Louis se levantó aquella mañana con la peor cara del mundo, se sentía cansado debido a que había dormido hasta las altas horas porque no se podía concentrar y realmente deseaba terminar aquel libro y lo había logrado. Tenía que devolverlo, eso era lo único que pasaba por su mente mientras caminaba por los pasillos de la escuela que ya se encontraban llenos de gente esperando a que el timbre anunciara el inicio de las clases.
- Hola Louis – saludó su amigo Zayn sin muchas ganas debido a que su ánimo no era el mejor en la primera hora de la mañana – luces peor que yo.
- Eso es verdad – dijo Liam empezando a caminar junto a ellos.
Louis no le encontró mucho sentido a la aparición repentina de su amigo Liam, ni siquiera se había dado cuenta del momento en el que se les había unido. Estaba demasiado desconcentrado.
- ¿En que momento llegaste? – preguntó extrañado.
- Llegué con Zayn – dijo preocupado por la actitud del de ojos azules - ¿Te encuentras bien? – preguntó mientras Zayn soltaba un ruidoso bostezo.
- No dormí anoche – se encogió de hombros.
- ¿Tuviste acción Lou-Lou? – preguntó el de cabello negro como si el sueño se le hubiera quitado de repente.
- Nada de eso Zayn – dijo despreocupado – simplemente no podía terminar de leer el libro que pedí prestado ayer.
- Creo que te casarás con un libro.
- Déjalo Zayn – replicó Liam – no todas las personas son como tu.
Los tres chicos caminaron hasta el aula de clases y se sentaron como todos los días cerca hablando de muchas cosas sin sentido en lo que esperaban a que una aburrida clase más diera inicio. Zayn se apoyó esta vez en la mesa que se encontraba frente a ellos y empezó a dormir durante toda la clase, esta vez logró pasar desapercibido por el maestro… vaya que tenía suerte, pero sólo complicaba un poco más la tarea de Louis de mantenerse despierto.
Siempre había creído que la primera clase del día era como una obra malvada creada por alguien que realmente no tenía nada que hacer y simplemente tenía ganas de molestar a los demás para hacer su vida menos aburrida.
Cuando terminó su primera ronda de clases del día Louis se separó de sus amigos para ir a la biblioteca a devolver el libro y tal vez encontrar otro más que le pareciera interesante. Sin muchos ánimos entró y le dio el libro a la encargada que simplemente le sonrió como siempre lo hacía, era una mujer demasiado amable, pero por lo que llevaba ahí se había dado cuenta de que ella no disfrutaba del trabajo.
Caminó por los estantes y sin más tomo un libro hasta que de repente la voz de la mujer de lentes encargada de la biblioteca lo saco de todos sus pensamientos.
- ¿Vas a devolver el libro? – preguntó la mujer.
Louis no pudo evitar levantar la mirada y ver entre las filas de libros y lo que vio lo dejó sin palabras. Ahí estaba nuevamente aquel chico de ojos verdes parado frente a aquella mujer regresando un libro que le entregó sin mucho interés y como lo había hecho el día anterior cuando estuvo frente a él, no dijo nada. Su corazón latió con fuerza y sintió el rubor cubrir sus mejillas.
No supo cuanto tiempo lo estuvo observando directamente, pero de repente la verde mirada se dirigió a él causando que el libro que sostenía casi se le cayera alarmándolo por completo haciendo que sus nervios empeoraran. Después de eso, al volver a fijar su vista en aquel chico, lo vio caminar hacia los estantes de libros lo que hizo que Louis no pudiera contener su curiosidad. Miró como revisaba los libros y después abandonaba unos y tomaba otros quedándose al final de su recorrido por los estantes únicamente con tres de ellos los cuales leyó con tranquilidad hasta que el timbre sonó inundando cada rincón de la biblioteca.
Recorrió el lugar con la mirada y vio como el chico de esos hermosos ojos verdes se acercaba a depositar un par de libros que había estado leyendo en aquella mesilla de los libros utilizados para después retirarse… se sintió enfermo, como una niña tonta enamorada sin sentido ni razón. Tomó los libros que propiamente había estado intentando leer y se levantó, caminó hacia la mesa para depositarlos ahí pero sus ojos se detuvieron en ese par de libros que había logrado reconocer en las manos de su ahora “amor secreto” y sin pensar los tomó… se dirigió hacia aquella chica que atendía aquel lugar y los pidió prestados para devolverlos al día siguiente. Al salir se dio cuenta de que era algo tarde y al llegar a su salón tuvo que pedir permiso al profesor a cargo de la clase para que lo dejase entrar.
- Te eh dicho que leer no te llevará a nada bueno – dijo Zayn al tener a Louis a su lado – ahora llegas tarde a clases.
- Es solo… - dijo un poco avergonzado por la acción que había cometido – se me fue el tiempo al pedir estos dos libros prestados – los mostró desinteresadamente.
Hubo un pequeño momento de silencio en el que ninguno habló para prestar aunque sea un poco de atención a la clase que su maestro daba.
- Es extraño – dijo Liam rompiendo con esa atmosfera de aburrimiento.
- ¿Qué cosa? – preguntó Zayn luchando contra sus parpados que querían cerrarse.
- Estos – señaló los libros de Louis – no son el tipo de libros que sueles leer.
Louis se sintió descubierto por aquella observación que su amigo acababa de hacer y sintió el rubor cubrir sus mejillas de una forma violenta… era verdad, de no haber visto a ese chico tomarlos, jamás les hubiera prestado ni la más mínima atención puesto que no estaban dentro de sus conceptos de lectura.
- Es verdad – dijo Zayn ya más despierto – y se ha puesto nervioso – se burló.
- No- no es verdad – dijo Louis con dificultad empezando a guardar los libros entre sus cosas para dar por terminado aquel tema – es sólo que quiero probar con otro tipo de libros.
- ¿Crees que nos engañas? – Zayn lo miró con picardía - ¿Quién lee estos libros que ha causado tu interés queridísimo Boo Bear? – usó el apodo que la madre de Louis utilizaba para llamarlo.
- Ya les dije la razón – dijo Louis molesto y abochornado.
- Deja de fastidiar Zayn – dijo Liam ya fastidiado – si no te quiere decir es porque tiene sus razones.
- Payne, Tomlinson y Malik – escucharon la voz del profesor nombrándolos a lo que los tres enseguida lo miraron – si su conversación es más divertida que mi tema, por favor salgan y hablen afuera.
Resignados los tres tomaron sus cosas y salieron del salón de clases en medio de las burlas de sus compañeros que miraban divertidos la escena.
Los tres chicos empezaron a caminar por los pasillos vacíos de la escuela buscando en que distraerse, al final decidieron sentarse a las afueras del colegio, en unas mesillas que estaban instaladas ahí para el descanso de los alumnos entre clases.
En lo que sus amigos platicaban de cosas sin sentido y reían de lo que veían pasar, Louis aprovechó ese momento para sacar el libro y dirigirse a la última página donde sabía que se encontraba el registro de las personas que habían tomado el libro en un momento y leyó con una letra delicada y trabajada el nombre de aquel chico, aquella última persona que había tomado el libro “Harry Cox”. Su corazón latió con fuerza al saber el nombre de ese chico por el que soltaba suspiros de vez en cuando, no podía creer que a pesar de no conocerlo ya se encontraba amándolo con todo su corazón… era ilógico, estúpido, pero ¿Desde cuándo el amor razonaba? Si él se ponía a analizar todas las novelas románticas que había leído se daba cuenta de que aquel sentimiento no era algo que se planeara, simplemente llegaba y lo peor era que se dirigía a la persona menos imaginada, pero en su repertorio nunca había leído algún libro donde se enamoraran sin siquiera conocerse… a excepción de “El mensaje en la botella” de Nicholas Sparks, pero esa era otra historia muy distinta a la suya.
- Harry Cox – escuchó la voz de Zayn pronunciando aquel nombre.
- ¿Qué? – preguntó alarmado Louis apartando la vista de aquellas letras.
- Ahí dice eso – dijo divertido su amigo de cabello negro – ese nombre que has estado leyendo completamente perdido por más de cinco minutos.
No podía creer que se había perdido tanto tiempo mirando sólo el nombre del chico… su amor estaba mal, principalmente porque era un amor no correspondido.
- ¿Quién es? – preguntó Zayn.
- No lo sé – dijo Louis con desanimo.
- ¿Te gusta? – preguntó Liam con su tono comprensivo que nunca lo abandonaba.
- Peor que eso – susurró avergonzado – apenas ayer me dio un libro y empecé a sentir que lo amaba.
- Vaya… - susurró su castaño amigo – debe de tener algo muy especial como para que sientas eso e intentes cambiar tu estilo de lectura por él.
- Sólo… - susurró – siento que si leo lo mismo estaré más cerca de él ya que en persona ni siquiera me le puedo acercar y no puedo evitar sentirme nervioso sabiéndolo en el mismo lugar que yo… quiero entenderlo por medio de los libros que lee sin siquiera conocerlo.
- Que tierno Lou – dijo Zayn con una enorme sonrisa dibujada en su rostro haciendo que el sonrojo se hiciera más notorio en sus mejillas - ¿Sabes cuántos años tiene? ¿En qué aula está?
- No tengo idea de nada acerca de él… es un desconocido – dijo desanimado – los libros me ayudarán a conocerlo.
Liam le dedicó una de esas sonrisas que tanto tranquilizaban al chico de ojos azules, sabía que sus amigos nunca lo iban a juzgar ni hacer a un lado y mucho menos cuando él sentía que estaba en problemas, porque eso era ese amor para él, un problema con el cual su corazón estaba luchando con lidiar.
Las clases continuaron con su rumbo normal al que ellos pudieron incorporarse una hora después, ya no hablaron más en las clases porque temían que alguno de los demás profesores igual decidieran sacarlos del aula y no iban a soportar más burlas de sus compañeros, así que decidieron dejar esa conversación como estaba, no tenía mucho sentido continuarla cuando Louis creía que eso era simplemente algo pasajero.
Terminaron las clases en ese instante y Louis se sintió completamente libre, así que dio un grito de alegría mientras Zayn se tapaba los oídos quejándose por su escándalo. Caminaron juntos hacia la salida del colegio y ahí cada quien tomó su camino.
El cielo era un poco gris, Louis daba gracias a que su madre tenía esa cualidad de predecir el clima y lo había obligado a llevar un paraguas a la escuela. Lo abrió al sentir la primera gota de fría lluvia golpear su cara y siguió su camino tranquilamente sintiéndose completamente seguro por la protección que este le daba.
Sus pensamientos viajaban de Harry a los libros, de los libros a Harry cuando en un momento dado escuchó un peculiar sonido que provenía de un lugar no muy lejano. Levantó la vista y vio que debajo de un poste había una caja con un pequeño gatito hambriento que lloraba mientras la gente pasaba a su lado ignorándolo por completo… así eran las personas, no tenían corazón. Pensó un momento en llevárselo, tenía miedo debido a que una de sus hermanas era alérgica a los gatos, pero si no se lo llevaba ese pequeño moriría de frío y hambre. Iba a dar un paso para empezar a acercase cuando vio que alguien por fin se detuvo frente al gatito… era Harry. Miró a lo lejos los ojos verdes brillar con ternura para después agacharse a acariciarlo. Harry le susurraba cosas al gatito que Louis no podía escuchar debido a la distancia.
Sintió en su estomago un vuelco… no podía creer que fuera ese el Harry que siempre veía en la biblioteca, en ese momento se daba cuenta de que él era mucho más que esa mascara de seriedad que siempre tenía. ¿Qué si su amor no correspondido podía crecer aun más? Unos minutos antes de ver aquello hubiera dicho que no, que su amor estaba a su límite, pero se dio cuenta de que no era así, que su amor si podía ser aun más grande.
Harry levantó a aquel gatito y lo apretó contra su pecho después de asegurarse de que nadie se encontraba cerca que pudiera notar su bondad. Louis había logrado pasar desapercibido debido a aquel escondite que había ocupado desde el momento en el que había visto al rizado llegar. El de ojos verdes empezó a caminar con el gatito entre sus brazos para así protegerlo de la lluvia y el frío… era lo más tierno que jamás había visto. Se llevó una mano al pecho saliendo de su escondite y suspiró enamorado con una enorme sonrisa adornando su rostro.
¿A caso existía alguien perfecto? Louis creía firmemente que si, y esa persona era de la que se había enamorado como tonto en sólo dos días sin siquiera conocerlo. Tal vez sentía que él podía ver a través de Harry sin siquiera dirigirle la palabra, no lo sabía, pero realmente lo amaba de todo corazón, cada parte de su alma se lo confirmaba y cada suspiro inesperado se lo aseguraba.
¿Cuánto tiempo se podría soportar sin hablar con la persona que amas? No estaba seguro, pero pensaba esperar, él simplemente tenía una enorme fe inquebrantable.
El amor era como en sus novelas, realmente confuso y la verdad era que no quería entenderlo, sólo quería sentirlo el tiempo que estuviera.
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A Primera Vista... [Larry Stylinson]
FanfictionCreo que pensar en la frase "amor a primera vista" es demasiado irresponsable y tal vez al final de este camino pienses que debí haber sido idiota como para enamorarme por "ese simple hecho".