Inteligencia y Fuerza

18

Habían pasado horas desde que los gases se escaparon, no habíamos comido ni entrenado, solo estábamos todos, los dos géneros en la habitación. Unos mirándose a otros con miedo y enojo, como si fueran una competencia, y así es.
Todos pelearan por su vida, sin importar a quien asesinar. Me doy cuenta de lo costosa que es la vida, todo lo que se tiene que hacer para que tu corazón siga latiendo, para que tu nariz respire un y otra vez. No se si decir que es algo egoísta.
Me gustaría, que todos cambiaran, que vieran que no solo existe pelar y matar, yo que sé, podríamos escapar, formar una rebelión contra todos ellos, podríamos ganar.
Ir en cada pueblo restante juntando a los mas fuertes, y así iríamos a los juegos mas grandes, y acabaríamos con ellos.
Pero todos están hundidos en ganar, en sobrevivir.
Algo es seguro, que si hacemos lo que Adam propone, no todos saldremos. Quien sabe si yo salga. No me importaría, seria una forma de descansar y de dejar de pensar en las cosas.
Que tiene que quedara aquí muerta, que mi cuerpo se quemara con el fuego, que las aves y plantas se alimenten de mi, ya estaré muerta, en ese entonces no sentiré nada.
Quito los malos pensamientos de mi cabeza y avanzo con las chicas quienes no se han separado.
Ya van varias peleas entre jóvenes, se ve muy claro como se creen mucho, se sienten los mejores aquí, pero apuesto si tuvieran una pelea con Angélica saldrían llorando.
Tirzah aun está algo triste, no la puedo entender, pero quisiera.
Al momento de llegar con las chicas, varios jóvenes se acercan a nosotras. Muy mala señal. Son cuatro jóvenes y se ponen frente de nuestro grupo que está en el centro de todo, las niñas están al centro del circulo que formamos todas nosotras.

-¿Cómo están chicas?

Pregunta uno de ellos, el que dirige al parecer al grupo. Me fijo bien en su rostro y me doy cuenta de que fue el chico que me aventó el primer día. Pronto el enojo me llena, pero lo mantengo al margen.

-¿Qué es lo que quieres?

Dice Angélica cortante.

-No lo sé... estamos aburridos, creímos que nos podrían ayudar con eso.

Tocó el hombro de Angélica, ella lo retiró de una forma brusca y lo golpeó fuerte en la cara. Pronto sangre empezó a salir de su nariz.
Se incorporó.

-Wow... no me lo esperaba.

Apenas había levantado su brazo para golpearla cuando me metí entre ellos dos.

-Vete de aquí.

-Ah... ya se quien eres tu, la chica torpe, me castigaron después de eso, hay que arreglarlo ahora.

Estaba a punto de darme un golpe cuando Angélica lo golpeó en el estomago, después las chicas se pusieron a mi lado, preparadas por si hacia falta pelear.
Cuando el chico tomó aire, los de su lado se acercaron más, creo que no nos van a dejar.
Y fue cuando la pelea inició. Cada chico con cada chica, yo tenía al elegido que pelearía conmigo. Nicole, Tirzah y Angélica peleaban conmigo contra los chicos, quienes se veía que sabían pelear. Ví como Tirzah resbaló, no pude ayudarla ya que el chico con el que yo peleaba me dio un puñetazo en la cara. Quedé en el suelo, el chico sonrió y se agachó a mi, tocó mi rostro con delicadeza pero después me empezó a golpear y golpear, sentía mi cabeza golpear el suelo una y otra vez, escuchaba a las chicas gritar mi nombre, las niñas no se acercaban, estaba bien, no quería que se involucraran. Las lágrimas empezaban a salir y salir, quería mover mis manos y me di cuenta de que ya lo estaba queriendo detener, pero mi fuerza era mínima contra él.
Cerré mis ojos y deje de sentir sus golpes, pero el dolor continuaba.
Los abrí y ya no vi al chico, vi a Angélica y las chicas, incluyendo las niñas. Sus rostros demostraban angustia.
Me ayudaron a levantar pero no soporte y empecé a llorar abrazando a Angélica.

-Este lugar es muy malo... ya no quiero estar aquí.

Le dije.

-Pronto saldremos, lo prometo.