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Un árbol grande en lo alto de una colina, subo para poder ver a lo lejos. Veo a un joven casi de mi edad mirar hacia atrás mientras muestra una sonrisa, me anima a seguir con un movimiento de la mano, veo hacia abajo y ahí hay una pareja ya son adultos pero el ver una sonrisa en su rostro hace que siga y piense que todo está bien. Veo como ya casi llego, el chico de mi frente se detiene para poder descansar pero todavía no llegamos, no siento el cansancio y sigo dejándolos atrás a todos, siento mis piernas muy fuertes, escuchó mi fuerte respiración, ya me estoy acercando, veré lo que quise ver desde que empecé a correr, veo el cielo azul grande, veo como las nubes están dispersadas dejando que el sol haga su trabajo, es difícil verlo directamente pero si hago fuertes mis ojos puedo ver un círculo formándolo, no lastima mis brazos esta vez los siento en su temperatura normal, veo como mi piel esta como debería de ser, un color moreno claro.

Me acerco cada vez más a la cima, podré ver lo que siempre quise, veré el mundo lleno de vegetación y personas riendo y comiendo, veré a niños perseguirse jugando a las atrapadas, veré niñas que se peinan entre ellas, veré a la pareja de jóvenes, ella no sabe que le pedirá matrimonio, veré demasiadas cosas que siempre quise ver.

He llegado, siento como mi boca forma una sonrisa que enseña los dientes, ya llegue.

Pero nada es como lo imaginé, todo cambia de una forma brusca, el árbol que esperaba ver está completamente seco y al ver alrededor, me quedo sin habla, no hay personas de las cuales sonreír, no hay casas, no hay niños, no hay nada, veo como hay escombros tapando los cuerpos de las personas sin vida, veo como todo está ardiendo en llamas, no hay vida, todo eso se fue, pero lo que más me aterra es el ver atrás.

Hay varias personas armadas, atacando a la pareja y al joven, veo cómo los golpean, el hombre intenta cubrir a todos pero ellos son más y lo alejan de ellos, la mujer toma al joven de la mano y se dirigen a mí, el joven toma mi mano y empezamos a correr quien sabe a dónde, no sé qué es lo qué pasa ni por qué corremos, el joven se detiene y como consecuencia nosotras también, empieza a hablar a gritos a la mujer ella sólo contesta firme pero con ojos llorosos intenta tomarlo de la mano pero él no quiere, el joven toma mi cabeza y deposita un beso en mi frente, hace lo mismo con ella y empieza a correr, levanta las manos para que lo sigan a él.

 Ella toma mi mano y seguimos corriendo, llegamos a una parte donde antes había personas, puedo oler carne quemada, puedo ver a las personas calcinadas por el fuego, giro para ver si nadie nos persigue, dos hombre vienen armados, siento confusión acerca de esto pero el miedo es más grande, veo a la mujer que toma de mi mano asustada, su rostro rasguñado y sus mejillas llenas de lágrimas, seguimos corriendo hasta llegar a una parte sin salida suelta mi mano y empieza a estrujar su cabello, está desesperada y voy a su lado y toco su hombro, ella sonríe pero el que lleguen los hombres a nuestro lugar borra esa sonrisa, me pone a su espalda y yo... no hago nada, el miedo es demasiado que hace a las personas tontas, veo cómo uno de los hombres nos apunta. La mujer empieza a gritar, está enojada pero también asustada, sus gritos se dejan de escuchar cuando el hombre dispara, grito y me abalanzo contra el hombre empiezo a golpearlo aunque no sepa, él me arroja al suelo, es mucho más fuerte que yo, quiero levantarme pero me apunta y hace que me quede ahí, escucho un disparo pero no siento el dolor de una bala, veo cómo el hombre cae con los ojos abiertos, la sangre empieza a correr por el suelo y lo entiendo, el otro hombre le disparó veo como es solo un joven como yo, me defendió, salvó mi vida.

— Lo siento.

Me dice, saca un arma de uno de sus bolsillos y apunta a su cabeza.

— Adiós.

Aparto la mirada, no es algo que quiera ver.

Me dirijo no a él, me dirijo a la mujer que tomaba mi mano, ella sigue viva pero está dejando bastante sangre, tomo mi blusa y la rompo, intento ponerla en su herida pero ella niega y toma mis manos, empiezo a llorar.

Inteligencia y FuerzaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora