, lo siento nena. No es algo que pueda evitar.  Ahora eres mía. Para cuidarte, para protegerte  y pada destrozar a cualquiera que te haga daño. No intentes impedírmelo.

- Iré contigo.

-No. No quiero que  pongas un pie fuera de territorio ONE hasta asegurarme de que es seguro para ti.

-Pero si ya tienen los agresores.

- No sabemos si son los únicos.
- De acuerdo, me quedaré, pero con dos condiciones. Quiero que  hagas dos cosas por mi.

-Lo que sea.

- Prométeme que no harás nada que suponga que la policía vaya tras de ti.

-Lo prometo. - al perecer ella no sabía que como especie tenía inmunidad en todo el territorio de Estados Unidos. 

-Lo segundo es que... no quiero que te enfades, de verdad, pero debo hablar con Max.

-NO! ese malnacido no se ha preocupado por ti ni una vez desde que estas aquí.

- Lo se. Por eso mismo necesito y debo hablar con él . Voy a aceptar el trabajo que me ha ofrecido la ONE, quiero quedarme aquí.

- Claro que te vas a quedar. - el sonrió feliz con la noticia y la volvió a acercar a el para compartir otro largo beso.

Jerichó (#3)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora