capítulo 25

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Melissa O'Conner

Hoy es el gran día, empiezo en el FBI.

Me levanto entusiasmada y en la cocina me tomo un café. Aparece mi padre sonriente,es al primero a quien se lo conté. Está incluso más nervioso que yo,de hecho se tira su café sobre su camisa. Me va a acompañar a la oficina porque es mi primer día.

Yo me tomo el café temblando, estoy súper nerviosa, es un gran paso. Ya no estoy en una comisaría de marines, ahora voy a tener que resolver casos a escala mundial.

Nos tomamos el café y subo a ponerme mi traje nuevo, sí, tengo que llevar traje.

Bajo los escalones de dos en dos y ya está mi padre esperándome en la puerta,se ha tenido que cambiar la camisa pero me espera sonriente y orgulloso. Me encanta saber que mi familia está orgullosa de mí.

Salen también mi madre,mi hermano y mis tíos y me desean suerte. Yo les abrazo a todos y me voy a mi coche,mi padre irá en el suyo para no tener problemas para volver.

Salimos y vemos entrar el coche de Megan, que nos saluda sonriente con la mano y nos cuenta que acaba de dejar a Callen en comisaría. En cuanto dice eso me mira directamente y me dice que tengo que hablar con ella,yo le sonrío y acepto hablar en cuanto llegue del trabajo, ella me desea suerte y entra en casa.

Yo respiro hondo y me dirijo a las oficinas del FBI.
No pongo música, estoy pensando en Dix, me encantaría que estuviera acompañándome y quitándome los miedos como sólo él sabe.
Hace dos semanas que no sé nada de él, no nos hemos llamado,no nos hemos escrito...nada,sólo pregunto a Callen de vez en cuando pero él está enfadado conmigo y me responde borde.

Llegamos y mi padre me abraza cuando estamos en la puerta,
respiro hondo para calmarme, necesito no derrumbarme.

Mi padre se va dándome un beso en la frente y decido entrar después de fumar un cigarro,últimamente es lo único que me calma. Camino hasta un callejón cercano y me lo fumo ahí, luego respiro hondo y vuelvo a la puerta,cuando entre ahí mi vida de policía y corredora callejera se quedará atrás, todos mis fallos y miedos tendrán que irse.

Cierro los ojos, necesito otro cigarro, niego con la cabeza y cuando voy a entrar me choco con alguien y caigo al suelo de bruces, me incorporo y me quedo en blanco,qué hace Tommas aquí?
Él me mira serio y me ayuda a levantarme,después nos quedamos mirándonos unos segundos. Tiene más barba de la que solía tener, y sus ojos tienen ese brillo especial que me encanta, tenía la esperanza de verme aquí.
-tienes una fijación con chocarte conmigo nena.

Sonrío, pero me vuelvo a poner seria,se supone que estoy enfadada con él. Dix frunce el ceño.
-no vas a hablarme?

-Tommas llego tarde,y es mi primer día.

-no creo que hoy te pongan una falta por llegar tarde,damos un paseo?

Suspiro,esto no entraba en mis planes,pero asiento,así que me coge de la mano y andamos despacio entre la gente. No hablamos,solo paseamos, pero me siento cómoda, como siempre que estoy con él, me siento en casa,no necesitamos hablar para estar cómodos, el silencio es parte de nuestra comodidad, nunca hemos tenido que hablar para entendernos.

Pero tiene que romper el maravilloso silencio.
-nena necesito que me perdones.

-por qué tendría que hacerlo? No sé cuántas cosas me habrás ocultado si me ocultaste eso.

-pregúntame cualquier cosa,te prometo que seré sincero.

Suspiro,una fácil.
-cómo estás sin mí?

Él se ríe,yo no le veo la gracia la verdad.
-que cómo estoy? Pensando en ti todo el tiempo,así estoy.

Asiento y saco un cigarro, él frunce el ceño al instante.
-desde cuando fumas?

mi policíaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora