18. Adiós Matt, hola Aby.

129K 6.8K 1.8K
                                    

Abrí las revistas en mi mano, habían millones de vestidos blancos, cada uno completamente hermoso.

— ¿Cual prefieres tu Lana? ¿El de dorado o el blanco?

— No sé, el blanco es lindo, pero el  dorado cambia un poco la monotomía de los vestidos de boda.

— Tienes razón, aún así encerraré ambos. — Marqué con el bolígrafo en mi mano.

— Mami, judete. — Dijo Lucas tratando de alcanzar el juguete en mi mesa de trabajo.

Le alcanzé el juguete y el corrió hasta el sofá y se tiró en el.

— ¿Crees que ya se esta notando? — Preguntó Lana tocando su estómago.

La miré sonriente.

— Si, ya lo hace.

— Al menos yo si te cuento las cosas. — Entrecerré los ojos.

— ¿Que quieres decir?

— Yo... — Se encogió de hombros. — No lo sé.

— No voy a contarte de la sorpresa.

— Negué con la cabeza. — No ahora.

— ¿Cuando entonces? Me tienes hasta los nervios.

— Lo siento. — Sonreí. — Quizás después de mi boda, o del nacimiento de este bebé.

Ella me miró con los ojos abiertos.

— Eso es mucho tiempo. — Suspiró. — ¿Ya sabés de quien es el bebé?

Asentí y seguí mirando la revista.

— Ya lo sé. — Dije.

— ¿Y no piensas decirme? — Me miró con el seño fruncido.

— No. — Sonreí.

— ¿Y Derek ya lo sabe?

— Aún no. — Me encogí de hombros.

— ¡Dios Lia! ¿Por que andas con todos esos secretos?

— Tengo que irme. — Dije mirando la hora. — Matt se va hoy.

— ¿Qué?

— Se va a ir a estudiar a España, tengo que despedirme.

Tomé todo lo de Lucas y lo entré todo en el bulto azul, y cargué a Lucas en mi cintura.

— Te veo luego.

— Adiós Linda, no llegues tarde. — Besé su mejilla.

Salí del edificio hasta el auto, coloqué a Lucas en el asiento para bebé y corrí hasta el piloto.

Se me estaba haciendo tarde.

Conducí hasta el aeropuerto lo más rápido que pude, aparqué el auto y desaté a Lucas.

— Vamos bebé, a correr.

Corrí entres las personas, trantado de no dejar caer a Lucas, mientras el reía como loco.

Pude ver a Matt a lo lejos y sonreí.

— Llegas tardes. — Me sonrió viendo el reloj.

— Pero aún estas aquí. — Sonreí.

— Hola campeón. — Matt tomó a Lucas y lo alzó en el aire haciendolo reír. — Ya han llamado a mi vuelo, pero no he ido porque estaba esperandote.

— ¿Vas a volver cierto? — Pregunté esperanzada.

— Claro, no me perdería tu boda por nada del mundo. — Él besó mi nariz.

Mi vida con Ellos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora