La Boda.
Eran las tres de la mañana y yo no podía dormir, estaba nerviosa y pensar que en pocas horas tendría la boda de mi vida.
Tambien en mi mente se encontraba Matt, nunca contestó teléfono, y no estaba segura que fuera a venir, aún así le envié la invitación por correo.
Estaba sola en la habitación de invitados de mi padre. Ayer había tenido una buena noche de despedidas de solteras.
Me pregunto que estará haciendo Derek ahora, quizás este durmiendo, o viendo la televisión.
Lucas estaba con Denise, ella no quizo dejarlo conmigo y eso me hace sentir mas solitaria.
Derek-
- Estoy muy nervioso. - Le dije a Jace mientras bebía de mi cerveza.
- Todo saldrá bien. - Palmeo mi hombro.
Eran las tres de la mañana y yo estaba metido en un bar, me desesperaba estar solo en casa y pensar en mi boda.
No veía a Lia desde hace un día y ya la extrañaba.
Mi teléfono comenzó a vibrar en mi bolsillo, lo busqué rápidamente y ví el "bebé" en la pantalla.
- Hola bebé. - Dije risueño. El alcohol estaba haciendo efecto.
- Te extraño ¿Donde estás? - Dijo ella.
- Estoy en Bucks. - Dije el nombre del conocido bar de la ciudad.
- ¿Puedo ir contigo?
- ¿No es de mala suerte?
- Si, ¿Pero a quien le importa? - Suspiro.
- ¿Vas a escaparte? ¿No nos recuerda eso cuando éramos adolescentes?
- Soy una adolescente. - Corrigio.
- Cuando eras inmadura, oh disculpa, todavía lo eres, ¿Cuando eras mas enana? - Me eche a reír.
- Que gracioso, cuando no duermes te pones mas idiota. - Dijo sarcástica.
- Al parecer tu tambien.
- ¿Sabes qué? Olvídalo, no iré a verte, ni siquiera debí llamarte.
Ella colgó el teléfono sin dejarme disculparme antes, quizás era el alcohol en mi que me ponía muy hablador, Jace me miro fijamente y rio, lo mire amenazante y el elevo sus brazos en forma de paz.
Pedí otro baso en la barra y me la bebí de un solo trago, me adentre en la pista para bailar, y aunque lo hacía solo lo hacía muy bien.
Alguien se detuvo delante de mí, no pude diferenciarla bien con la poca luz que había, se movía al compas de la música conmigo, su cabello pelirrojo chocaba con mi pecho sudado, la tome de la cintura, su piel era tan suave y blanca.
Estaba en pleno éxtasis, bailar con esa chica me llevaba al límite, me ponía tonto e idiota, estaba algo mareado pero no me sentía tan mal a su lado.
Algo en mi me incito a besar su cuello, ella me lo hizo fácil y movió su cabello hacia un lado en su hombro izquierdo. Juguetee con su cuello y apreté su cintura para tener mayor control de mi, pero no podía detenerme, no ahora.
- Lia. - Susurre en su cuello. Sabía que era ella, realmente había venido.
- Te extrañe demasiado. - Dijo ella.
- Yo también. - La voltee para que quedara de frente a mi y bese sus labios con cierta pasión.
Ella correspondió a mi beso rodendo sus manos detrás de mi cuello y eso me encantaba demás.