Futuro y Destino

Capitulo 23- La Fatalidad del Entronado

Noctis (10 años después)

Abrí mis ojos con lentitud , aún estaba en esa celda de piedra y mis ojos pesaban. Me levante de aquel asiento y toque mi rostro, ya no era el mismo que antes.

Había sucedido muy rápido, la pelea en contra de Luciana, el poder llegar a la Santálita y ahora estoy aquí, cerca de Galdin diez años después.

Ardyn Lucis Caelum el verdadero nombre de a quién debía derrotar, puesto que el era el culpable de que Luciana halla sufrido en todo este trayecto, ahora mi propósito estaba predicho, gracias al Sidéreo Bahamut, ahora mis dudas estaban resueltas, y con ello, el camino que deberé sobrepasar.

Gire mi cuerpo hacia la salida, y di pasó hacia ella, para encontrarme con Umbra quién llevaba un recado en su boca.

- ¿Que es esto? - Tome la nota y la abrí para poder leer lo que decía. - Te esperamos en Hammerhead - Doble de nuevo al nota y vi el bote inmóvil sobre la isla, aquel que usamos para ir a Altissia.

Suspiré levemente y subí al bote, comencé el camino por las aguas hacia el embarcadero de Galdin, el cual no lucía nada bien. Todo cubierto en oscuridad, un clima totalmente denso y sin contar que aparecían cadentes sin cesar. El mundo había terminado en desastre.

Había tenido diez años, para pensar, reflexionar, y para poder recapacitar sobre lo que sucede. Luciana para estos tiempos debe estar grave, aún recuerdo su conversación con Gladiolus en el tren, estaba desapareciendo, sin embargo, fue tomada por Ardyn y convertida en una de sus armas, ahora no solo vive por más tiempo, también sufre por el control de su cuerpo. Aquella inolvidable pelea, donde ella estaba a punto de terminar su vida, eso nunca se borrara de mi cabeza.

Con impotencia tome el volante del bote ¿Como pude haber sido tan inexpresivo? Nada pasó sobre mi cabeza, mucho menos detenerla. Si Ravus no hubiese llegado no se que hubiera hecho o pensado, ella vino a salvarnos, pero a un precio alto y yo, especialmente yo, no eh tomado niña sentimiento que exprese gratitud o amor hacia mi hija... después de todo, ya sea cualquier mundo, tiempo o lugar... ella seguirá siendo mi hija.

Cerré mis ojos fuertemente y en seguida los abrí, estaba llegando al muelle. Detuve el bote y baje con cuidado, el lugar estaba desolado y pensaba que sucedería lo mismo en todo lugar.

Camine intentando no provocar una pelea con los cadentes, intentaba ir desapercibido, aunque fuese difícil con la gran cantidad de demonios que había.

Al fin terminando mi escapada de Galdin mire las calles, totalmente solas. Umbra seguía mis pasos, intentábamos no ir tan apresurados ni tan lentos, puesto que no queríamos alertar a ningún cadente, pero tampoco nos retrasaríamos.

- Esto es un desastre... - Mire a los alrededores, ningún alma viva.

Desde lo lejos un ruido que parecía ser de un automóvil llego acercándose, y después, dos luces abriéndose paso en la calle hasta detenerse frente a mí.

- Disculpe... ¿Príncipe... Noctis? - Una voz masculina bajo la ventana del auto, y se mostró ante mi un chico, de aproximadamente unos 19 o 20 años.
- Ah, si - Respondí confundido internado recordar a este chico diez años antes.
- Soy yo, Talcott - Abrí mis de sorpresa y lo observe detenidamente, fue bastante grande su cambio.
- ¿Talcott? - El asintió, y sonrío.
- Nos alegra tenerlo de vuelta... - Talcott abrió la puerta y entre junto con Umbra, comenzó a conducir mientras yo observaba el panorama.