12.- Salas oscuras

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             Al hacer la cola de las golosinas y palomitas el silencio era un poco incomodo para mi, no se si se han dado cuenta pero a pesar de mi carácter fuerte y siendo un poco loca con las personas allegadas a mi, suelo ser muy tímida, podría decirse que es un gran defecto, siento que estando con personas que apenas conozco, o en situaciones de este estilo, mi corazón palpita tan rápido y mis manos sudan tanto que he llegado a pensar que moriré en esos momentos mientras la tierra me traga, al menos eso sería mejor para mi. Al pagar y entrar a la sala, nos sentamos esperando a que las propagandas dieran paso hacia la película, Veronica obligó a Leonardo a sentarse al lado mío y él no protesto mucho que digamos, algunas veces me sacaba de mis pensamientos buscando algo de conversación y yo la mayoría de las veces respondía con monosílabas o algo cortante, mi lío llegaba a tal punto de yo querer salir corriendo dejando la sala a mis espaldas pero debía actuar como persona civilizada y comportarme como era debido, al fin comenzó el filme pudiendo relajarme un poco, como típico desenlace de la historia en pantalla, todo resultaba tranquilo al principio, luego venía la matanza y la sangre, que era lo que me encantaba.

-¿Disfrutas de la matanza?.- Pregunta el chico sentado a mi lado, tan cerca de mi oído que produjo un paro respiratorio en mis pulmones.

-Ehmm, s...si.- Tan estúpida fui que tenía que tartamudear.

-¿Disfrutas de mi compañía?.- Cada vez estaba más cerca.

-Ehm... si.- respondí sin mirarle la cara ya que la timidez no me dejaba articular bien las palabras.

-Sería mejor que me lo dijeras mirándome a los ojos.- Obviamente, cuando alguien te dice eso y están en una sala oscura, uno debería saber cuales son sus intenciones en el momento, sin embargo, era tan cobarde que no podía hacer lo que me pedía.

-¿No me miraras entonces? ¿tan mal te caigo?.- Insiste

-Hmm no he dicho que me caigas mal.- Sonrío internamente

-¿No? pues entonces pareciera todo lo contrario, me tratas como si me despreciaras.- Mis ojos volaron a su cara de manera fastidiada por aquel comentario, él sabía muy bien que mi desprecio no era tan grande.

-No puedo creer que hayas dicho eso, sabes muy bien que te he tratado bien.- Le acuso ligeramente molesta

-Ok tienes razón pero no has respondido mi pregunta.- Los hoyuelos en sus mejillas eran tan divertidos y cuchis que me provocaba meterles el dedo meñique, sé que suena raro, pero ¿que podía esperar de mí misma?.

-Disfruto mucho de tu compañia Leonardo.-  Menciono esta vez con seguridad agregándole una sonrisa pícara en respuesta se me acercó lentamente como si estuviera pidiendome permiso para seguir avanzando, sin embargo mi sistema nervioso estaba colapsando  lo cual no le podía dar respuesta alguna, en ese instante que me quede estática, en el mismo momento que mi corazón martillaba fuertemente, mis sudorosas y temblorosas manos perdían el control, cuando el chico de cabellos claros pudo observar que estaba en un estado de shock, suprimió la distancia que nos separaba, sus labios ya tocaban los míos, viajaban lentamente haciendo abrir con cuidado mi boca, nuestras fauces parecían bailar, rozarse muy  despacio, mi presión sanguínea disminuía y se  aceleraba en cuestión de milisegundos. Poco a poco teniendo cierta calma ya en mi poder, su lengua toca suavemente la mía, el poco control que había llegado a conseguir desapareció, seguía perdida allí, en esos instantes, nadie existía, solo él y yo; siento un leve mordisco en mi labio inferior haciendo que un gemido se me escapara, el calor que no había sentido minutos atrás produjo la aparición de aquel, enredé mis dedos en su suave cabellera jalandolo hacia mí, dándole la señal que necesitaba tener más de su cercanía, ahogué un suspiro en su boca al morder mi lengua dando una electricidad en mi vientre, sus manos posadas ahora en mi cuello apretaban mas hacia Leonardo, obligandome a besarlo con más intensidad, se sentía jodidamente bien, me hallaba felíz, un sentimiento que ni pude llegar a tocar al besar a Carlos y en ese entonces, Carlos aparece en mi mente en como lo destrozare si se llega a enterar que he besado a alguien más y sin tener una pizca de remordimiento o mas bien duda en hacerlo, mierda ¿por qué todo tiene que llegar a ser tan malditamente complicado? no me gustan las complicaciones y no tengo ni la más remota idea de lo que llegare hacer, nuestras bocas se despegan al fin para nosotros poder respirar, pero nuestras frentes se tocan y nuestro aliento choca.

Let the party begin mother fuckers (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora