AGENTE ESPECIAL -TERMINADA-

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DECIFRAR MIRADAS

CAPITULO 7:

Una llamada entrante, suspirando y atendí sin ver quien era.

-¿Qué quieres? –pregunte suponiendo que era Charles, siempre le contestaba con mal carácter, me daba risa atenderle así. Sin duda lo respetaba muchísimo, pero era un gran amigo para mí. El me llevaba unos doce años, era joven, pero uno de los agentes más eficientes internacionalmente. Su padre era el fundador de los centros de espionaje internacionalmente, ahora que su padre envejeció, el quedaba como el jefe general de todas las sedes. Era extremadamente conocido por los policías y agencias de detectives, pero no manteníamos en secreto siempre hacia personas que no estuvieran involucradas con la vida policial. Yo era conocida, no al extremo como el, pero igualmente era conocida en la mayoría de los países.

-Linda manera de atenderme, hermosa –sonreí al oír esa voz, no era Charles, era el chico que hace segundos ocupaba mis pensamientos.

-Lo siento Elliot, pensé que era otra persona. ¿A qué se debe tu llamada?

-¿Te molesta?

-Oh no... solo que es raro porque nos vimos hace poco.

-Pues acostúmbrate, ya que tendrás mas llamadas como estas seguidamente. Solo quería escuchar tu voz y ahora que ya lo hice, adiós –reí un poco y murmure un adiós, para que luego me trancara. ¿Qué le sucedía? ¿No era un mujeriego engreído? Oh vamos, eso fue muy tierno, llamar para escuchar mi voz. Me encamine hacia mi mesa y pague la comida, no la pobre, pues ya estaba fría. Otro día sin comer, pero ya no tenía tiempo, mañana tenia escuela y habían dejado tarea. ¡Ash! La peor parte de la misión, estar horas y horas en la maldita escuela, estudiando cosas que ya estudie y para colmo, teniendo deberes. Pero bueno, es mi trabajo, debo hacerlo.

Salí del restaurante y suspire, me di cuenta que las personas que más perfectas personas, son las que más problemas encierran. ¿Es tan importante verse perfecta? Es decir, me refiero a Aischa Piccolo, es hermosa, la envidia de cualquiera, está bien, podía ser algo tonta, pero vamos, ¿Bulimia? Pobre, quisiera ayudarla. Entonces... ¿Las personas que dan aspecto de ser perfectas, en verdad no lo son? ¿Elliot podría tener algún problema? No creo, no parece, pero... ese es el punto, no muestran defectos. Se encierran en una burbuja de perfección, haciendo sentir inferiores a los demás.

Llegue a la escuela. Luego de salir del restaurante fui directamente a mi casa, gracias al cielo el domingo tendría mi nuevo auto. Me sentía un poco mal, me dolía la cabeza. Apenas llegue Raymond y André se acercaron a mí, les sonreí levemente, mientras movía con los dedos el flequillo de mi peluca, me molestaba enormemente esa peluca.

-¡Danielle! ¿Cómo estás? –pregunto alegremente André, su voz gritona me causaba risa, era tierno.

-Bien ¿Y ustedes? –pregunte y respondieron con un bien, al unísono, el rubio se veía muy nervioso y André un poco- ¿Qué les sucede chicos?

-Es que... bueno, queremos que nos ayudes con... con... -hice una seña con las manos, animándolo a seguir hablando-. Pues con Emily y Rachele, es que, ellas, nos... nos... gustan y tú eres su amiga entonces... -reí ante su nerviosismo y los abrace.

-Chicos, no se preocupen, a ellas ustedes les gustan, solo debes poner un poco de romanticismo y declarárseles esta noche, en la fiesta, pueden hacerlo chicos. Yo igual hablare con ellas y les sacare información. Pero confíen en mí... -me sentí extremadamente mareada y me empezó a faltar el aire. Sonó el timbre.

-Bueno Moon, gracias, de verdad, gracias. Esta noche les diremos, tenemos que ir a clase, adiós –sonrieron para irse. Me tome la cabeza con una mano y cuando todos entraron a clases, camine lentamente, tambaleándome hasta llegar a los pasillos que daban a los baños. Todo me daba vueltas y sentía una exasperación, el dolor en la cabeza se intensifico y me recargue en uno de los casilleros. Respiraba dificultosamente.