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ARRIESGA TODO POR...

CAPITULO 14:

Los rayos mañaneros del sol se filtraban traviesos por la ventana. Me levante sobresaltada en el momento en que el maldito artefacto que se encontraba sobre mi mesa de noche, empezó a sonar. Le di un golpe a mi despertador y me levante. Me di una ducha rápida y me puse mi maquillaje especial de Moon. En verdad no era tan especial, simplemente hacia ver a Moon más clara de piel y con un producto que me había dado Charles, aparentaba que tenía unas pecas. Los anteojos, la ropa holgada, la peluca y el maquillaje era lo que separa a Danielle Moon de Danielle Abbadie.

Cuando estuve lista me dispuse a salir. Estaba cansada, ya quería que fuera fin de semana. Hoy era jueves y debía entregar el trabajo a la profesora de literatura. Tome el trabajo antes de cerrar la puerta, lo metí en mi bolso, cuidando que no se arrugara y me encamine a la escuela.

Tuve que caminar, porque mi auto lo había dejado a dos cuadras de la escuela, y ayer me había ido a casa de Elliot. Mi semblante de cansancio cambio cuando me acorde que vería a Elliot. ¿Qué acaso ese chico nunca saldría de mis pensamientos?

Vi mi reloj que se me hacía tarde, claro, mi despertador estaba ajustado de modo que me diera tiempo de llegar con auto, pero ahora iba a pie y debo ponerlo más temprano. Tome un atajo por un callejón solitario, un sonido llego a mis oídos.

-¿Quién llora? –me pregunte a mi misma, mientras cruzaba por una calle. El sonido del llanto se hacía cada vez más fuerte.

Me escondí tras un árbol apenas vi a un hombre de aproximadamente veinte años, este tenía un aspecto siniestro y tenía a una chica agarrada fuertemente del brazo, esta chica era la que lloraba. Su mano derecha encima del brazo de ella y su mano izquierda apretaba un cuchillo.

Ellos estaban de espaldas a mí, así que me acerque por atrás lentamente, apenas estuve a tan solo unos pasos de ellos, un olor impregno mi nariz. Él había tomado alcohol y por el temblar de sus piernas, debo suponer que grandes cantidades.

-¿Entonces crees que podías engañarme con mi mejor amigo y que yo no me enteraría? Eres una perra –exclamo furioso y apretó más el cuchillo en su mano.

-Yo... no... no quería enserio, el me obligo –decía desesperada la pobre chica, llorando, su brazo ya tenía una marca roja, debido a la presión que hacia la mano del chico- lo siento, de verdad, lo siento.

-¡Cállate zorra! –le dio un golpe en la mejilla y ahí decidí dejar de inspeccionar la situación, para actuar.

-¿No te enseñaron a respetar a las mujeres? –pregunte exaltada y me acerque rápidamente a ellos, el volteo a verme y ella tenía una expresión asustada.

-No te metas, si no quieres salir lastimada –dijo desafiante.

-Mira como tiemblo –en un movimiento rápido, quede justo en frente de ellos, di una patada en el brazo de él, haciendo que soltara a la chica-. Aléjate de acá niña –ella asintió y se fue llorando.

-¿Quién te crees? ¡¿Cómo la dejaste ir?! ¡Me las vas a pagar! –intento pegarme, pero yo fui más rápida y esquive el golpe, tome su puño y lo doble hacia atrás de su espalda, una llave sencilla y básica. El hizo un movimiento y se soltó de mi agarre, agarro el cuchillo y lo apunto a mu cuello- ¿Ahora que harás entrometida?

Reí y me aparte dando un salto hacia atrás, él se acercó a mí de nuevo y se dispuso a clavarme el cuchillo en el cuello, pero yo me agache un poco y me moví rápidamente, el artefacto de metal rozo mi mejilla, dejándole un rasguño un poco profundo, gotas de sangre recorrieron mi cara, pero eso no evito que rodeara al tipo hasta estar a sus espaldas. Tome sus manos por atrás y las sujete fuertemente, seguido de esto le coloque unas esposas que tenía guardadas en mi bolso. Menos mal que últimamente traía todo mi equipaje policial.

AGENTE ESPECIAL -TERMINADA-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora