AGENTE ESPECIAL -TERMINADA-

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EL VERDADERO CULPABLE

CAPITULO 38:

Narra Elliot:

El camino hacia la casa de la profesora Aish era algo largo, pero ya casi llegábamos. Estaba deprimido, era cierto, pero no por eso iba a acostarme con Aish o Aischa, como sea. Solo planeaba dejarla en su casa y luego ver como regresaba, pero estos lugares se veían tan solos que no creía encontrar taxi.

-¿Es que piensas Elliot? –pregunto Aischa y yo solo negué con la cabeza, para darle a entender que no pensaba en nada. Bah, ¿a quién engaño? Si pensaba en algo, más bien, en alguien. Alguien que acaparo mis pensamientos desde el primer momento en que la vi, misteriosa y voluble y por sobre todo, hermosa. Suspire viendo la carretera, ya habíamos llegado a una casa, era linda pero algo antigua. Aischa bajo del auto y yo iba a imitarla cuando sonó mi teléfono.

-¿Hola? –dije, era un número desconocido.

-Hola ¿Señor Hamillton? –dijo una voz masculina-. Alguien quiere hablar con usted.

-¿Quién? –pregunte pasando mi mano por mis rizos, deseando que esa mano fuera la de Danielle, aún estaba molesto y mucho, pero la culpa crecía en mi al recordar su carita empapada en lágrimas, rogándome por escucharla. Yo había actuado por impulso, tal vez debí escucharla pero... no, no quería escuchar más mentiras. Ahora entiendo porque nunca me dio la dirección de su casa, ella misma casa de Moon, fui tan tonto, ¿Cómo no lo sospeche? Di un fuerte golpe al vidrio, recordando cómo se había burlado de mí, en mi propia cara. Abrí los ojos como platos, al escuchar por el otro lado del teléfono la vos que menos y más quería oír.

-Elliot, soy yo Danielle, escúchame, sé que estas con Aischa, por favor, no aceptes ir con ella a ningún parte, no tomes nada que ella te dé.

-Creo que ya estoy bastante grandecito para que tú me digas que hacer, adiós Danielle.

-¡No Elliot! Por favor, ¿Dónde estás?

-No te importa, Danielle quizás luego quiera hablar contigo, pero ahora estoy muy molesto, no quiero seguir gritándote, no porque no te lo merezcas, sino porque no quiero gastar más palabras en alguien a quien no le importa jugar con los corazones de los demás.

-Elliot, ya es hora de explicarte todo, pero necesito que me escuch...

Aischa había abierto la puerta y me había quitado el teléfono, trancando así la llamada.

-Elliot, sé que duele, pero hablar con ella solo traerá más tristeza, ven, vamos adentro, tengo unas pastillas que sirven para los nervios y harán que te tranquilices.

-De acuerdo –dije algo titubeante, quería escuchar lo que Danielle tenía para decirme, pero supongo que es mejor no seguir escuchando. Ya es hora Elliot, ya es hora de superar a la única mujer que ha sido capaz de robarte el corazón. Dije para mí mismo.

Narra Danielle:

-¿Y bien? –pregunte, apenas había trancado Elliot. Tenía los nervios de punta, estaba ansiosa, pero sobre todo, tenía miedo, mucho miedo de que Elliot le pueda ocurrir algo.

-Lo tenemos –sonrio el hombre que estaba junto a mí, él tenía un traje de policía y el teléfono porque había hablado con Elliot minutos antes-. La llamada fue lo suficientemente larga para rastrear el teléfono, ahora tendremos que llamar a un equipo más amplio por si acaso Aischa se pone violenta.

-No podemos esperar Roth, Elliot está en peligro –mi mirada derrochaba preocupación y el miedo ya se había apoderado de mí. Este caso era diferente a los anteriores, ya que en este caso había puesto mi corazón y mi amor, este caso ya era algo personal, se trataba del bienestar de Elliot.