Capítulo 33

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Llego a nuestro bungalow donde Melissa sigue durmiendo la mona. Dejo la bandeja en la mesilla de noche y me tumbo encima de ella apoyándome en los codos para no aplastarla. Parece que nota mi presencia porque abre lentamente esos ojos que me tienen encandilado y sonríe al verme. Se despereza contra mi brazo y me da un beso corto en los labios.

-buenos días querido marido.

-buenos días mujercita mía, te he traído el desayuno.

La sorpresa es notable en su rostro y a mí me da un vuelco al corazón ver lo fácil que es hacerla feliz.
-Tommas muchas gracias! La verdad es que tengo un hambre...

-es lo que tiene el sexo toda la noche, anda come.

Le acerco la bandeja y ella come con ansia. Yo pico algo porque ya he desayunado mientras le preparaba su desayuno, y la conversación con su madre me ha quitado bastante el hambre la verdad.

Después de terminar dejo la bandeja a un lado y sus labios toman los míos sin avisar, le cojo la cara con mi mano mientras ella se pone a horcajadas encima de mí y comienza a restregarse contra mi ya notable erección mañanera, pero le paro con suavidad.
-nena... Creo que ya tuvimos suficiente anoche, deberíamos ir a tomar el sol un rato.

Ella hace un mohín pero me besa de nuevo y se baja de mí, después coge mi camisa de ayer y se la pone para dirigirse al baño, es bastante transparente y deja ver todo su cuerpo, lo que no ayuda a mi erección, su culo meneándose mientras camina tampoco lo hace, pero tengo que resistir la tentación, no quiero que su madre nos vuelva a oír.

Minutos después sale con un bikini minúsculo debajo de mi camisa. Me bajo de la cama antes de tener que tomarla aquí y ahora y tomo su mano para salir del bungalow. Me fijo en su dedo con el anillo de boda y recuerdo a su madre, si nos lo quitamos puede que piense que lo ha soñado.

-nena deberíamos quitarnos los anillos, me da rabia porque es muy pronto pero si queremos mantener el secreto...

Ella simplemente asiente y lo deja en la mesilla de noche, después me quita el mío y hace lo mismo. Le doy un beso en la mejilla y por fin salimos a la luz del sol.

Su madre ya se encuentra tumbada en una hamaca, y me sorprende que estén también Dom y Letty, solo habíamos coincidido en la cena de ayer, deben de haber estado ocupados reconstruyendo su relación. Están hablando relajadamente, pero yo estoy nervioso perdido, no sé si ha sido buena idea reunirnos con ellos.

Dom nota nuestra presencia y nos saluda.
- buenos días Tortolitos, cómo lo estáis pasando?

Estoy seguro que ayer nos oyó también y me sonrojo un poco, pero Melissa se ríe relajada.
-se podría decir que este paraíso está acorde con nuestro paraíso personal, vosotros lo estáis pasando bien?

Dom mira a Letty con adoración, pero contesta ella bastante fría.
- vamos poco a poco, y por ahora suficiente.

Mía la mira como queriendo reprenderla y ella se encoge de hombros antes de levantarse para ir al agua. No entiendo nada. Dom suspira, le noto cansado, me acerco a él y le doy una palmada en el hombro.
-no sé qué más hacer... Ayer por la noche estaba bastante receptiva pero luego no me dejó ni tocarla.

Melissa arruga la nariz.
-necesita tiempo Dom, respétala.

-lo sé, pero no quiero que se aleje más de mí, nunca hemos estado tanto tiempo separados.
Coge la cruz que cuelga en su cuello y la acaricia con el pulgar.
-no puedo estar sin ella.

A Melissa le pasa una chispa de complicidad por los ojos y se pone de cuclillas haciendo que Dom la mire.
- eso es como vuestro anillo de bodas no?

mi policíaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora