21. Rescate

14.7K 1.3K 35
                                        

Jerichó al igual que otros  50 especies llegó a Seattle apenas 3 horas después de la llamada del presidente, cortesía de las fuerzas aéreas que se ocupaban del traslado de ellos en jets de máxima velocidad.

Jerichó fue nombrado el portavoz de los especies y su principal misión era ocuparse de la seguridad de los suyos. La mayoría de los especies que estaban en esa misión eran primates, no porque no se hayan presentado voluntarios felinos y caninos , sino porque la misión  requería de los mejores escaladores.

Jerichó no se sorprendió de todas formas que allí también estuviera presente varios machos emparejados, si bien normalmente los machos emparejados no solían salir mucho de la reserva, esta vez las circunstancias extremas requería medidas extremas.

- Tenéis que  poneros los equipos de escaladas y las protecciones...

-No nos hace falta. Esos artefactos sólo dificultarían la subida. Lo que necesitaremos será cuerdas y arneses que nos permitan atar a los rescatados a nosotros . No podemos arriesgarnos a que la persona no se sujete bien a nuestra espalda, principalmente si  son niños, les será difícil mantenerse mientras bajamos.

- Esta usted seguro señor...?

- Soy Jerichó  y si, absolutamente seguro. se sabe las condiciones de los civiles?

- Los que  están en la cumbre al parecer están bien físicamente, los que  estaban por encima de la explosión subieron a la cumbre y los que  estaban por debajo fueron rescatados por los bomberos. Estamos intentando obtener imágenes de tres de los ascensores, los cuales estaban más cerca del lugar de la explosión, me temo que es muy improbable que  haya supervivientes ahí.

Casi una hora después estaban todos los especies subiendo por las pareces de hormigón y metal, la tarea ardua y peligrosa. Un paso en falso sería fatal, por eso los especies debían subir poco a poco. Jerichó desde el suelo tragó en seco cuando vio como Smile perdía por un momento el apoyo y estuvo a punto de caer, lo único que evitó que se estrellara contra el suelo fueron sus reflejos superiores, un hombre menos capaz sin duda habría muerto. Pasó otra hora antes de que los primeros escaladores llegarán a la cumbre e iniciarán el descenso, por supuesto los niños serían los primeros en bajar.
Jerichó estaba preparándose para recibir a los primeros rescatados cuando el jefe de los bomberos llegó a él.

-Señor Jerichó tenemos imágenes del interior de los ascensores. Hay una superviviente. Pero parece tener la pierna atrapada por el metal, además la estructura no soportará mucho más tiempo, alguien debe subir ya. La mujer ha entrado en pánico. No nos cree cuando le decimos que la ayuda está en camino.

- Habéis podido contactar con ella?

- Si . Uno de los rescatados la reconoció como su esposa. Esta intentando tranquilizarla en una videollamada.

- Bien, que la entretenga todo lo posible. Iré yo.

Y así inició el ascenso hasta el ascensor donde se ubicó a la hembra. También tendría que comprobar los demás, aunque se dijo que no había supervivientes el prefería asegurarse de ello.
Cuarenta minutos  después había comprobado los dos ascensores más cercanos, efectivamente, todos muertos. Se aseguró de coger la identificación de los cadáveres para la posterior identificación  con los familiares y subió la distancia que faltaba hasta el de la humana.
Llegó casi en tiempo récord, había ido lo más rápido posible por dos motivos, el primero porque el ascensor estaba a punto de derrumbarse, y el segundo debido al estado de pánico de la hembra humana, que hiperventilaba y estaba aterrada, no quería arriesgarse a que su teléfono se quedará sin batería y su esposo no pudiera intentar tranquilizarla. 

Cuando ella lo vio lloró de alivio.

- Estas aquí.

- Por supuesto que sÍ hembra. Tranquila te sacaré. - ella seguía sosteniendo el telefono desde donde Jerichó pudo ver a su marido y a otros dos machos humanos.

- Que tal si bajamos?

- Tengo miedo. Mi pierna esta atrapada.

- He traído una cizalla, te sacaré de aquí. Estas herida en alguna otra parte?

- Por favor no dejes que se muera.

- No te vas a morir. Saldremos de aquí juntos.

- No... yo no. Mi bebé. Estoy embarazada, tengo miedo, no quiero perder a mi bebé.

- Te has golpeado la barriga o la espalda o tienes sangre?- preguntó muy serio Jerichó.

- No lo sé. Me desmaye. Por favor no dejes que se muera.

- Sientes algún calambre? - pregunto Jerichó mientras cortaba el metal que tenía atrapado la pierna de la hembra. Le preocupó la cantidad de sangre que  tenía en la pierna.- de cuanto tiempo estas? - el no veía protuberancia en su vientre.

-No... de unas 10 semanas

- Eso es bueno hembra. No nos vamos a preocupar de eso hasta que llevemos abajo ¿vale? Ahora lo importante es bajar.

- Pero como va a sobrevivir a algo así? Es tan pequeñito...

- Como te llamas?

- Sarah.

- Bien Sarah, yo soy Jerichó,  te voy a contar algo.  Mi hembra también está embarazada, hace unas semanas dos humanos la golpearon hasta casi matarla, ella casi muere pero la niña estaba bien protegida en su barriguita y está bien.  Así que a menos que tengamos motivos para suponer lo contrario tu bebé está bien.

- Vas a tener un hijo?

- Bueno. Cuando conocí a mi mujer ya estaba embarazada, pero cuando nos casemos adoptaré a la niña y será también mi hija. - Jerichó fue consciente de como la conversación parecía distraer y calmar a la hembra. Por eso siguió hablando. - siempre me impresiona lo fuertes que sois las humanas. El bebé de mi mujer está bien y ya verás que el tuyo también.

- Que Dios te oiga. Le pondré tu nombre.

- En ese caso esperemos que sea un niño - le sonrió Jerichó-  y ahora te pondré sobre mi espalda e iremos a un lugar seguro.

Y eso hicieron al llegar al suelo ya están esperándola un equipo médico preparados para atenderla. Mientras Jerichó veía alejarse la ambulancia y hacia un último repasó los alrededores del edificio sonó un gran estruendo, el ascensor donde estaba la hembra atrapada cedió y cayó al suelo provocando y otra gran explosión.
Suerte que  el edificio ya había sido desalojado y que  pocas personas quedaban en las inmediaciones, aunque ninguno tan cerca como él, porque seguido de la explosión del ascensor, siguió el derrumbe de todo el edificio.

Lo último que pensó Jerichó antes de ser enterrado por una lluvia de escombros fue que, Jerichó era un nombre horrible para una niña.

Jerichó (#3)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora