Habían pasado tres meses desde aquella dramática despedida que había tenido con Harry en ese frío aeropuerto sin sentido. Al final el rizado se había marchado… nuevamente se había ido y lo había dejado solo puesto que a pesar de que conservaba aquella nota y las flores se encontraban perfectamente secas para ser usadas como separadores de libros, el rizado jamás lo había buscado como lo había prometido.
Seguía trabajando con ese escritor sin talento que tenía más de un insulto para la lengua, pero con lo bien que le pagaba había conseguido cambiar de departamento y vivir cómodamente. Era su día de descanso, ya había terminado de analizar y corregir los últimos escritos estúpidos que su jefe le había mandado y al saber que le habían encantado sus arreglos se sintió completamente satisfecho.
Tomó asiento frente al gran televisor que había en su departamento y lo encendió esperando encontrar algo que lo distrajera aunque fuera por unos momentos su terrible rutina. Aunque si lo pensaba con detenimiento, estaba seguro que no había encendido un televisor en los últimos meses con tal de no toparse con noticias acerca del famoso “Edward Styles” pues saber de sus éxitos le hacía pensar que así como se había ido, lo había olvidado.
Pasó los canales sin prestar atención en realidad hasta que uno al fin captó su atención por completo. En la pantalla se reflejaban muchas personas llenas de cámaras y libretas para anotar, todos posicionados frente a una mesa con un agua embotellada y detrás de esta una silla… definitivamente era una conferencia de prensa. Se quedó ahí por mera curiosidad de saber quién era la celebridad y de repente el alboroto empezó. Lo miró ahí, en su televisor con esa sonrisa hermosa que no había cambiado para nada.
“ – Buenos días – la voz de Harry inundó su apartamento – me alegro de que estén todos aquí, al parecer siguen habiendo personas interesadas por los libros – causó una risa en todos los presentes, pero Louis simplemente se encontraba mudo.
- Primero que nada me presentaré– empezó una chica atractiva que tenía una grabadora de voz en mano –Me llamo Emma y para mi es un placer estar aquí en esta conferencia ya que es grato para todos los lectores poderle poner un rostro a la persona que nos lleva a pasear en tan gratas e interesantes historias – Harry asintió con una amable sonrisa - Díganos joven Styles, ¿De qué habla su nueva obra?
- Es una historia de amor como siempre – comentó – sólo que esta es especial, está dividida en dos partes. La próxima parte estará disponible en un tiempo indefinido.
- ¿Algún motivo por el cual la convierta en especial? – preguntó otro del montón.
- Digamos que la empecé a escribir cuando me enamoré por primera vez.
- ¿Por qué se llama “H & L”? – preguntó uno más.
- Son los nombres de los personajes principales, de esos que viven la historia de amor en cada una de las páginas…”
Louis sintió que el departamento se sacudió en un temblor, pero después se dio cuenta de que había sido su propio cuerpo el que se había sacudido. Recordó aquel pequeño dije que colgaba de su cuello hacía años atrás y el “H&L” grabado en él.
Se levantó del sofá de un brinco, caminó velozmente hacia la entrada del apartamento para salir después de tomar algo para abrigarse del perchero. Era diciembre y normalmente el frío era casi insoportable, pero en ese momento era lo que menos le importaba.
Sin aminorar el paso recorrió todas las tiendas de libros que conocía hasta que encontró una en especifico que tenía un montón de carteles enormes donde se anunciaba la venta de ese libro en especial. Sin pensarlo entró y se dirigió al mostrador.
- ¿En qué puedo ayudarlo? – preguntó el hombre que se encontraba en ese momento atendiendo el lugar.
- Buscaba el nuevo libro de Edward Styles – dijo respirando rápidamente.
- ¡Oh! – soltó con pena – creo que se han agotado.
- ¡Maldición!
- Pero si quiere buscaré, intentaré encontrar uno para usted.
- ¿No sería mucha molestia? – preguntó con esperanza.
- Claro que no – dijo amablemente – espere unos minutos.
El hombre desapareció detrás de una puerta y Louis aprovechó ese momento para pasear su vista por el lugar. En un estante especifico vio enfiladas las 3 obras de Harry, aquellos libros que él había leído con devoción antes de enterarse de quien era el autor realmente. Habían sitas de esos libros que él se sabía de memoria, las podía decir sin problemas por la cantidad de veces que los había leído. En ese momento entendió porque aquel escritor misterioso que no ponía sus fotos en los libros se había convertido en su autor favorito.
- ¡Qué suerte tiene! – escuchó la voz del hombre nuevamente y volteó al instante para toparse con que tenía una copia del libro entre sus manos – este es el último – se lo entregó.
Después de cumplir con todo el proceso de compra, Louis pensó en dirigirse a su casa a leerlo tranquilamente, pero las ansias le estaban ganando. Caminó por las calles hasta encontrarse con un parque completamente solitario, se sentó en una de las bancas que habían en él y empezó a leer la parte de atrás del libro la cual sólo citaba “Porque todo empezó con un libro”.
Abrió por fin la obra y comenzó a leer sorprendiéndose de lo que sus ojos veían.
“Harry era un chico muy solitario y su más grande refugio para conservar esa soledad eran los libros. Pasaba horas enteras en la biblioteca escolar después de haber quedado, en realidad, estar ahí le había costado mucho esfuerzo y trabajo así que lo aprovechaba al máximo.
Uno de los tantos días en los que se encontraba vagando por las letras que lo llevaban a mundos distintos al que a él le había tocado vivir conoció a aquella persona que estuvo seguro que cambiaría su vida para siempre.
Sus ojos azules como el cielo reflejaban el alma pura que su interior albergaba y Harry no pudo evitar perderse en ellos, ese cabello castaño perfecto, esa sonrisa hermosa eran todo lo que necesitaba para encontrar una razón.
Desde ese día, aquel día en que vio a esa chica por primera vez empezó a tomar cada uno de los libros que ella leía intentando así escribir una historia a su lado aunque fuera sólo en su mente, haciendo un esfuerzo imaginario por que se trazara un camino que lo llevara directo a su corazón”
Ese prólogo no había hecho nada más que acelerar el corazón del de ojos azules. Esa era su historia, estaba seguro.
Jamás se había imaginado que Harry hubiera pasado por lo mismo que él, en ese momento las respuestas de muchas preguntas golpearon su mente… ahora sabía la razón por la cual Harry sabía su nombre sin siquiera habérselo dicho antes.
Ir pasando las páginas era como si su corazón fuera el libro que tenía en las manos y estuviera leyendo lo que este sentía. Los recuerdos lo golpeaban de repente y sentía unas inmensas ganas de llorar más no lo hacía simplemente porque no podía. De todos los regalos que le había hecho Harry, la historia que habían construido juntos, era el mejor.
Simplemente habían pequeños trozos del libro que no podían salir de su mente a pesar de que sus ojos seguían avanzando, principalmente las primeras palabras que llegaron a formar el capítulo número uno.
“Llevaba algunos meses mirándola a los lejos, preguntándose ¿quién podría ser?, llevaba imaginando cada noche las distintas melodías de las que podría estar hecha su voz, como serían sus expresiones, que te gustaría hacer en sus ratos libres.
Cosas que solo una persona enamorada podría pensar.
Mas sin embargo, no tenía el coraje de poder hablarle, de poder siquiera sonreír en su dirección, no era por decir que él era serio, pero si una persona llena de pena que divagaba con la idea de que quizás ella podría reírse de él de sus sentimientos, de su corazón.
Pensando que quizás no era nada para ella. Y que sería demasiado para su corazón, que de casualidad alguna vez lo hubiera podido mirar con esos mares aunque sea por equivocación o por algún un accidente y no por el hecho de querer hacerlo.
¿Quién sería aquella chica? y ¿porqué se robaba el suspiro de sus noches?
La quería, la quería sin conocerla aún y eso lo llenaba de miedo.
El simple hecho de tener que guardar por siempre esos sentimientos lo aterraba.”
El frío golpeó su rostro de repente y recordó que se encontraba en medio de un parque, le faltaban solamente dos páginas para terminar de leer y el cielo era más que oscuro mientras las calles eran iluminadas únicamente por los faros que no tenía ni idea de cuando habían reemplazado a la luz solar.
Bajó la mirada contemplando las dos últimas páginas, había llegado hasta el momento de la despedida en el aeropuerto, eso lo sabía de antemano, pero en realidad lo que le intrigaba era qué clase de final le habría puesto el rizado a su historia que estaba más que seguro de que a sus fans les resultaría completamente conmovedora.
“Harry sintió su corazón romperse al subirse al enorme avión metálico que esperaba por él para llevarlo al lugar donde la vida le decía que debía de estar y las lágrimas en su rostro eran tan abundantes como las personas que recorrían el enorme aeropuerto en busca del lugar de partida de su vuelo.
Tal vez el avión en el que iba tenía una dirección específica, pero él sentía que iba sin rumbo… no la iba a perder de nuevo, de eso estaba seguro. Tenía que hacer lo posible por lograr ser feliz de una forma plena y consciente de que eso sólo podría lograrlo a su lado iba a hacer lo posible por regresar.
Su corazón se aceleró con una ligera esperanza al ritmo del avión mientras se levantaba por los cielos nublados de Londres prometiéndose a si mismo una sola cosa: si él no podía regresar, haría algo para que ella fuera a él.”
¿Pero qué rayos quería decir el rizado con aquello?
La mente de Louis trabajó rápidamente pero en lo único que pensaba era en que su cuerpo se empezaba a congelar de frío a pesar de que llevaba puesta ropa de invierno.
Se levantó de ese lugar guardando el libro en la bolsa de compra y empezó a caminar por las calles sintiendo su labio inferior temblar mientras sus brazos se envolvían en su cuerpo intentando transmitirle el calor que necesitaba.
Odiaba esa parte de él. Esa sensibilidad al frío era lo peor en su vida y lo más terrible era que Harry sabía de ella más que nadie.
“Con el paso de los días de su hermosa relación de estudiantes había descubierto que ella odiaba el frío. Temblaba demasiado y tanto sus mejillas como su nariz se teñían de un rojo intenso al sentir que la temperatura descendía, era por eso que él procuraba cuidarla a cada momento recordándole abrigarse o encendiendo la calefacción en el auto. La amaba tanto que el hecho de saberla enferma hacía que él se sintiera aún más enfermo”
Bufó al recordar como el de ojos verdes había descrito esa debilidad suya en el libro y suspiró de alivio cuando vio que el departamento se encontraba cerca y aceleró el paso. Necesitaba urgentemente llegar y meterse debajo de sus mantas.
Sus hombros dejaron la tensión de lado cuando se encontraba frente a su puerta. Rebuscó en sus bolsillos y al encontrar las llaves se dispuso a abrir la puerta pero todo quedó en eso cuando miró la mano con la que lo estaba haciendo.
“él sabía de antemano que ella era completamente diestra, la había visto escribir en más de una ocasión pero había notado que ella tenía una debilidad por usar para todo la mano izquierda, hasta para abrir puertas logrando en él una gran sonrisa. Tenía la facilidad de usar ambas manos así como la tenía para extraviar sus llaves”
Entró por completo al apartamento sintiéndose completamente feliz por la calidez de este, miró por todos lados como si buscara algo y sin más se dirigió a su habitación cerrando la puerta detrás de él. Miró la gran cantidad de cajones que se encontraban ahí pero uno en especial hizo que lo abriera sin pensarlo.
Rebuscó por unos segundos y extrajo de él un pequeño collar con una plaquita de dije… aquel que Harry le había regalado.
“Quería darle algo que simbolizara su amor, algo que pudiera perdurar años así que se dirigió a una de las tiendas de joyería más costosa del lugar dejándole entender al dueño cual era su idea. Dos dijes completamente idénticos con sus iniciales grabadas.
El suyo lo puso en sus llaves entregándole el otro a ella para que lo usara como un hermoso collar el cual le pidió que nunca apartara de su lado. Esa era su forma de prometerle que la amaría por siempre a pesar de la distancia ya que se marchaba.”
Se sentó en la cama y se sintió un tonto por nunca haber notado que Harry llevaba uno igual que él. Tenía que hacer algo y sin duda ya sabía que era…_
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A Primera Vista... [Larry Stylinson]
FanfictionCreo que pensar en la frase "amor a primera vista" es demasiado irresponsable y tal vez al final de este camino pienses que debí haber sido idiota como para enamorarme por "ese simple hecho".