Harry se puso como un maldito loco en el auto, ¿qué mierda se cree? No puede venir a hablarme, así como si fuese no sé... Mi padre o mi novio. No entiendo su repentino cambio, por último ¿a él qué le importaba?
Me bajé del auto y noté que Harry pensaba perseguirme así que corrí por el lado contrario del coche y lo perdí de vista a los minutos.
Mierda, mis cosas las dejé en su auto. Busco desesperadamente en los bolsillos de mi pantalón, hasta que logro encontrar una moneda, busco un teléfono público y marco el teléfono de Liam, es el único que me sé de memoria.
Por favor, contesta Liam.
- ¿Diga?
- ¿Louis?
- Es Abby - dice Louis en voz alta - ¿qué ocurre? Liam está en el baño y estamos ocultando su celular. Le haremos creer que lo empeñamos por drogas.
- Lou, esto es serio, tuve un problema y necesito que vengan por mí.
- Espera, no hay buena señal.
- No Lou en serio por favor.
- Ven Abby, haremos una fiesta. Espera, Liam ya saldrá del baño.
- Lou, en serio necesito que vengas.
- ¿Dónde estás?
- Pues...
- Liam ya salió, después vamos por ti, adiós.
- No, Louis, no vayas a ....
Se colgó la llamada.
- Por la puta madre - Grito golpeando el teléfono.
Pésimo momento para hacer bromas, Louis. Suspiro frustrada, supongo que tendré que seguir caminando. No recuerdo haber venido por aquí antes, espero orientarme pronto, me dirijo hasta una zona por la que logro ver una feria. No tengo nada mejor que hacer, así que puedo, aunque sea darle un vistazo a lo que hay. Cada stand tenía cosas innovadoras o muy llamativas, en verdad, qué ganas de gastar mi dinero en esto.
- ¿Deseas entrar linda? - me pregunta una señora de unos 60 años, cuando miro el letrero dice "magic store" - puedo adivinar tu futuro.
Sonrío.
- Hay dos pequeños problemas señora: uno es que no soy muy creyente de estas cosas y el segundo es que dejé mi bolsa en el auto de mi amigo.
- ¿Así que no crees? Vale, esta va por la casa.
Entro siguiendo a la señora algo divertida, ¿qué cuento me dirá? Suelen ser charlatanas que te dicen todo lo que deseas escuchar, o te inventan el típico rollo de que alguien te ha lanzado una maldición. Sólo buscan dinero. Aunque es extraño que me haya invitado a pasar, aún sabiendo que no cuento con nada de efectivo.
- ¿Y la bola de cristal? - le pregunto.
- No seas burlona Abigail Stone- dice y me sorprendo un poco.
- ¿Cómo sabe mi nombre?
- Ya te lo dije, puedo verlo todo.
- Esto ... No es... Posible.
- Dame tus manos, te diré algo de tu presente y algo de tu futuro.
- Va... Vale- digo entregándole ambas manos, las toma a lo mucho por 10 segundos y luego las suelta muy agitada- ¿está todo en orden?
- Niña... Lo siento tanto- dice apenada la señora.
- Por... ¿Por qué?
- Tu pasado... Tu papá... Ese chico... Austin... Lo que él te hizo es simplemente... Eres tan joven.
- No es algo que desearía que pasara a ninguna persona, ni siquiera a mis enemigos.
- Tranquila niña, él te ayudará.
- ¿Quién?
- No te puedo decir su nombre porque alteraría las líneas y orden del universo, pero digamos que hoy hablaste con él y estás enojada por algo que ocurrió hace poco... Relativamente.
Esperen ¿está hablando de Louis? Acabo de llamarlo y me enfadé muchísimo porque en vez de venir comenzó a decirme que vaya a una puta fiesta y prefirió cortarme por una broma de mierda a Liam... Nunca pensé en Louis en algo más que un amigo.
No... Es imposible.
- Parece que estás pensando quién es esa persona...
- Yo no puedo estar con nadie más... No después de ... eso- susurro.
- Él te sabrá entender créeme, y te hará olvidar todo lo malo que alguna vez Austin te hizo pasar. Reemplazará cada lágrima por una sonrisa.
- Una pregunta, Austin... Él... ¿Nunca más me lo cruzaré?
- Temo decirte que no, tu ciclo con ese chico aún no termina, pero "él" no permitirá que te lastimen.
- Cuando dices él te refieres a...
- Al amor de tu vida, Abby.
- Vaya yo... Lamento haber sido burlona con su trabajo.
La señora sonríe.
- No te preocupes, me alegro de haberte ayudado... Por cierto, cuidado al cruzar la calle.
Le sonrío de vuelta y me despido.
Salgo de la feria y sigo caminando. Según mis cálculos, si camino a un buen ritmo desde ahora llegaré a mi casa aproximadamente en unas dos o tres horas. Maldita sea, ¿por qué le dije tuve que venir hasta aquí?
Todo es mi culpa maldición, no tengo ni cómo regresarme ni sé dónde estoy ni tengo a nadie que me traiga.
Camino rápido para según yo llegar antes a casa, cruzando la pista apurada olvido ver los autos y siento un freno a tope.
- Fíjate imbécil- le grito.
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She Will Be Loved
FanfictionElla a sus 17 años ha pasado por muchas cosas, pero se mantiene ahí, resistiendo a todo. El a sus 20 cree haberlo visto y vivido todo, busca algo nuevo en la vida. Ambos juzgados, incomprendidos, en la búsqueda de algo mas que vivir por vivir. Cuan...