Capitulo 12 (1/3)

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Fue algo inesperado Harry estaba haciendo lo que tantas veces trato pero no hizo. Estábamos los dos solo en mi habitación, todo había comenzado por una discusión pero termino en besos o casi algo más. Nos estábamos besando, yo estaba completamente desnuda, lo cual ya no era raro porque el cada que quería me quitaba la ropa a la fuerza pero esta vez yo me deje. El beso suavemente mi pecho formando un caminito de besos hasta la parte más baja de mi cuerpo, jamás había pasado algo así en mi vida, él sabía que era virgen e inexperta pero en esos momentos me sentía una diosa. El paro un momento, dejo de besarme para mirar mi rostro, mi expresión; yo había disfrutado el momento junto a él, sentirme querida por él y no odiada. Él no me humillo esta vez, me beso. Nuestras miradas se encontraron, sus ojos brillaban con una exquisita maldad que penetraban mi alma, en ellos podía ver lo que realmente él era, un persona no un monstruo como el me hizo creer antes. El me miro de abajo a arriba, lo único que pude hacer fue sonreír por que no pude hablar, si lo intentaba hacer mi voz se quebraría porque estaba muy nerviosa. Harry acerco su rostro al mío para besarme, en el momento que rozaron nuestros labios el lanzo una risa, comenzó a REIRSE.

- ¿De qué te ríes? – le dije confundida.

- De esto, estoy loco. No lo hare, no puedo acostarme contigo- me contesto entre risas, él tenía un poco de razón.

- ¿Por qué no? Yo te amo, tú me amas a mi ¿Verdad?- esperaba por lo menos que me dijera que sí.

- No te amo, ni lo hare. Siento atracción, no amor. Es el ciclo del sexo, el acechador busca una presa fácil, hermosa y vulnerable hasta obtener lo que quiere, y ya lo tengo.

- ¿Soy tu presa? – le dije triste, buscaba aunque sea que fuera suave conmigo.

- Si, lo eres. Lo único que veo en ti es sexo, no amor pero no puedo acostarme contigo, tú eres una niña todavía, estaría mal que te hiciera algo- dijo en tono serio.

Él estaba jugando conmigo, él sabía que lo amo pero lo que él quiere es jugar conmigo, jugar hasta destrozarme. La habitación se llenó de un frio silencio, él se puso su camisa de nuevo y me lanzo mi ropa, no dijo nada solo salió de la habitación.

Deje la ropa en el cesto, no me vestí y me metí a la cama para dormir. Quería dormir, conciliar el sueño para nunca despertar, no quiero despertar de mi sueño porque lo único que me aguarda en la vida real es una verdadera pesadilla. Mire el techo pensando lo que paso hace unos minutos, ¿Cómo hubiera sido todo si hubiera acostadme con él? No, no va a pasar jamás, el solo quiere destrozarme aunque con cualquier de él me destroza, su sonrisa me hace estallar, era verdad para el yo solo era un objeto sin valor, él podía hacer lo que quisiera conmigo por que como él dijo soy vulnerable, podía hacer lo que fuera por el por qué soy una fácil; soy hermosa para el (eso fue lo único lindo).

Por la mañana desperté con un dolor fuerte, una migraña. Estaba desnuda en la cama ¿Qué paso ayer? Oh si, ya recuerdo pero mejor debería olvidarlo. Entre a la ducha y rápidamente me di un baño para bajar a desayunar. En el comedor estaban Zain, Harry y Perrie. Cuando me senté en una de las sillas ellos me voltearon a ver como si hubiera hecho algo malo.

- ¿Cómo estuvo tu noche? – pregunto Zain, por un momento pensé que Harry le conto todo.

- Normal, solo dormir – conteste muy cortante.

- Harry ¿Cómo la pasaste ayer? – se dirigió a Harry.

- Sin comentarios – en tono serio.

Mientras todos desayunamos Harry estuvo muy frio, mientras Zain y Perrie estaban muy empalagosos, bueno yo como siempre solo era la x. Aspiraba saber qué pensaba Harry, que era lo que divagaba en su mente, que pasaba realmente. Perrie en los desayunos siempre se sentaba de mi lado, mientras Harry y Zain enfrente de nosotras, a veces me daba cólera de que trataran a la rubia como a una criada, ella limpiaba todos los desastres, ella se encargaba de todo, no sé cómo explicarlo pero ella corregía todo y ellos no le agradecían para nada sus atenciones. 

- Perrie deberías darte a respetar, no dejes que ellos te sigan jodiendo - le comente en voz baja.

- ¿Así como tú lo haces no? Deberías tomar en cuenta tus consejos, yo soy feliz así- me dijo enojada

- Oh, lo siento. No quise hacerte enojar, no debí hacerlo, no me incumbía reclamarte porque tú siempre has sido muy buena conmigo.

- No te preocupes, no tienes la culpa. Perdóname por contestarte mal- me sonrió.

Fotografias (Original)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora