I'm Your Secret

6 Advertencia.

Kevin:

Lucas:
Hola

   Fue el primer mensaje que recibí en WhatsApp apenas me levanté. Creía que había bloqueado el número de Lucas pero no, solo había borrado los mensajes.

Yo:

¿Qué quieres?

   En la universidad de mi hermano están haciendo una protesta por algo del presupuesto estudiantil así que se va a quedar hasta el domingo. No quiero que esté en casa.
 
 

  Preparé café e hice unas tostadas con mermelada. Tomé el café y comí las tostadas. Me cepillé los dientes y salí a la calle para ir al colegio.

Lucas:

¿Qué pasa?

¿Estás enojado conmigo?

   ¡Ja! ¿Es en serio? Claro que estoy enojado con él ya que mientras yo esperaba para juntarnos él andaba con chicas para no levantar sospechas. Lo odio.

Yo:

Y si termine de esa forma quiere decir que sí.

Lucas:

Igual tú ya no me importas.
Solo te hablo porque me he enterado que te andas juntando con Franco.
Alejate de él porque yo lo vi primero.

Yo:
Te estas equivocando.

Yo lo vi el día en que te dejé así que alejate tú de él porque puedo abrir la boca y no te va a gustar para nada.

   Solo vio el mensaje y antes de que me hablara lo bloqueé. Ahora tengo que cuidar a Franco de Lucas.

   Lo perdí por miedo cuando era Agustín y ahora que tengo la oportunidad de que sea solo mío aparece este maldito bastardo.

-Hey Kevin- dijo Morgana de lejos.

   La saludé y le mostré la conversación de Lucas.

- Es mi amigo- dijo y tiró la colilla de lo que minutos antes era un cigarrillo.

-Es lo que más me jode- le dije y suspiré.

-No hay problema- dijo-. No hará nada sin que le pegue una patada.

-Eso espero- le dije.

-Si hace algo le cuento todo a su madre- dijo-, ahora vamos adentro que  Franco te esta esperando.

   Entramos al colegio y todos estaban en el salon grande. Aún no entraban a los salones de clases.

   Encontré a Franco sentado solo con sus auriculares sentado en el piso con las piernas cruzadas. Me acerqué y se me quedó mirando sonriente.

-Hola- le dije.

-¿Qué onda?- me dijo sonriente.

   Me senté a su lado y se sacó los auriculares.

-¿Qué pasó ayer que me escribiste eso?- preguntó. Fue directo. Podía ver su preocupación en su rostro, y eso me gustaba.