La boda.
— ¡Yo me opongo!
Todos miraron sorprendidos hasta la entrada, él estaba ahí parado, sonriendo con su traje, sentí un peso menos en mí.
— Yo... solo bromeaba. — Rió. — Esta todo perfecto, todo perfecto. — Él fue a sentarse tranquilamente.
Derek me miró negando con la cabeza, me encogí de hombro.
— Continuamos con la ceremonía.
— Dijo el padre.
Minutos después del momento más perfecto del mundo, al fin estaba tomando un poco de aire cuando salí fuera.
Aunque aún faltaba la fiesta de celebración, solo quería ir a casa, estar en mi habitación junto con Derek y Lucas y pasar lo que queda del día.
Pero habían responsabilidades que cumplier.
La fiesta estaba cerca de la playa, lo que hacía todo mas romantico y con aire de paz.
Muchos bailaban en la pista, los niños corrían por todas partes y otros solo estaban sentados pasando el momento.
— A tí estaba buscandote. — Tomé a Matt del brazo y lo llevé lejos. — ¿Acaso que te crees? ¿Por que no contestas mis llamadas?
El me abrazó sin dejar que termine de reclamarlo.
— Te extrañe Lia. — Susurró en mi oído.
— Yo también te extrañe, pero aún sigo enojada.
— Tienes todo tu derecho. — Rió.
— Tengo algo que contarte. — Le dije seriamente.
— ¿Sobre? — Parecía nervioso al instante.
— Es sobre... Aby. — Me mordí el labio y jugué con el anillo en mis dedos.
El frunció el seño.
— ¿Que pasó?
— Ella esta viva. — Murmuré, pero él pareció captarlo.
— Lia, porfavor, no inventes cosas así por hacerme sentir mejor porque te hayas casado.
— ¡Hablo enserio! — Suspiré. Le mostré la pista de baile donde Lucas y Mandy bailaban. — Su nombre es mandy, y disculpa que te lo diga de esta manera, pero es tu hija.
Matt quedó sorprendido, estaba paralizado, hasta pensé que nunca iba a moverse.
Pude ver una lagrima caer por mejillas, Oh Dios, iba a llorar yo también.
En ese mismo momento Aby se acercó a ambos, se le notaba bastante nerviosa, y parecía buscar a alguien con la mirada.
El se movió sin decir palabra, y caminó hasta ellos, Aby pareció sorprenderse cuando lo vió y tapó su boca instantaneamente.
Matt las abrazó a ambas sin poder creerselo aún, limpié la lagrima que caía sobre mi mejilla y volví a la fiesta.
Todos estaban ahí, hasta la tía Sally y sus locos hijos, estaban Deb y papá bailando en la pista, Denise hablaba de algo con Derek, Kevin miraba desde la mesa a Matt y Aby que hablaban de no se que cosa y Lucas que corría con galletas en las manos junto a Sebastyan.
— ¿Desea bailar usted conmigo, señora Waller? — Derek apareció a mi lado.
— Claro que si, señor Waller.