-Suéltame por favor.- Suplico
-hueles tan bien niña.- Pasa su lengua nuevamente en mi cuello haciendo que se me ponga la piel de gallina y mis lágrimas corran sobre mis mejillas sonrojadas por el calor.
-Suéltame, te daré todo lo que quieras.- Vuelvo a suplicar
-Puedes darme lo de allá abajo.- Susurra tocandome en donde nadie le gustaría ser tocado sin su consentimiento, siento una oleada de ira, tristeza, todo mezclado invadieron mi ser, me sentia debil, aunque usara todas mis fuerzas para zafarme de su agarre no podía, mi única opción era llorar, sollozar y ahogarme de impotencia y frustración.
-Seras mia, quieras o no preciosa
Despierto agitada y con algunas lagrimas en mis mejillas, mi corazòn no deja de palpitar de forma brusca, es la tercera vez que sueño con Lucas de una forma agresiva a pesar de que nada màs lo haya visto una vez en mi vida, sin embargo eso me asusta. Me levanto de mis sábanas color lila con blanco para apoyar mis pies desorientada en el piso helado, inhalo fuertemente tratando de calmarme, reviso la hora de mi celular indicando las 6 de la mañana, ya casi amanecía por lo que sè que toca la limpieza en la casa como siempre y para que mi padre no diga que sigo siendo una vaga, voy en busca de las cosas de limpieza pero sin antes de cepillar mis dientes y recoger de mejor forma mi cabello desordenado.
-Buenos días, al parecer madrugaste.- Habla mi padre Ricardo detras de mi sorprendiendome, sacando la escoba en la cocina, me encojo de hombros y le dedico una sonrisa sin ganas.
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No termine tan cansada, al parecer con que cuatro personas limpien la casa uno termina màs ràpido y se cansa menos.
Contaba los dìas para que empezara las clases y se acabara el verano, sè que suena raro pero me hacía falta estudiar, despejar mi mente con otras cosas, al final y al cabo asì cambie o no mi apariencia, siempre voy a ser un ratòn de bibliotecas.
Me dirijo a mi cuarto para ver nuevamente mi celular, eran apenas las 10 de la mañana, sin embargo no quería hacerme la idea de quedarme en casa, sentía que me iba a enfermar en esas cuatro paredes, así que opté para mi salud mental, caminar por ahí.
-¿A dónde vas?.- Pregunta mi padre cuando ya me encuentro cerca de la salida, tomando mis llaves, aquel se encontraba viendo la televisiòn relajadamente
-Caminar, estoy aburrida.- Respondo con simpleza
-Bueno pero ten cuidado.- Agrega sin quitar los ojos de la televisión
Camino sobre las calles, observando cada detalle de aquellas, la tranquilidad era sorprendente, relajante, dándome la sensación de alivio por lo menos unos cuantos minutos, casas de ladrillos rojos decoradas con flores en su entrada, uno que otro hogar pintado de colores, distintas tonalidades, dándole un ambiente divertido, vibra mi celular interrumpiendo mis pensamientos.
-Dime.- Respondo mas dura de lo que creí
-Wuo, relájate, ¿cuál es la agresividad?.- Una leve risa se le escapa de su garganta al otro lado de la línea, al notar que no iba a responder ante su comentario, agrega.- Queria saber que hacías
-Camino por el vecindario, ¿por?.- Indago
-Estoy aburrido en mi casa, ¿puedo acompañarte?.- Sinceramente quería estar sola unos momentos pero me parecía grosero decirle que no
-Claro, estoy casi llegando al parque
-Bueno en 5 estoy allí.- Cuelgo y me dirijo al parque, solo hay algunas personas haciendo ejercicio o jugando con sus niños, me siento cómodamente en uno de los bancos de madera observando la nada, no tenia idea de porque la sensación de melancolía me invadía.
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Let the party begin mother fuckers (Editando)
Teen FictionMy life is a Mess and I need some descontrol