XVII

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Abrió la puerta de aquella oficina que varias veces había pisado ya, viendo a el director de Pharrels sonreírle con entusiasmo, junto a Tyler, su querido entrenador, un segundo padre, estirar una mano hacia él para así abrazarle.

--- Que ocurre?--- Preguntó extrañado, correspondiendo a lo que su maestro insinuaba.

--- La guerra ha acabado.--- Le dijo.

Abrió sus ojos verdes de sobremanera viendo demasiado pasmado a ambos hombres.

--- C-como?---

--- La guerra, señor Way.--- Hablo el director. --- Está acabada. Erradicada. Total y únicamente ganada por nosotros. Montalska ya ha rendido honores a nosotros. Es todo.--- Su cabeza dio vueltas por un par de segundos tratando de asimilar la noticia. Asintió al final con simpleza regalando una sonrisa que más bien era una mueca. Torcida torcida.

--- Bueno, eso era todo. Se les dará unas vacaciones a todos en la academia mientras se arreglan los daños en la periferia de Eniberg. Ve a casa hijo. Has terminado tu labor.--- Hablo Tyler de nuevo.

Sus labios se apretaron volviendo a asentir para darse media vuelta y caminar hasta la puerta. --- Ah, y Gerard!--- Le dijo antes de que terminara de girar la perilla.--- Espero verte en la fiesta en nuestro honor. Mañana en la noche.---

--- Claro.--- Entonces abrió la puerta y salió de ahí, caminando como si estuviera en una cuerda floja, una demasiado delgada.

Sintiendo el peligro y haciendo todo por la supervivencia; tomó una decisión que bien ya la tenía en lista de espera por realizar.

Recuperar a su castaño, obviamente.







--- La guerra ha terminado.--- Frank seguía entornando los ojos hacia el aviso que el director de la academia daba en el auditorio a cada estudiante y pixel de guerra que residía ahí. Repasaba la frase mentalmente una y otra vez tratando realmente de entender la situación.

Enserio la guerra había terminado!?... Enserio al fin podría decirse ser libre de ella!?...

Esa era una maldita... Seguro volvería, le dijo su conciencia.

Pues, las cabronas siempre volvían.

Esta le había arrebatado a su mejor amigo, su persona, su pareja... Su amor.

Quién sabe, tan injusta la vida con el, que le arrebataría la siguiente.

Luego estaba la palabra "Vacaciones" en un contexto demasiado prometedor y no lo dudó ni un segundo, cuando a penas y el director terminó de hablar, sus pies se movieron a su habitación en busca de su maleta y ropa rápida.

Se iría, obviamente, al fin a su casa.

Al menos por ese tiempo, en Pharrels, no había nada para el.




--- Disfrutando la fiesta?...--- Esa voz le hizo tronar los dientes viendo de reojo al portador.

Todavía tenía que soportar aquel traje ajustado que se cargaba para encima tener también que soportar la voz de Mikey cerca suyo.

Simplemente no podía soportarlo.

No era su culpa, que conste, era la de su hermanastro oxigenado por meterse alguna vez con lo que es suyo por derecho.

--- Que haces aquí?... No recuerdo que invitaran a gente externa a la fiesta.---

--- Invitaron a las familias de los grandes. Papa es uno de ellos... Tú también por supuesto, por supuesto. No nos olvidemos de tu valentía en batalla, Gee.--- Hablo peculiar, dramatizando sus últimas palabras y sonriendo burlón.

Pixeles. -_Frerard_-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora