La verdad.
Habían pasado tres días, todo era perfecto, todo en la casa no era nada más que felicidad, Kevin y Joseph venían todos los díaa y pasaban todo el tiempo posible que podían.
Jugabamos entre todos, y saliamos casi todas las noches, en una parte era extraño, yo lo sentía así es como sino quisieran perder cada segundo que pasaban juntos, como si supieran que en cualquier momento iba a suceder algo.
En el cuarto día lo supe todo.
Estaba en mi habitación peinando el cabello de Mandy, mientras Derek duchaba a Lucas, ibamos a tener otravez una salida familiar.
Hasta escuchar el grito de Aby, Derek salió del baño apurado y dejo a Lucas junto a Mandy.
— Quedense aquí y no se muevan. — Dijo Derek, prendió la televisión y salio de la habitación.
Lo seguí fuera temorizada ¿Que estaba sucediendo? Derek abrió despacio la puerta de la habitación de Aby.
Matt estaba en suelo con la nariz ensangretada, Aby estaba a su lado llorando desconsoladamente.
Esto no podía estar sucedienme, no a mí, no lloré, no sabía que hacer, no podía creermelo.
Solo retocedí despacio hasta la puerta negando con la cabeza, tenía millones de emociones en mi y ninguno era bueno.
No sabía que me pasaba, no tenía idea a donde iba, mi mente estaba nublada y mi vista borrosa, todo me daba vueltas hasta que todo se volvió negro.