I'm Your Secret

35 ¿Pelea?

Franco:

   Esto se iba a poner feo. Lo veía en la cara de Bruno.

   Estaba pensando en qué iba a decir, pero seguro que iba a hablar entre ellos dos. No quiero meterme y menos que se agarren a las piñas. Todo esto esta por ser en mi casa, ya que no hay nadie, como siempre.

   Pasó sólo dos días desde que Santiago fue a ver a Ale, y lo que hemos leído en su WhatsApp daba a entender que quería volver con Ale. Me puse un poco mal por eso, y Bruno estaba furioso. podía ver cómo salía fuego por sus ojos y transpiraba fuego. 

   Santiago está por venir pero cree que sólo vamos a juntarnos.

-No iba a venir si le decía que íbamos a hablar lo de Ale- dijo-. Lo conozco muy bien. Le gusta hacer de todo, pero cuando tiene que afrontar a los problema se escapa.

-Ehm....- dije. Estaba ahí como de sobra. A mí me podía dejar simplemente, aunque me doliera, porque lo de nosotros fue algo momentáneo, pero con Bruno ha tenido una relación, y Bruno ha tenido que verlo a escondidas. Eso debe ser feo.

-Si llegamos a terminar te pediré una cosa- me dijo.

-Sí- le dije.

-No me dejes- me dijo y vi sus ojos cargados de lágrimas a punto de salir.

-No- le dije.

   Miró para otro lado y se secó los ojos con el dorso de su mano. Me dio lástima y me dio ganas de ahorcar a Santiago. Me sentía utilizado porque Santiago se sentía mal después de que cortó con Ale y yo estuve ahí como su reemplazo hasta que los dos se decidieran volver y tener la misma relación de mierda que tenían. Bruno se debe sentir peor que yo.

   Llegó Santiago.

-Mejor le abro yo- le dije.

   Baje las escaleras, abrí la puerta y me sonrió. Me dio un corto beso en los labios y entró. No le dije nada y subimos las escaleras.

-¿Cómo estás?- me preguntó.

   "Como el culo", dije dentro de mí-Bien- le dije y le dediqué una sonrisa forzada-¿Y tú?

-Bien- dijo y me volvió a sonreír-. Quería verlos.

   Entramos a mi habitación y Santiago se tiró encima de Bruno. Lo abrazó y le dio un par de cortos besos en los labios. Bruno no se veía muy contento que digamos. No podía disimularlo.

   Me senté a lado de ellos y Santiago me abrazó por detrás. Respiré con profundidad para saborear el aroma de su perfume. Me encanta su perfume pero ahora no quiero darle alas a mi cabeza. Todo está mal no quiero pensar que todo va a estar bien sólo porque ha venido muy amoroso.

-¿Qué vamos hacer?- preguntó y empezó a sacarse la camiseta-Hoy tengo ganas. Muchas ganas.

   Empezó a jugar con mi pelo. Miré a Bruno y estaba muy serio. 

-¿Qué pasa?- preguntó Santiago un poco preocupado.

-¿No tienes vergüenza de venir como si nada hubiera pasado?- preguntó Bruno enojado. Ya no aguantaba más.

   Me quedé helado y Santiago dejó de jugar con mi cabello-¿De qué hablas?- le preguntó Santiago. Bruno no respondió.

   Miré a santiago y con su mirada me interrogó-Ya sabes- dijo Bruno.

-¡Me puedes explicar?- me preguntó Bruno.

-Ale- le dije y lo miré fijamente a los ojos-. Sobre lo de Ale.

-¿Ale?- se preguntó y frunció el entrecejo-Les dije que no pasó nada esa noche. ¿Todavía sigue con eso?

-¡Ya no mientas!- gritó Bruno.

   Me sobresalté y después me quedé helado. Me imagine que en cualquier momento iba a empezar la pelea.

-¿De qué hablas?- preguntó Santiago un poco asustado y sorprendido-¿Por qué no te explicas?

-Hace dos días fuiste a la casa de Ale, sin avisarnos- dijo Bruno-¡Ahora explícame!

-Vinculaste mi cuente de WhatsApp a tu computadora, claro- dijo y frunció el entrecejo-. De otra forma no lo hubieras sabido.

-¡Maldito!- le gritó Bruno y ya no aguantó. Empezó a llorar.

-Sé que leyeron que supuesta mente íbamos a volver, pero quedamos sólo como amigos- dijo-. Le dije que estoy saliendo con Bruno. y que Franco sólo es nuestro amigo.

-¿Le dijiste?- preguntó Bruno con los ojos llenos de lágrimas-Ya era hora.

   Santiago se le acercó con cuidado y le secó los ojos con el dorso de su mano-Le dije y ella no lo tomó mal. Al contrario- dijo y se rió-, no me dijo nada. No voy a volver con ella.

   Bruno lo miró con los ojos llenos de lagrimas-Creía que me ibas a dejar- dijo y lo abrazó escondiendo su cara en los brazos de Santiago.

-En vez de dejarte confirmé nuestra relación, pero lo siento Franco- dijo y tuve ganas de llorar-. No dije que tú estabas con nosotros para cuidarte.

-Lo entiendo- le dije y aguanté las lágrimas.

-Pero quiero decirte algo- dijo y se separó de Bruno. Se puso frente a mí y me agarró los costados de mi cara-. Sé que te traté de cualquier cosa cuando viniste a hablar conmigo el otro día, y te traté de mentiroso, pero cuando hablé con Ale me lo desmintió. Me dí cuenta que me quieres, bueno, que me amas de verdad porque te quedaste aunque te tratara de cualquier cosa.

-Ehm...- no sabía que decir.

-Perdóname- me dijo y empezó a besarme.

Kevin:

-Por favor Dennis- le dije mientras lo seguía desde atrás por el pasillo de su casa. Por suerte estábamos solos.

-¡Te dije que te fueras!- me gritó-¡Ándate, no te quiero ver!

-¿Pero me dejas explicarte?- le supliqué.

   Se paró en medio del living de su casa-Habla- dijo.

-Bueno- dije y estaba escogiendo las palabras que le iba a decir. Tenía que tener cuidado ya que esta es mi última oportunidad-. Lo siento, me besé con Franco pero todo fue un error.

-Respóndeme esto- dijo y empezó a llorar.

-Dime- le dije.

-Cuando se besaron- dijo-¿Quién fue? ¿Quién empezó?

   Me había puesto entre la espada y la pared. ¿Qué le iba a decir? ¿Que empezó él para darle problemas? ¿Que fuimos los dos?, capas que lo pierda pero debo decir la verdad.

-Yo fui quién lo besó- le dije y bajé la mirada-. Perdón.

-¿Y qué obtuviste a cambio?- me preguntó y empezó a sollozar.

-¿Que tuve a cambio?- le pregunté.

-Nada- dijo-. Es más, salió escapando como siempre lo debe hacer. Lo hiciste en vano. Aprovechaste que estaba dormido y fuiste en busca de él para que te rechazara de vuelta.

-¿Y cómo lo sabes?- le pregunté.

-No debería decirlo pero ese tal Lucas me dijo- dijo y se secó los ojos con el dorso de su mano derecha-. Ya puedes irte.

-Espera- le dije-. Dame otra oportunidad. No volverá a pasar.

   Me miro con los ojos llorosos y la nariz roja-Sólo dame un tiempo para volver a confiar en ti- dijo.

-Esperaré todo lo que sea necesario- le dije y le tomé de las manos.

-Pero ahora no te quiero ver- dijo.

-Esta bien.