Pienso. Lo único que puedo hacer es pensar. Siento que el tiempo se pasa más rápido si mantengo la cabeza ocupada.
El problema es que lo único que ocupa mi cabeza es...
Basura.
¿Qué habría pasado si Turquesa no hubiera conocido a Emilio?
¿Qué habría pasado si Tommy no hubiera ido a aquel cumpleaños?
¿Qué habría pasado si mis papás hubieran decidido no tener sexo aquella mañana, aquella tarde o aquella noche en la que fui concebido?
Perdón, Alejandro, me duele la cabeza.
Respuestas para hacer un recorrido retrofuturístico.
Todo es ¿y si?, ¿y si?
Qué sé yo.
¿Y si Tommy hubiera conocido a un chico en el estudio de danza? ¿Un chico con el que podría tener muchísimas más cosas en común que conmigo?
¿Y si aquel primer pibe con el que salió se hubiera quedado fascinado con sus ojos miel, sus lunares, su sonrisa?
¿Y si Tommy nunca me hubiera presentado a Turquesa?
Pienso en eso, sí. Qué habría pasado si nunca la hubiera conocido. Si no hubiéramos compartido aquella noche en Vorterix, junto con Juan, Mayra y Elisa.
¿Quién habría pagado su entierro?
Qué mierdas que pienso, ¿no?
Sí. Tengo la cabeza llena de mierda.
Mierda de todos los tipos.
Pensamientos de todos los tonos de negro. Cuando un pensamiento negro se asoma a mi mente, enseguida surge uno aún más oscuro. Compiten entre sí para ver cuáles el peor, cuál me hace más daño.
Mamá me dijo que escriba lo que siento y pienso que lo que estoy escribiendo es todo mierda.
Pienso que soy un fracasado que está viviendo con la plata que le dejo su abuelo porque ni siquiera pudo terminar una carrera de grado. Pero no la terminé porque me fuera difícil. Simplemente no quise seguirla.
Entonces pienso que soy un desagradecido.
Porque pienso en Mauricio, que trabaja todos los días dándoles clases particulares a pendejitos insoportables para poder pagarse los apuntes de la carrera y el colectivo. Y yo, que puedo darme el lujo de comprar todos los apuntes de una y de tener auto propio...
Pienso que envidio a mi hermano. Le envidio su conformismo, le envidio su simple y anodina heterosexualidad. Le envidio que una noche la puso y listo, una familia. Y yo, en cambio... Miles de papeles en adopción, idas y venidas al juzgado... Mendigando una familia a unos forros desconocidos. Pobrecitos estos putos.
Culpa. Culpa. Culpa.
¿Se puede sentir culpa de pensar?
Hijos de puta, sí.
Porque pienso que ese hipotético hijo no será mío, sino que será el residuo de una relación heterosexual fallida.
Culpa, culpa, vergüenza, vergüenza, extrema extrema vergüenza.
¿Por qué pienso tanta mierda?
Siento inseguridad. De mí, de mi cuerpo, de mi cara. Me siento feo y veo a Tommy... y lo veo tan lindo.
Siento que todos son lindos menos yo.
Siento que todos tienen suerte menos yo.
Que todos son felices menos yo.
Que preferiría ser cualquier persona menos yo.
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Gente! Gracias por leer :)
Ya el viernes es el último "capítulo". Entre comillas porque, como les dije, habrá pequeñas entregas muuuy interesantes acerca de lo que harán los chicos a partir del viernes ;)
Espero que, a su manera, hayan disfrutado este entretiempo!
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Un beso!
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Mi cielo al revés (terminada)
RomanceMaximiliano está cansado de guardar secretos. Tiene bastantes, pero hay dos que últimamente le quitan el sueño. El primero: es gay y está enamorado de Tommy, el mejor amigo de su hermana. El segundo: no quiere ser abogado como su hermano, su padre y...