Capitulo 7- Sonrian por mi.

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Un altar, la dama Lunafreya, frente a ella, Ardyn...
-Pensándolo mejor, entrégale el anillo- Y su mano, aferrada a una daga, se encontraba en el estómago de ella, ella solo intentó tomar aire pero quedo débil en el suelo, Ardyn se marchó y ella tomó a Vajra, dándole su último aliento al príncipe Noctis...
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Un hangar, Noctis siendo atacado... por Ravus... o lo que quedaba de el...
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Insomnia engullida en la oscuridad, Ardyn en el trono y Noctis listo para su batalla final...
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Noctis diciendo adiós, y muriendo así en el trono, después en el más allá, el remate de Ardyn...
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Estas no son visiones... Son recuerdos de un pasado que nunca se cumplió...
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Abrí mis ojos y al parecer estábamos en pleno anochecer andando en chochobo, íbamos lento así que no fue mucho esfuerzo acomodarme, tome mi desorbitada cabeza y procese aquel sueño que poco a poco desaparecía de mi mente... que demonios sucede...

- ¡Lucí! No sabes cuánto nos alegra verte viva- Dijo Prompto mirándome, al parecer me cuido en el viaje.
- Prompto, tampoco fue tan grave- Dijo Ignis acercándose y ayudándome a levantarme.
- Agh... mi cabeza... espera ¿Noctis?- Me reincorpore y me senté en el chocobo mirando a todos lados.
- Aquí- Se acerco por el otro costado y lo mire, lucía cansado. - ¿Te encuentras bien?-
- Ah si- Asentí aturdida a su amabailidad. - ¿A donde nos dirigimos? - El aura se animo, pues Noctis sonrió triunfal y Gladiolus soltó una risa.
- A recuperar energías, estamos buscando un santuario, además haremos una estrategia para ir por él regalía a una de las bases imperiales- Asentí con mis ojos entrecerrados, mi cabeza dolía, toque mi frente y al parecer tenía una venda.
- ¿Que me pasó?- Dije aún aturdida
- Te desmayaste, al parecer no aguantaste tanta energía de la Fulgurita y caíste de lleno al piso- Dijo Gladio acercándose.
- Hmm ya veo- Sacudí un poco mi cabeza y solté un leve quejido por el dolor.
- Lo veo, ahí hay un santuario- Dijo Ignis interrumpiendo mis dolores.
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Nos alojamos en el santuario y colocamos las sillas en sus respectivos lugares, ayude a Gladio a colocar la casa de acampar y a Ignis a acomodar la pequeña cocina, Noctis y Prompto se encargaron de la fogata.

- Ahh... que bien se siente descansar- Suspiro Prompto aliviado comiendo un poco de sus fideos instantáneos.
- Cierto, Hmm Luciana- Noctis me miró y yo termine por tragar los fideos que tenía en mi boca para asentir.
- ¿Que pasa?-
- ¿Nos contarías un poco más de ti? Bueno, ya hemos hecho dos misiones importantes juntos, pero creo que va siendo hora de hablar con tranquilidad- Me atragante un poco pero después me tranquilice, tal vez sea buena idea... pero lo que menos quiero es mentir.
- Bueno... ¿Con que quieren que empiece?- Todos se miraron nerviosos, veo que no solo querían saber de mi, si no también lo que me sucedió en Insomnia... me incomode un poco pero después me relaje. - ¿Quieren saber que me sucedió a mí y a mi familia... en La Ciudadela? ¿Verdad?- Todos desviaron su mirada y yo agache la mía, aún era doloroso recordar esa escena. - Esta bien, se los diré...-

- No estamos obligándote a decirlo Lucí... si te parece mal está bien- Negué mirando a Prompto, era necesario que supieran de esto, aunque tendría que omitir los nombres de los caídos...

- No importa- Suspire un poco y di un trago seco del café que Ignis había preparado. - Yo estaba hablando con los amigos de mi padre, que claro... también eran mis amigos- Mire a Ignis, Promoto y Gladio y baje la mirada. - Ellos me pedían que hablara con mis padres, pues estaban preparándome una boda...- Noctis me miró dubitativo y comencé a ponerme nerviosa, tendría que poner una excusa. - Estábamos bastante mal económicamente y un hombre del imperio pidió casarse conmigo a-a cambio de esa mejora a-a la economía- Mi voz sonó bastante aguda, más de lo normal así que di un último y gran trago de lo que quedaba de mi bebida. - Y bueno, me negué, pelee con mis padres y huí... justo después de salir de Insomnia... el ataque había comenzado...- Sujete fuertemente la taza y agache mi mirada, Prompto tomó mi hombro y lo mire reprimiendo mis lágrimas, ese tema aún dolía. - Regresé... y... bueno... ya sabrán lo que vi- Reí secamente y deje que lágrimas silenciosas se hundieran en mi rostro.

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