4 Yo invito.

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-Por favor Fran- dijo Ale mientras caminábamos a la biblioteca para buscar diccionarios de Inglés.

-¡Ya te dije que no!- le dije enojado-Eso te pasa por dejarme en medio de la lluvia.

-Pero ibas a estar a solas con Kevin- dijo-. Yo te ayudé.

-¿En qué?- le pregunté y apareció.
De vuelta Kevin estaba rondando los pasillos del colegio, y de seguro pidió permiso para ir al baño.

-¡Hey hola!- dijo Kevin mientras se acercaba sonriente a nosotros.

   Se acercó y me saludó con un beso en la mejilla y después saludó a Ale de la misma forma. Yo había levantado la mano para que se la estrechara y ni siquiera me la estrechó, lo odio por hacer eso.

-¿De vuelta pediste ir al baño?- le pregunté sólo para molestarlo y hacerlo sentir mal.

-Esta vez dije la verdad- dijo-. Me siento mal.

   Y era verdad, se veía más pálido que de lo normal.

-¿Qué te pasa?- le preguntó Ale preocupada.

-Se me bajó la presión- dijo suspirado-. Necesito algo con azúcar.

   Saqué un chicle del bolsillo de mis jeans-Toma- le dije extendiendo mi mano con un chicle-. Esto tiene azúcar.

-Gracias- dijo aceptandolo-¿Hoy estás ocupado?

-Tengo que ir a la casa de Ale a...

-No esta ocupado- dijo Ale de inmediato-. Es mentira.

-¿Y por qué me mientes?- me preguntó Kevin con el entrecejo fruncido.

-Pero es verdad- le dije-. Es verdad lo que digo.

-Yo voy a estudiar sola- dijo Ale-. No necesito tu ayuda.

-Entonces vamos a mi casa- dijo-. Si quieres quédate a almorzar y pasamos todo el día juntos, si quieres.

   No me podía negar, estaba con la presión baja y estaba siendo amable pero... ¡Yo también fui amable! Le di un chicle.

-Ehh...- no sabía qué decirle-¿Tus padres estarán en tu casa?

-Nunca lo están y si estuvieran no les importaría que lleve un chico lindo a mi casa- dijo guiñándome un ojo.

-Pues...- vacilé.

-Va a ir contigo a tu casa después del colegio- dijo Ale segura de lo que decía-. Si se escapa lo llevo a la puerta de tu casa.

-Tú me agradas- le dijo Kevin chocando los cinco con Ale-. Me vas a hacer falta cuando Franco no quiera venir conmigo.

-No dudes en pedir mi ayuda- dijo Ale sonriente.

-Ni hace falta tu ayuda- le dije enojado a Ale-. Te voy a esperar a la salida.

   Entré a la biblioteca y pedí los diccionarios que eran solo 6. Cuando sali de la biblioteca Ale se puso detrás de mí para preguntarme por qué estaba enojado.

   Eso tiene una simple explicación: las cosas están pasando más rápido de lo que debería y aún me gusta Santiago. No puedo olvidarlo de un día para el otro.

~°~

   Estaba sentado con la espalda apoyada en la puerta de la escuela. Eran las 13:45 P.M, la hora en que salía Kevin.

   Ale ya se había ido, hace media hora y la vino a buscar Santiago, y ni me saludó porque estaba en la esquina de mi colegio. La verdad es que hoy no quería ver a Santiago.

I'm Your SecretDonde viven las historias. Descúbrelo ahora