Pixeles. -_Frerard_-

XI

Gerard suspiro demasiado dolido con la mirada de desilusión de su mejor amigo cuando le dijo que no volvería a tocarle.

Restregó su rostro negando, y se dijo que era lo mejor que pudo haber hecho.

El no quería volver a lastimar a Frank.

Por qué Frank...

---Gerard?...--- El pelinegro respingo asintiendo enseguida al ver al hombre frente suyo. --- Soy Tyler Boher. Seré tu entrenador. No hace faltan las presentaciones, tu padre me ha informado de todo. Tienes mucha suerte, no todos tenemos dinero para pagarnos un maestro personal.--- Tyler sonrió chocando su puño con su palma repetitivamente. --- Y bien... Por donde comenzamos... La historia de los elementos gravedad quizá?...--- Gerard tomó aire poniéndose de pie frente a su nuevo maestro asintiendo de nuevo.--- No hablas mucho, Huh?... Bien. Pues... Como sabrás el elemento es demasiado extraño. Suele detonar cada lapso de tiempo y varía la persona. Ahora, en existencia, solo hay cuatro maestros gravedad en el mundo.
Avich Malí, el general de las fuerzas armadas. Tiene sesenta y ocho años.
Rainero Pichleg, Médico cirujano de renombre. El mejor en curación de pixeles. Cincuenta y dos años.
Tu servidor. Militar, y ahora tu maestro gravedad. Treinta y siete, y tú.
Un estudiante... Qué bueno. Ya aprenderás los gajes del oficio.--- Gerard abrió la boca algo confundido.

--- Es todo?... Solo cuatro?--- Tyler asintió.

--- La peste extermino a la mayoría de pixeles en el mundo. Einberg al ser la mayor de las potencias conservo a los suyos pero en menor cantidad. Somos el único país que puede recrear el genoma naturalmente. El único en poseer el elemento. Por eso gobernamos a los demás.--- Se encogió de hombros. --- No dudes que habrá una guerra pronto debido a eso. Siempre las hay, por eso está academia existe. Pharrels, Uesthing, Illinois, Jeyillyn, Rabhedo. Escuelas de prestigio criando a soldados para su beneficio.
La noticia de que un nuevo gravedad ha detonado, se expandiera. Debemos estar listos ante cualquier cosa.--- Gerard asintió aún algo desorientado.

--- Y el control del elemento?... Cuánto tiempo lleva dominarlo?--- Tyler lo medito unos segundos sonriendo al siguiente.

--- Lo que quieras que te tome hacerlo.--- El pelinegro mordió su labio no tan satisfecho con la respuesta y entonces se aventuró a hablar de más.

--- Yo... Sabes me ha pasado algo extraño...--- Se rasco la nuca y río algo falseado. --- Es... Es esta cosa de... Absorber como que la vida de las personas...--- Tyler alzó una ceja con intriga.

--- La energía vital. Si... Suele pasar cuando estamos demasiado débiles, entonces, podemos robar está de una persona. Claro, nosotros decidimos cuanto tomar. Podemos matar, por eso es importante controlarlo.

--- Ayúdame a hacerlo!!!--- Su maestro sonrió con diversión.

--- Claro, a quien no quieres matar?--- Y no evitó que su rostro se tornara carmín. --- Tranquilo... No tienes que decirme. Mejor empecemos con el entrenamiento.--- Y Gerard lo agradeció en silencio.

Cuánto había pasado ya?...

Frank contaba los días como si tomara en cada uno, un trago amargo quemando su garganta.

Gerard había cumplido, no le había tocado.

Un mes se cumplía exacto en su agenda.

Era como vivir sin el, a pesar de compartir la habitación.