Capitulo FINAL- La Luz de Lucis

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(Música recomendada en el capítulo entero)

- Mama... - Me levante rápidamente del trono y la mire con tristeza, lo que menos quería era que me viese así. - ¿Que... haces aquí? - Baje los escalones y ella se acercó presurosa.

Tenía su cabello largo, suelto, aún tenía esos bellos vestidos blancos que le gustaban usar, su rostro se veía más maduro, sin embargo, seguía y se miraba con la misma dulzura de siempre. Ravus en cambio, tenía una coleta para sujetar su cabello albino y otro tipo de traje, después de todo ya no es más de ese estupido imperio.

- ¿Que harás... Luciana? - Estaba triste, con miedo a aceptar lo qué tal vez escuchó.

- Tomare el lugar de Noctis, Lunafreya - Se acerco a mí y tomo mis manos, las tomo con fuerza, como si no quisiese dejarme.

- Yo... no puedo negarme a tu decisión, pues fuiste tú quien la tomo... pero... quiero agradecerte, agradecer todo lo que hiciste no solo por mi, por todos y lo que harás por el mundo - Levantó su mirada y esbozó una sonrisa llena de lágrimas. - Serás una gran hija, lo sé - Y se separó así de mi bajando los escalones y después Ravus se acercó y tomo uno de mis hombros.

- Quién diría... que una chica tan pequeña como tú, lograse llegar tan lejos... puedes hacerlo, Luciana, y después... te estaremos esperando - Y se volvió de nuevo a su lugar.

Yo no podía más que quedar atónita... Se están despidiendo de mi... ¿Verdad?

Subí de nuevo los escalones y permanecí en el trono, invoque a Caelum y pude observar cómo Lunafreya intentaba no ver, Ravus la abrazo y pude ver esa linda escena como último recuerdo.

En ese momento, el cual ya era tarde, Noctis apareció... su rostro se deformó en sorpresa y preocupación, pues el color de su piel se torno pálida, me abstuve a sonreír y despedirme con un Lo siento, logró leer mis labios y después de ello... decidí despedirme cómo se debía.

- Mi vida será otorgada, pues mi destino ha finalizado aquí y este sacrificio conllevará un gran y buen futuro para aquellos con una familia por la cual luchar, y toda persona existente en este mundo lleno de oscuridad... -Jamas claudiquen, Luna, Ravus, Prompto, Ignis, Gladio... Noctis, rey de Lucis... jamás lo hagan...-

- Reyes de Lucis... ¡Vengan a mi!
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...

Y la luz, envuelta en un manto blanquecino y azul, apareció en el trono del elegido, donde yacía su descendencia, Luciana Lucis Caelum, portando la espada del grandísimo Rey Regis, quien pasó a su hijo y después a su pequeña niña...

Aquella destinada a remendar el futuro corrompido, negó su destino y camino por la senda del pasado, logrando llegar mas lejos que cualquiera de las que cruzaron su mismo camino con su mismo nombre, cuerpo y familia.

Luciana Lucis Caelum, nombrada así, por el Entronado y el Oráculo, a sabiendas de que el significado de ese nombre daba a significar la luz, la Luz de Lucis.

Ella atravesó las fauces de las desgracias y tomó el peso del destino y el sufrimiento de su sangre y de sus hermanos, que no necesitaban ser de esa sangre para recibir su amor, creyendo así, que era su castigo y que era el pecado que debía expiar, pues a culpa de su negación, no logró salvarlos.

Alzó su mirada hacia los cielos y lentamente sus ojos se mantuvieron reposando, respirando todos sus recuerdos, buenos y malos, los cuales le otorgaron la oportunidad de rememorar a su familia, jóvenes y vivaces, con los cuales atravesó su gran y última aventura.

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