XVI

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Pixeles

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Pixeles. Segunda parte. Llamarada.

Sus manos llenas de sangre, sintiendo el olor del hierro puro en lo más profundo de su ser, viendo el cuerpo recién masacrado frente suyo.

Su alrededor repleto de cuerpos que habían tenido el mismo destino de ser aniquilados por esa habilidad suya que le hacía casi invencible.

La gravedad no era algo que se pueda subestimar.

Entonces, como últimamente en cada sueño desde que dormía con más frecuencia, pues la guerra estaba casi erradicada, vio entre la pila de cadaveres, el de su pequeño castaño tatuado de ojos avellanas, con la piel pálida y el mismo hueco en su pecho que le había arrebatado la vida.

Despertó en un sobresalto enderezándose al instante, sudando frío y apretando las sabanas a su alrededor que llevaba, desde que volvió a la academia, sin cambiar pues está, ya ahora, conservaban, aunque sea nulo, el olor de Frank.

Apretó los labios tratando de calmar aquella agitada respiración suya, volteando para quedarse sentado en la cama.

Miro al suelo y luego a su alrededor, sintiéndose miserable y solo.

Extrañaba a Frank.

Le extrañaba tanto que su pecho tenía un gran vacío.

Y si, que era un idiota por no haber luchado en su momento por el... Pero la guerra era algo primordial.

Tenía una razón... Claro.

No solo se trataba de mejorar su habilidad, si no de erradicar la maldad habida por la guerra para hacer un "mundo" mejor para poder vivir en paz con su mejor amigo.

Su pareja...

Su ex pareja.

Un golpe de acidez le invadió apretando los labios.

Se puso de pie sintiéndose aún más cansado y derrotado.

Una sola cama adornaba la habitación de Gerard ahora.

Donald Way había sido muy generoso cuando este le llamo y le dijo que quería hacer un cambio de habitación.

Ignorante a lo que sucedía, Donald aceptó consiguiéndole al mejor amigo de su hijo una habitación para si solo.

Ya había conseguido quedarse solo... Eso era muy diferente a que realmente le gustara estarlo.

Se dio una ducha rápida y se vistió lo más casual que pudo, restregándose el rostro repetidamente al sentir una fuerte irritación abordarlo.

No de nuevo....

Depresión.

Se hincó al suelo frente a la puerta antes de abrir esta para salir, sintiendo de nuevo un oleaje de oscuridad.

Pixeles. -_Frerard_-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora