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Algo en su pecho le impulsaba a ir más rápido.

Mikey y Ray solo seguían los pasos del que aún era su capitán y mejor amigo de ambos.

Además, aunque Mikey no lo dijera en voz alta, estaba preocupado por su testarudo hermano mayor. Aunque este aún era reacio a él.

Entonces, cuando se vieron atrapados para entrar hacia el centro de la cuidad, pues alrededor de esta, lo que parecía cubrir toda la casa presidencial, se hallaba una barricada; Frank decidió darle con todo.

- No sé si sea una buena idea.- Interrumpió el moreno. - Yo sé que ustedes son fuertes y pelearán lo necesario, pero chicos, aquí en tierra su elemento no es de ayuda.

- Bueno tú nos salvaras a todos, cariño. Encárgate de pulverizarlos.- El rubio le guiñó el ojo a lo que Ray solo soltó una mínima risita negando.

- Sabes a lo que me refiero, Mikey.

- Y lo entiendo.- Dijo enseguida el castaño.- Ellos nos superan en número.- Luego, mordió el interior de su mejilla y añadió.- Pero si hay una mínima posibilidad de que Gee esté ahí... Si Gee está ahí, el... Podrá ayudarnos.- Sus amigos le vieron algo tensos. Sus avellanas brillaban y la seguridad en sus palabras cargaba en sus conciencias.

- Esta bien.- Mikey habló después de varios segundos en silencio.- Pero debemos aún así buscar algo para defendernos. Con los puños no se gana.- Frank asintió viendo a su alrededor.

Aunque no había mucho.

Estaban tras un edifico algo derrumbado, lo que se veía había sido una gran batalla. Algunos cuerpos de soldados de Einberg y a lo lejos, muy cerca la entrada principal de esa barricada, una buena salvación improvisada.

- Ray, tendrás que empezar a tirar bolas de fuego.- El moreno le vio algo confuso.

Frank sonrió y les contó su plan, entonces los tres se tomaron de las manos deseándose suerte, pues desde ese momento, caminarían con una venda sobre los ojos a pasos peligrosos.






Caminó tranquilamente hasta al menos unos doscientos metros alejado de la entrada principal.

Ray miraba hacia al frente mientras varias alarmas sonaban a su contra. Pero él estaba demasiado tranquilo, incluso empezaba a quitarse sus guantes negros.

Eso no significaba nada bueno.

- ...Alto!!, se le ha dicho alto!!!- La primera bala fue soltada. Su mano se alzó a esta tomándola y haciéndola cenizas.- Un pixel elemento fuego!!- Ahora la alerta sonaba seguro en todo el complejo. Pero a Ray no podía importarle menos.

Sus amigos eran lo primordial en su vida, y Mikey... Su Mikey... Tendrían que vivir para llevárselo lejos y acapararlo con todo su egoísmo por él.

Más balas le siguieron, Ray solo sonreía burlón mientras incendiaba todas estas.

Hombres salieron al encuentro con el chico fuego.

Dos tierra, dos aire y otro fuego más.

Los tierra crearon murallas que iban hacia él para golpearle. Las detuvo con una patada. Jugó con un par de rocas sueltas y las tiró hacia estos, haciéndolos retroceder.

Los aire entonces avanzaron hacia él, creaban remolinos y luchaban bien. Ray podía asegurar que eran buenos contrincantes. Trataba de darles pero el aire era su mayor enemigo.

Aún así no se rindió, y soportó un gran viento que lo hacía retroceder apenas, logrando tomar de la garganta a uno de estos, quemándosela sin piedad.

Aún sostenido de ella, aventó su cuerpo muerto al otro elemento aire, corriendo hacia él y con un puño de fuego atravesando su estómago.

Los tierra y el fuego atacaron juntos, queriendo hundirlo. El hueco bajo sus pies aumentaba, pero el fuego del otro chico no le dañaba en los más mínimo. Era de una familia legendaria, después de todo.

Y así avanzó hasta subir y golpear a ambos tierra hasta botarlos en el mismo hoyo, un par de rodillazos y dos golpes a puños fuego en el rostro.

Los incineró de manera voraz, yendo hasta el elemento fuego que quería de la misma forma atacarle.

Lucharon puño a puño hasta que las artes marciales de Ray pudieron más y lo botaron al suelo.

Su mano de nuevo en la garganta de este, y el intento de contrarrestar su fuego.

Pero el moreno quemaba a demasiada intensidad como para poder pararla con alguien tan común.

Su rostro se alzó victorioso viendo como los demás hombres salían a acabar con él. La alarma no dejaba de sonar.






Se apresuraron sabiendo que Ray había empezado a atacar. Frank alzó su mano contra ese gran tanque de agua, no rompiéndolo fácilmente, pero aún así, y con la ayuda de Mikey, ambos colocando sus manos frente a ese tanque, aumentaron la presión del agua que enloqueció irremediable.

Una fuga comenzó, luego varias y así hasta que quedó destruido, dejando caer el agua hacia dentro de la barricada.

Ambos entraron entonces, la alarma aún sonando y los hombres viniendo a ellos.

Ambos avanzaron con sonrisas socarronas.

Sus manos ágiles se movían por la inundación que habían creado, alzando el agua y envolviendo a aquellos hombres elemento tierra que intentaban acabar con el agua.

Los ahogaban cómo podían y peleaban a puños con otros.

Pero seguían saliendo más y más hombres y empezaban a verse rodeados.

Ambos elementos agua crearon con el agua disponible una ola que los arrasó, permitiéndoles avanzar hacia presidencia.

Vieron a Ray acercarse, siendo perseguido por varios hombres. Ellos igual eran seguidos. Se reencontraron en el punto directo al sitio presidencial, y vieron aún más personas saliendo de él.

Pararon enseguida notando como aquellos hombres que de ahí salían eran traidores.

- Frank!- Mikey gritaba algo desesperado. - Frank estoy seguro de que el presidente esta muerto. Han tomado el lugar.

- Y si lo tienen de rehén?

- No habría razón para ello, Frank. Qué hacemos ahora!?- Cada vez más cerca y Ray era el único creándose una barrera de fuego al rededor de los tres en defensa. Pero los tierra empezaban a penetrarla.

- Buscar a Gerard.- Dijo enseguida. Miró al rubio y este estaba perdido. Negó algo desesperado.

Vio a su alrededor, y pensó que si habían tantos hombres ahí, por la concentración de estos, Tyler y Gerard no debían estar lejos.

Al menos quizo creer eso.

- Ray!- Gritó. El moreno le vio atento.- Explota todo!- Sus ojos se abrieron algo desconcertado y negando enseguida.

- No quiero lastimarlos.

- Correremos a escondernos. Danos unos segundos y nos protegeremos. Tu explota el lugar!

- Mikey...

- Explótalo!- Zanjó el rubio, tomando al castaño de la mano y empezando a correr. Ray vio como iban hacia ellos, gruñendo y rezando en su mente para que no les alcanzara.

Juntó sus manos posicionándoles en la tierra, y dejó que empezaran a atacarle con aire y tierra. El fuego no le hacía daño.

Era como un alimento, de hecho.

Y pasó.

Una concentración que hizo el fuego empezar a emanar de su cuerpo hasta hacer de él como una bomba, una que arrasó tan potente pulverizando a todo aquel que estuviera en un radio de trescientos metros.

Seguía rezando para que Frank y Mikey hubieran alejándose lo suficiente.

***
No se ustedes pero siento que le vuelvo a agarrar la onda a esta ;v
Si no, me mato alv :v

Ni tanto pero si me está costando

Aún así gracias por quienes leen

Pixeles. -_Frerard_-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora