Mi Culo Sufre Lesiones Graves.

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Desafortunadamente caí de culo. Pero afortunadamente no de muy alto. Me levanté magullado para encontrarme de cara con los guardias.
-Usted es un criminal buscado por la ley-dijo el guardia-Será llevado ante el rey por las buenas o por las malas.-
-Creo que hay un malentendido, no soy un criminal-dije
El guardia se disponía a contestar cuando una bala le atravesó la garganta. Pegué un salto sobresaltado.
-¡Vamos chico!-gritó el Capitán desde el tejado.
No esperé a que los guardias actuasen y salí corriendo. Mi velocidad se redujo por el incesante dolor de trasero. Caer de culo de un tejado tiene sus consecuencias. Los guardias me siguieron. Divisé unas cajas amontonadas al lado de una casa. Escalé y subí al tejado para encontrarme con mis compañeros. Después Lenna destrozó la caja para que los guardias no pudiesen subir. Corrimos saltando de tejado en tejado. No hubo más percances salvo alguna que otra teja rebelde que se rompía. Los guardias intentaban cazarnos lanzando lanzas que se estrellaban contra los tejados. De vez en cuando el Capitán Caraculo se giraba y disparaba. Nos fuimos acercando al puerto. Desde mi posición divisé un gran navío. Supuse que ese era nuestro destino. El sol comenzó a asomarse. De una patada, Lenna, tiró a un gato que dormitaba tranquilamente. Este aterrizó encima de un guardia. Llegamos al final de los tejados donde comenzaba el puerto. Lenna y George bajaron de un salto. Y yo, como no, caí de culo. La agilidad nunca ha sido lo mío. Me levanté y corrí tras ellos. Teníamos a los guardias pisándonos los talones. Casi literalmente. Ví que nuestro navío se comenzaba a alejar. Razoné que querían ganar tiempo. Lenna saltó y rodó por la cubierta. George la imitó.Yo lo intenté. Salté, me choqué contra el borde y caí al agua.
Me lanzaron una cuerda y yo la agarré. Tiraron de la cuerda y conseguí subir a la cubierta. Estaba empapado y mareado por los golpes. Me agaché y vomité. Cuando había acabado levanté la vista. Ante mi estaba toda la tripulación reunida. No me pareció una buena presentación. Todos vestían de forma similar:
Pantalones a rayas, telas que cubrían la cabeza. Portaban espadas en las manos o en la boca. Mire a la bandera y vi una calavera con dos tibias cruzada. Entonces lo entendí. No me habían vendido a una tripulación legal, me habían vendido a piratas.

La isla de KatnupDonde viven las historias. Descúbrelo ahora