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LA VERDAD

CAPITULO 37:

Narra Elliot:

Estaba devastado, no podía creerlo. Danielle me había mentido todo este tiempo, me había hecho creer que era dos personas diferentes, ella había estado presente en mi sufrimiento y no había hecho nada para detenerlo. Sus engaños, sus mentiras; las personas tenían un límite y ella sobrepaso el mío. La razón por la cual lo hizo, no lo sé, todavía era muy confuso todo, demasiado confuso en realidad. Debí haberla escuchado, pero la rabia y la impotencia me cegaron, ella me había hecho sentir como un diminuto insecto, al que pisaba cada vez que le mentía. Se había burlado en mi cara, se había burlado de mis lágrimas, de mi dolor. Camine por los pasillos de la escuela derrumbando todo a mi paso, no podía evitar las lágrimas, no podía callar esto que estaba sintiendo en este momento, no sabía cómo desahogar mi pena. Di un golpe fuerte a un casillero y limpie las lágrimas de mi rostro, no iba a seguir llorando, no por ella, no por alguien que no lo merecía. Una voz me saco de mis pensamientos.

-Joven Hamillton –saludo la profesora Aish. Ella me había pedido hace algunos minutos que saliera a hacerle un favor a la sala de profesores, debía buscarle unos papeles y precisamente en ese momento me encontré a Danielle quitándose la peluca.

-Profesora Aish, no pude ir a hacerle el favor, disculpe, ya me dirijo a buscarle los papeles –dije con la voz entrecortada, entrando a la sala de profesores, junto a la puerta había un vestido azul rey que pude reconocer fácilmente, sin duda, el de Danielle.

-No te preocupes Elliot, ya busque los papeles –dijo mientras entraba a la sala de profesores y cerraba la puerta tras de sí, sin poner seguro. Debía admitir que la profesora tenía un excelente cuerpo, pero yo solo tenía ojos para dos personas que... bueno, al final resulto siendo una-. Solo quisiera saber, ¿Por qué lloras?

-Por... nada, no pasa nada –dije y ella se acercó a mí y empezó a tocar mi cabello, luego me indico que me sentara en la mesa de profesores y ella se sentó junto a mí.

-Vamos Elliot, puedes contarme, sé que soy una profesora, pero siempre he querido saber más cosas de ti –susurro y se escucharon unos pasos en el pasillo. Ella al escucharlo se subió encima de mí y empezó a besarme. Oh por Dios ¿Qué hacia la profesora Aish besándome? Tenía impotencia por lo de Danielle, así que le seguí el beso y se escuchó el sonido dela puerta abrirse, para luego cerrarse.

Me separe precipitadamente ¿Quién habrá sido la persona que nos vio? Bah no importa, ya no importaba nada, todo se había venido abajo, estaba demasiado deprimido como para pensar en algo que no fuera Danielle, bese a Aish, sí, pero pensando en Danielle. Es irónico ¿No? Que la persona que más ames, sea la que más te dañe. Mire a Aish y ella tenía una sonrisa.

-Elliot em... ¿Te importaría llevarme a mi casa? Es algo tarde y no quiero ir sola.

-Este, si profesora pero no tengo mi auto aquí –me excuse.

-Oh, no importa, ¿Por qué no me llevas en mi auto? –dijo seductoramente. Iba a decir que no, pero tenía que despejarme, tenía que quitarme a Danielle de mi cabeza y aunque me costara, de mi corazón, pero ¿Qué corazón? Si ella lo había destruido.

Asentí y nos dirigimos a su auto, pero note que el vestido azul ya no se encontraba ahí, es decir que... si, era Danielle la que no había visto. Quise llamarla y explicarle pero no, ella no merecía ninguna explicación, después de todo, ya no éramos nada y ella misma se encargó de eso.

-Bueno, mi casa es un poco lejos, cerca de las afueras de la cuidad –me informo Aish y yo asentí, para poner el auto en marcha.

Narra Danielle:

AGENTE ESPECIAL -TERMINADA-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora