4.- Sentimientos indefinidos

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Abro los ojos de golpe dispuesta a gritar hasta que se me salieran todos los pulmones, la garganta, los ojos, hmmm, okey, con los ojos es algo exagerado pero igual iba a gritar fuerte hasta que me doy cuenta que aquella figura intrusiva en mi habitación era Carlos quien me observaba con aire suplicante de no gritar.

-Carajo, me diste un gran susto imbècil- Le regaño molesta.- ¿Sabias que estaba tratando de dormir?.- Vuelvo a hablar.- ¿Qué haces aquí de todas formas?, deberías estar en tu casa.- Reprocho palabra tras palabra sin dejarlo hablar, aquel me chista mirándome con ojos serios.

-¿Por qué te fuiste así de la fiesta?.- Pregunta con el ceño fruncido

-¿Ah?.- No lograba entender aquella espontánea pregunta

-Lo que escuchaste Carla, ¿Qué te paso?.- Volvió a insistir

-No lo se, sucedió y ya, efectos del alcohol supongo.- Me encogí de hombros fingiendo indiferencia

-No... Yo te conozco, tu eres agresiva, pero siempre tienes tus motivos de los cuales actuar de tal forma.

-Ok, Carlos, no entiendo esta conversación que tenemos, es mas, necesito que me digas como carajos estas en mi cuarto.- Empezaba alzar la voz

-Shh, habla mas bajo, no quiero que tu padre me mate a patadas aquí.- Lo ojee sin quitar esa mirada pidiendo respuesta

-Subí por el árbol.- Se encoge de hombros como si hiciera aquello todo el tiempo

-¿Eh?... ¿Cómo...?.- Mas o menos mi casa tiene dos pisos, y para llegar hasta mi habitación debía trepar un árbol que media varios metros

-Ya te respondí, ahora ¿me responderás tu?.- Hablo serio

-¿Qué debo responderte? No tengo nada que responderte ¿sabes?.- Lo observe claramente fastidiada

-Solo dime porque te molestaste, es lo único que quiero saber, ¿acaso te irritaste por verme hablando con Verónica, ¿fue eso?.- Inquirió, yo solo me encogí de hombros fingiendo que esta conversación era tediosa para mi, en cierta parte lo era

-¿Estabas... celosa?.- Esta vez aquello me tomo por sorpresa

-¿De que diablos hablas?.- Ya me estaba volviendo a molestar

-No creo tener otra explicación, estabas bien y de un momento a otro ¿te colocas de tal manera?.- No quería admitir que si tenia un poco de celos, porque, vamos... es mi amigo, por lo que debe ser solo mío y de nadie mas ¿no? (:

-No necesitas explicaciones, simplemente déjalo estar y ya por el amor de dios.- Rodé los ojos apunto de estallar

-DIME Y YA MALDICION.- Exclamo en lo que podía decirse en un susurro bien pues, porque, no podía gritar como tal. Lo pensé unos segundos hasta que me rendí mentalmente.

-Bien... Si me moleste un poco porque hablabas con Verónica.- Mis pupilas no estaban en su dirección, simplemente estaban perdidas en un punto en el vacío del cuarto.

-¿Un poco?.- Inquirió juguetón, lo fulminé con la mirada.

-Si Carlos, un poco.- Respondí con los dientes apretados, aquel soltó un risita por mi reacción, yo me retuve las ganas de acompañarlo en esa risita tonta

-Tienes ganas de reírte.- Menciono sin quitar esos dientes blancos y perfectos de su rostro

-Hm, no es verdad.

-Entonces ¿por que no me miras?.- Hablo divertido por detrás de mi nuca, a regañadientes lo contemple con la cara mas molesta que tenia, este no se inmuto de su lugar y se volvió a reír, sin poder evitarlo, cedí ante la presión de desternillarme de risa.

Let the party begin mother fuckers (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora