Todo borroso, lo que recuerdo es a Lucas atacándome. Frunzo el ceño, trato de enfocar mi vista en lo que sea pero mis ojos están pesados.
-Carla.....¿Estas bien?.- Pregunta una voz familiar, no reconozco su mirada aún, el sueño y el cansancio no me dejan todavía.
-Carla contéstame.- Puedo ver la figura con más nitidez poco a poco
-Hmm.- Trato de hablar
-Estoy aquí, estamos aquí contigo, ya paso, ya todo estará bien beba.- Un Leonardo con rostro angustiado y ojeras marcadas esta observándome como si en cualquier momento me iría del planeta de la vida.
-Carla hija.- Entra mi padre agarrando mi mano con el mismo par de ojeras profundas acompañada con ciertas arrugas de la edad de sus años; observo el ambiente en donde me encuentro, paredes blancas, yo con una típica bata de hospital en una cama de éste mismo, un pequeño televisor indicando las noticias enfrente de mi.
-¿Cómo te sientes?.- Vuelve a insistir
-Bien, sólo algo desorientada.- Admito
-Esta bien, aquel mal nacido no saldrá de esas rejas por unos cuantos años.- El rostro de de Leonardo refleja dureza
-En eso tienes toda la razón Leo.- Habla mi padre con la misma expresión
-¿Qué hora es? ¿cuánto tiempo he estado aquí?.- Las palabras salían lentas, mi sueño seguía presente, pero mis nervios al pensar de verlo seguían intactos
-Llevas un día entero dormida, sin contar cuando la policía te rescato.- Responde Ricardo
-¿Cómo lo pudieron encontrar?.- Pregunto
-No fue dificil, no tuvo nada de cuidado y dejo muchas pistas al aire.- Esta vez quien habla es Leonardo, en ese instante entra mi mejor amiga con mi prima, sin pensarlo dos veces ambas me abrazan fuerte, aprieto un poco los ojos del dolor en ms muñecas, por las marcas dejadas de las ataduras, notaron mi expresión.
-Lo sentimos nena, estábamos sumamente preocupadas, la verdad si algo te hubiera pasado no se que hubiera sido de mi.- Yessica me observaba triste, con el mismo par de ojeras que las de mi prima, padre y novio.
-Ya estoy bien, no tienen porque preocuparse tanto.- Trato de calmarlas
-Lo mandaron a la cárcel ¿verdad?.- Verónica dirige esa pregunta a mi padre que no me quita la mirada de encima
-Por supuesto.- Le responde, aquella asiente y se vuelve para mirarme.- Que bueno que no te haya hecho nada grave, porque sino, yo misma hubiera ido a la cárcel para molerlo a golpes.- No me sorprende su comentario y sabría que si hubiera sido capaz, hasta creo que se lo merece, pero bueno, no se nada ahora en verdad...
Me hicieron ciertos exámenes, al observar que todo estaba perfectamente bien me mandaron a casa.
-Al fin en casa.- Suspiro en voz baja al estar en la entrada del pasillo principal
-Prepararé café, ¿alguien quiere?.- Pregunta mi padre, asiente al igual que mis acompañantes, en eso noto algo raro.
-¿Y Grace? No la vi en el hospital, ni tampoco aquí en la casa.- Mi padre tensa su expresión por unos segundos
-Esta bien... solo esta por ahí trabajando.- Responde con falsa naturalidad
-¿Trabajando? ¿un domingo en la tarde?.- Pregunto extrañada
-Exacto, tenia cosas atrasadas y quería adelantarlas.- Vacilo unos segundos al creerle pero al final pienso en que ese no es mi problema, me dirijo hacia mi cuarto con mi batallón por detrás de mis espaldas para luego cerrar la puerta y recostarme en la cama.

ESTÁS LEYENDO
Let the party begin mother fuckers (Editando)
Teen FictionMy life is a Mess and I need some descontrol