Cabello castaño, piel blanca y ojos verdes, Deka era de esas niñas que difunden ternura. Sus características la hacían ver buena niña, sin la intención de dañar a alguien.
Yaiza era de esas niñas que protegen a los que les importan. Si te metes con alguien querido por ella, te irá muy mal. Sus facciones, el cabello negro y eso ojos azules van acorde a su personalidad, muy desafiante.
Vallolet era la niña que ayuda y protege a todos. No me impresionaba que fuera más apegada a Deka. Algo que me agradaba de esa chica era la combinación de ese cabello rubio y esos ojos grises.
Físicamente son muy diferentes las tres, pero conociéndolas un poco sería fácil decir que son hermanas. Deka la más pequeña y tierna. Yaiza la de en medio, desafiante y al parecer algo precoz. Por último estaría Vallolet, tranquila y compasiva.
— ¡Auch! — Exclamé.
— Ya despertó, ya despertó. Vengan. — Escuché a Vallolet hablar.
Me senté y fue ahí donde me di cuenta que me encontraba en la cama de abajo de la litera. Yaiza y Deka se acercaron. Sus ojos me miraban con... ¿impresión? Tal vez miedo.
— Hola, — comenzó Yaiza — hasta que abres los ojos, ya te habías tardado. Dudamos que despertaras después de que el gigante te diera un gran golpe en el rostro y cayeras desmayada.
Sonreí a ellas en respuesta, haciéndoles saber que estaba bien. Sentía mi mejilla algo inflamada y ardía, supuse que era lo menos que esperaría después de ese golpe.
— De verdad lo siento, estaba asustada — se disculpó Deka mientras jugaba nerviosamente con sus manos.
— No te preocupes, ya todo pasó. — Traté de animarla.
— Va a venir una joven para curar tu herida. Tomé un trapo mojado y lo puse sobre ella tratando de que mejorara, pero no funcionó creo que hasta empeoró.
¿De qué chica estaba hablando Vallolet? No tuve que esperar demasiado por mi respuesta. Vi caminar hacia nosotras a una joven de unos veintitantos años quien en sus manos llevaba una caja de primeros auxilios. Su andar era seguro, su piel morena y ojos marrones, era delgada y su cabello castaño oscuro, corto y rizado. Debo de admitir que se veía bien, además de que era mucho más alta que yo.
— Ya llegó. — Anunció Yaiza.
— Hola, soy Angélica. Traje algunas cosas para tu herida.
Me quedé sin palabras, no sabía qué responder. Estaban haciendo bastante por mí, por una persona totalmente desconocida... ni siquiera yo me conocía.
— Gracias Angélica. Mi nombre es Zenobia.
— De nada y lo sé. Todas las chicas han estado hablado de ti — la miré dudosa — por tu rebeldía hacia ellos — terminó.
Para ser sincera, no me gustó cómo lo dijo. No obstante, en parte tenía razón. No me iba a quedar con los brazos cruzados a ver cómo dañaban a unas niñas.
— Necesito desinfectar la herida, sino se infectará más de lo que ya está. Puede que esto te duela.
— Está bien, empieza.
Se aseguró que lo dijera en serio viéndome a los ojos y procedió a desinfectar la herida. Tomó una botella con un liquido transparente y vertió su contenido en mi herida. Apreté los dientes para no gritar, no quería hacerme acreedora de un nuevo golpe del otro lado de mi cara. Cuando terminó metió las cosas de nuevo a la caja. Sentía todavía más inflamada mi mejilla, aunque sabía que eventualmente terminaría ese dolor.
— Gracias.
— De nada.
Se alejó no sin antes despedirse de las niñas.
— ¿Es agradable verdad? Yo la conseguí para ti. Está a unas cuantas literas adelante.
— Gracias Yaiza, gracias a todas.
Algunas lágrimas imprevistas de agradecimiento salieron de mis ojos. Jamás me imaginaría que cada gota que saldría de mis ojos dejaría de ser por algo bueno. Lloré de felicidad sin saber que los días que iba a pasar ahí me destruirían, o harían intento de. Cada vez que llorara, cada lágrima que iba a soltar sería por dolor.
— Dijeron que mañana temprano comenzarían los entrenamientos — anunció Vallolet.
Asentí.

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Inteligencia y Fuerza
Bilim KurguNo ames. Siempre ama. ¿A qué voz obedecer? ¿Estará mal querer o amar? ¿Por qué pienso esto? Puede que algunas veces te hagas alguna de estas preguntas, yo lo hago todos los días desde que tengo memoria de ser yo... Zenobia. Obra corregida por @...