XXVI

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Pixeles

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Pixeles. Tercera parte. Yin y Yang.

El helicóptero aterrizó en cubierta, con un marinero yendo a abrir sus puertas, bajando de él el mismísimo Gerard Way, uno de los cuatro elementos gravedad únicos en el mundo.

De su brazo, una linda chica, morena de cabello negro y sonrisa cautivante bajo de igual modo, siendo sus maletas cargadas enseguida por los marineros.

"Bienvenido señor Way." Saludó uno de ellos. Gerard ladeó el rostro con una diminuta sonrisa.

"Gracias. Donde está el capitán del barco?"

"El está en el centro de mando señor, lamentó que no haya venido aún a presentarse."

"Oh, está bien. No era necesario." Expresó sincero. Si algo odiaba, era que se le considerara una persona de la gran sociedad.

Bueno, su padre era uno de los hombres más ricos de Einberg, si, y el era un elemento gravedad, raros y extraordinarios, también, pero tanto drama no era necesario.

Caminaron hacia adentrarse al barco, apareciendo a un largo pasillo con muchas puertas hacia camarotes.

"Le indicaré su habitación, señor." Dijo el hombre que aún le acompañaba.

"Bien."

"Compartiremos habitación, Gee?" Preguntó la chica susurrando. Gerard apretó los labios y negó enseguida.

"No. Ya te lo había dicho." Le recordó.

"Pero yo quiero que compartamos habitación!, se supone que vine para que pasemos más tiempo juntos!!" Se quejó. Gerard rodó los ojos soltando aire.

"Y yo te dije que no venia a vacacionar. Vine a trabajar, Lindsey, lo sabes. Tú decidiste venir por tu cuenta."

"Pues si, pero soy tu prometida!"

"Bienvenido, señor Way." Ambos se detuvieron a media platica cuando esa voz les interrumpió de la nada.

El hombre que les acompañaba saludo al capitán del barco, quien sonreía superficial extendiendo su mano hacia el chico gravedad que tenía frente suyo.

"Frank..." Murmuró apenas audible. El pelinegro tomó su mano en un apretón demasiado forzoso sin sonreír. "Frank." Repitió.

"Hola Gerard." Saludó. A pesar de mostrarse sumamente tranquilo, el castaño había pasado bastante tiempo pensando si debía o no presentarse ante el pelinegro.

No por qué no quisiera, claro está, si no por qué se supone que no volvería a verle •nunca•, y ahora, el hijo de puta de Tyler, le ha mandado a con el!

Cuál es el propósito de ello!?... Con qué motivo le jode los huevos de esta forma.

Habían pasado tres años, y en ese tiempo, Donald se encargó de que no supiera más nada de Gerard.

Pixeles. -_Frerard_-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora