Derek.-
Tres hora mas tarde volví a casa, no quería volver pero necesitaba hablar con Lia.
Porque a pesar de todo la seguía amando como a mi vida.
Dejé a Lucas en el sofá y le prendí la televisión sus muñequitos infantiles.
Subí las escaleras en su búsqueda, pero no estaba en la habitación, ni tampoco sus cosas.
Saqué rápidamente el teléfono de mi bolsillo y marqué su número.
No contesta, pero no iba a rendirme.
Tomé mi chaqueta y salí de la casa.junto con Lucas ¿A donde iba yo ahora? Lana se fue a Hawaii, mamá esta en el bingo.Conduje hasta donde no quería ir, pero necesitaba.
Lo ví salir de su casa mientras arreglaba su chaqueta, estaba enojada y furioso.
Salí del auto.
— Hey Derek ¿Que haces a... — No lo dejé terminar y lo golpeé, el cayó al piso con su nariz sangrando. — ¿Pero que te pasa?
— ¿A ti que te pasa? ¡Maldición! Confié en ti, te dí una oportunidad, pero te aprovechaste, te acostaste con ella sabiendo que esta sabiendo que tu le gustas y no te iba a rechazar luego, sabiendo que ella esta conmigo. Pero déjame decirte, ella me ama a mi, y estoy muy seguro que si tiene que elegir ese sería yo. — Me acerqué a mi auto y abrí la puerta. — Si te vuelves acercar te romperé la cara.
Conduje lejos, aún tenía que buscar a Lia, Y Lucas se había dormido atrás.
¿Por que ella siempre tuvo que ser un problema? ¿Por que no puedo gustarme otra chica.
Porque Lia es especial.
Tomé mi teléfono y volví a marcar su número, después de tres tonos escuché su voz y sentí alivio.
— ¿Hola?
— ¿Donde estas? — Pregunté.
— No lo sé. — Dijo ella, estaba borracha, otra vez.
— Lia ¿Estas borracha? ¿Donde mierda estás?
— ¡Que no lo sé! no se como se llama este lugar, oye... — Le preguntó a alguien. — ¿Puedes decirme como se llama este lugar?
Escuché las voces de alguien del otro lado poco entendible.
— Lia.
— Odio que me llames Lia, espera, ¿Puedes repetirlo? Lo he olvidado, Oh si gracias... Se llama Saint Tressler.
— ¿Porque estas en un lugar de Strippers? — Fruncí el seño y dí vuelta en la calle.
— Ah, no lo sabía, con razón tanta gente desnuda, pero no te preocupes que no veo bien, además no estoy tan sola, la haditas han vuelto ¿Recuerdas que la rosada era mi favorita? pues ella esta aquí y te mandan saludos.
Escuché un extraño ruido y fruncí el seño.
— ¿Lia estas ahí?
— Si, ¿Esta mal que haya vomitado? ¿Tengo que limpiarlo? Por que no quiero, espera voy a salir a tomar aire.
Negué con la cabeza, el ruido de la música se escuchaba claramente en el teléfono.
De la nada dejó de escucharse y podía oir los llantos de Lia.
— Lia, bebé, ¿Estas llorando?
— No, solo sale agua por mis ojos.
— Ya estoy llegando ¿Si? No te muevas.