Capítulo 17.

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Harry mantenía los ojos cerrados mientras sentía la caricia de Louis en su cabello. Amaba cuando él hacía eso, lo hacía sentir tranquilo, como si no tuviera que preocuparse por nada en especial, como si todo el mundo que lo rodeaba desapareciera en un abrir y cerrar de ojos. Eso era a lo que había decidido llamar “la magia de Louis”.

Su cuerpo se estremeció de una forma rápida cuando sintió el rostro de Louis cerca del suyo, a pesar de tener los ojos cerrados sonrió pues sabía lo que seguía. Los labios de Louis eran delgados y suaves, adictivos como una droga, necesarios como el aire para vivir.

- No tienes idea de cuanto te quiero – susurró el de ojos azules en su oído después de tan increíble beso que lo había llevado al cielo en sólo unos segundos.

Se animó a abrir los ojos topándose con el rostro sonriente de ese chico que tanto amaba y no pudo evitar sentir una revolución en su estomago, le regresó la sonrisa haciendo que sus hermosos hoyuelos se marcaran en su rostro de una forma perfecta… eso era amor.

Si alguien le hubiera pedido en ese momento que describiera el amor, simplemente hubiera podido decir que físicamente el amor tenía ojos azules y hermosa sonrisa… emocionalmente era dulce, alegre y persistente, pero también hubiera agregado que el amor para él tenía otro nombre que era igual de hermoso que el sentimiento mismo: Louis.

- Te apuesto lo que quieras a que te quiero aún más – atinó a responderle logrando que esos hermosos ojos del color del cielo brillaran de una forma indescriptible.

- Muy bien – dijo Louis levantando la vista y analizando el parque donde se encontraban.

Harry conocía aquella mirada, sabía que algo traía entre manos pero estaba buscando la forma perfecta de ejecutarlo. Sonrió inconsciente, sabía que lo que su novio pidiera no le iba a traer nada bueno, pero aún así estaba dispuesto a lo que fuera por él, al final siempre conseguían pasar un buen rato aunque fuera haciendo cosas tontas.

- Levántate – dijo Louis en tono de orden.

Con mucho pesar levantó su cabeza de las piernas de su novio y quedó completamente sentado en aquella banca del parque. No había mucha gente puesto que ellos habían decidido que lo mejor que podían hacer era ir entre semana al parque, las personas nunca planeaban pasarse por ahí esos días y ellos tenían la oportunidad de hacerse los tontos como quisieran.

- ¿Qué tienes entre manos? – preguntó curioso.

- Mira – señaló un pasamanos – nos colgamos de ahí y el que soporte más tiempo, quiere más al otro, ¿de acuerdo? – brillaron sus ojos como si no fuera la primera vez que lo hiciera, con la completa seguridad de que iba a ganar.

- De acuerdo – dijo el rizado dispuesto a demostrarle lo equivocado que estaba.

Ambos corrieron como niños pequeños y cada uno se agarró de un tubo del pasamanos que no era demasiado alto así que tuvieron que doblar las piernas después de agarrarse con fuerza para quedar completamente colgados, cargando todo su peso en sus manos y brazos.

- Esto es algo tonto – dijo Harry riendo.

- ¿Entonces por qué aceptaste? – preguntó sin borrar la sonrisa de su rostro.

- Tal vez soy un tonto.

Se empezaron a reír por el comentario del rizado logrando que sus brazos perdieran la fuerza, quedando tirados en el suelo arenoso al mismo tiempo sin dejar un solo segundo esa risa animada.

- Aguanté un segundo más que tú – dijo Louis en el suelo.

- ¿Cómo sabes? – empezó a levantarse para después tenderle la mano a su novio para que hiciera lo mismo.

A Primera Vista... [Larry Stylinson]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora