Capítulo cuatro.

251K 7.5K 1.2K
                                    

Primer día sin Derek, es aburrido, ver televisión con Lucas y buscarlo por toda la casa cuando no lo escuchaba.

 

Me senté en el sofá y tomé el periódico, últimamente Derek salia mucho en el, y me enteraba de cosas que ni yo sabía.

Como ahora.

"¿Será la novia de Derek? últimamente se le ha visto salir mucho con esta chica, su nombre es Lucy Well, y es su asistente y quizás también su novia".

Y al final una foto de ellos dos saliendo de un restaurante.

Gruñi dejando el periódico encima de la mesa, su novia, su estúpida novia ¡Yo soy su novia!

El teléfono comenzó a sonar en la cocina, me levanté para ir a buscarlo, Lucas caminaba de aquí para allá con juguetes en las manos.

Descolgué el teléfono.

— Hola, nena.

— Hola bebé ¿Como te esta yendo?

— De lo mejor, estoy a punto de firmar para la empresa.

 — Vayaa. — Alargué. — Felicidades.

— ¿Donde esta mi pequeño campeón?

— Ya va, te lo pongo.

Coloqué el teléfono en el oído de Lucas. El escuchaba atento haciendo muecas raras y tratando de alejarse. Me reí, cuando Lucas sonrió como si entendía lo que decía Derek.

Lucas salió corriendo y dejo el teléfono.

— Ya no te quiere. — Le dije. — Se fue.

— Volverá. — Dijo arrogante.

— Uff, por favor, es tu hijo no una conquista.

— Vale, entonces, dile que papi esta triste.

— Esta bien, ¿Y que haces ahora?

Hubo un silencio de unos minutos, podía escuchar alguien hablando con Derek, el respondió con un simple "Ok".

— Nena, tengo que colgar, ¿Te llamo en la noche?

— Esta bien.

— Te amo.

— Yo más.  — Dije.

Suspiré y colgué el teléfono, fui hasta la cocina y me hice de comer, Lucas miraba la televisión parada al lado de la mesa.

El timbré sonó por toda la casa, me acerque a la puerta y deje el sándwich sobre la mesa.

Abrí la puerta.

— ¡Hola mejor amiga!

— Hola Lana — La abrace.

— Que calor hace ¿No crees? — Dijo ella cerrando la puerta.

Caminé devuelta a la sala Y encontré a Lucas comiendo lo que había en medio de mi sándwich.

— ¡Lucas! no. — le quite el plato y lo lleve a la cocina.

— Ven a ver que traje. — Colocó una revista de bodas encima de la mesa. — Vas ayudarme a elegir mi vestido.

Me senté en el taburete y abrí la revista, habían vestidos hermosos, tanto que me había ilusionado con al boda perfecta.

— Están todos hermosos — dije pasando página y seguir admirando los vestidos.

— Si, esa es la parte complicada, no puedo elegir uno solo.

— A ver, imagina tu boda, ¿Con que vestido te ves entrando?

Mi vida con Ellos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora