Los siguientes días fueron agotadores yendo y viniendo de la comisaria al hospital y a casa.
Mi hermano estaba mejor y le iban a dar el alta,pero le dolía mucho la cabeza y no sabían por qué,le estaban haciendo un millón de pruebas que no daban un diagnostico bueno,mis padres se subían por las paredes y parecía la única de la familia que conservaba la calma.Por la mañana, y después de unos días muy estresantes, llego tarde a la comisaría,estan todos en la sala de informática ya cuando llego.
-hola Melissa!! Estábamos repasando el caso de Helgues,hemos tenido que soltar a Danniel porque no estaba actuando por voluntad propia, estaba drogado.
-sí,ya lo sé,lo noté en la pelea.
Encerramos en una cárcel de máxima seguridad a Helgues y nos dieron el día libre.
-hey Melissa! Te vienes a tomar algo por ahí?
-si claro.
Me apetecía hacer un poco de migas con mi equipo, es gente maja y me caen bien. Además, un café a las doce de la mañana no hace daño a nadie.
No obstante, acabamos en un club tras pasar todo el día en cualquier parte y haciendo nada. Mis compañeros están muy borrachos y yo con alguna copa de más.
Callen está con una chica tonteando, Sam después de beber un poco se ha ido a cuidar a su hija porque su mujer trabaja y Dix hace como dos horas que no sé nada de él. Le he perdido cuando ha anunciado que iba al baño, hemos pasado un día genial los dos, conociéndonos un poco más, y me preocupa que se haya cansado de mí.Se me acerca un chico más o menos de mi misma edad y empieza a tontear conmigo,le sigo el juego,estoy bastante borracha y por primera vez en mucho tiempo estoy soltera, aunque no consigo que Tommas salga de mi cabeza .
Nos besamos en la pista de baile y nos apartamos de ahí para tener más intimidad, él me empieza a besar por el cuello,gimo y él sonríe contra mi cuello.
-vamos a un lugar más íntimo.Asiento con la cabeza y subimos a las habitaciones.
En cuanto cerramos la puerta me empieza a comer la boca de manera bastante agresiva, pero no me importa, me gusta el sexo duro.
Yo me deshago de su ropa y él de la mía, llegamos a la cama y me tumbo en ella, me quita las bragas y mete dos dedos dentro de mí, calentándome.
Yo me deshago en gemidos y besos,se quita su bóxer y se dispone a embestirme pero le paro confusa.
No quiero tener sexo con un desconocido y menos borracha, si lo hago seguro que me arrepiento mañana.
Además todavía no sé en qué punto estoy con Dix y podría ser un error,no quiero tener problemas con él.Me disculpo y me empiezo a vestir corriendo. Intenta hacerme cambiar de idea.
-por favor, vamos a acabar lo que hemos empezado, que me has dejado todo excitado.Le miro, es verdad,su pene es demasiado grande para ser verdad. Recorro su cuerpo con la mirada,es como un maldito dios griego.
Se acerca otra vez a mí pero lo aparto pensando en Dix,le digo que lo siento y salgo corriendo de esa habitación.Reviso la sala de baile con la mirada desde arriba y diviso a Dix, que parece perdido, desorientado. Sonrío y corro hacia él esquivando gente,por fin nos encontramos.
Al verme sonríe y se acerca a mí,me coge de la cintura y me acerco más a él, me besa ansioso,su boca sabe a alcohol pero no me importa,la mía también y probablemente al otro chico.
Nos separamos para coger aire.
-te puedo llevar a casa,ya estoy sobrio.Sonrío y acepto su propuesta con la cabeza.
Me lleva hasta mi casa y en el viaje me va bajando el alcohol. Llegamos a la puerta de mi casa y Dix apaga el motor del coche, se acerca a mí y me besa. Me enciendo al instante.
-quédate a dormir conmigo.Él solo asiente.
Entramos en mi casa y subimos sigilosamente a mi cuarto,Dix se sienta en la cama y yo me voy a poner el pijama,pero él me detiene.
-Esta noche no vas a necesitar pijama.Me doy la vuelta sonrojada y mojada,estampa sus labios contra los míos y nos tiramos en la cama. Me tumbo en ella y se separa un poco de mí,pero nuestros alientos se juntan de lo cerca que seguimos estando.
Sonrío y me desabrocho los botones de mi blusa, después le quito su camiseta de un tirón mientras él se deshace de mi sujetador y besa mis pechos, lo que hace que mis gemidos sean más evidentes.Yo paseo mis manos por su torso desnudo,él se remueve por los escalofríos.
-tienes las manos frías.Me río, mis manos se deslizan por su pantalón y lo bajo también,las meto dentro de su bóxer y acaricio su miembro,él gruñe en mi oído y hace que el vello se me erice mientras moto cómo su pene comienza a crecer.
Me quita mis pantalones y mis bragas y me empieza a besar los muslos, arqueo la espalda y él aprieta con su pulgar el botón dedicado al placer. Cada uno está ocupado con el sexo del otro y nunca me había sentido tan llena,y todavía no se ha metido en mí.Mete su lengua en mi entrada y grito su nombre por la sorpresa y la cercanía. Sigue implacable hasta que siento mis piernas como gelatina y exploto en mis sensaciones distintas y exquisitas. Mis dedos se enrollan en su pelo y eso parece gustarle, porque gruñe entre mis piernas.
Saca su lengua y se quita el bóxer,se acerca a mi cara y me besa mientras se hunde en mí una y otra vez, haciendo que no pueda dejar de gemir.
Acompaño su cuerpo con el mío y pronto los dos estamoss a cien, casi no me ha dejado recuperarme del primer orgasmo, pero consigue con su tacto que ya esté al límite otra vez.Llegamos a un clímax maravilloso a la vez. Su respiración choca en mi oreja y yo me siento plena, no me habían hecho el amor de esta manera en mi vida.
Sale de mí mientras yo sigo temblando por los orgasmos y él me mira a los ojos, los suyos brillan y están muy dilatados. Estoy segura de que los míos están igual.
-estás bien?-nunca he estado mejor.
Nos besamos dulcemente. Cuando nos quedamos sin aire apoya su cabeza en el hueco de mi hombro y nos dormimos a la vez.
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mi policía
General FictionMelissa es una chica de 19 años con una familia peculiar: les encantan las carreras callejeras de coches y odian a los policías. tras un suceso a ella le ofrecen trabajo en una comisaría donde conocerá a un policía que sabrá cambiarle de marchas. ¿e...