Prólogo 0: Lágrimas de una princesa

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Papá y mamá casi siempre se encontraban fuera, siempre viajaban, caminaban o exploraban en algunos lados fuera de Insomnia, junto con Gladio y Cor. Prompto e Ignis iban a hacer encargos, a veces acompañaban a papá a algunas juntas del reino, mientras que tía Iris me cuidaba y me enseñaba algo de historia, a veces Ignis llegaba a complementar mis estudios, Prompto siempre me animaba o jugaba conmigo en mis descansos, a veces entrenaba con Gladio y terminaba derrotada, pasaba lo mismo con tío Ravus, pero el era una combinación de Gladio y Prompto, me derrotaba pero no dejaba de animarme a ganarle. Para cuando papá y mamá llegaban, cenábamos todos juntos, papá me acompañaba al entrenamiento, mamá nos cuidaba de lejos y recibía amor y felicidad. Mi vida nunca fue agotadora, triste o jamás llegó a hartarme, mis padres fueron grandiosos, sus amigos fueron también mis amigos, casi mis hermanos mayores...

Mi padre siempre contaba su pasado, mostraba fotos que tío Prompto tomaba en cada lucha o descanso, era increíble todo el tiempo que viajaron, lo que disfrutaron, pero sé que mi padre omitía cosas que ocurrieron y mamá lo sabía, nunca quisieron contármelo... hasta aquel día. Desgraciadamente, en toda vida feliz debe de haber algún sufrimiento, y el mío comenzaba el día de mi cumpleaños hacia la adultez.
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── Luciana, tu madre quiere hablar contigo ¿Estarías de acuerdo en ir de una vez por todas? No es bueno dejarla esperando ── Decía Ignis por milésima vez, listo, creo que acabe con su paciencia de oro.

── No, no estoy de acuerdo ¿Para que quiero ir si se que me hablara de lo mismo? ── Me tire en la silla y suspire pesadamente, ahí iban de nuevo el grupito de amigos de mi padre.

── Rayos, igual de terca que su padre... ¿Podrías comportarte como una persona de la realeza? Eres una princesa ── Sermoneaba Gladio cruzándose de brazos.

── No quiero, solo se acercan mis 18 y desde mucho antes vienen a decirme lo que tengo que hacer- Parecía niña pequeña, sin embargo era lo que menos importaba ahora. ──

── Anda pequeña... es algo importante y tú madre jamás te diría las cosas de manera ruda, sabes que es una buena persona, solo compréndela, es demasiado sabía ── Prompto tomó mi hombro y lo mire para gruñir derrotada, era el único que sabía cómo callarme la boca.

── Bien, sin embargo seguiré negando aquello que hable con mi padre y que supongo hablaré con ella ahora... ── Me levante y camine a la salida, mi madre me tranquilizaría, lo sé, pero sería incomodo hablar de ese inútil tema del "Oráculo de Nilfheim" y de "La princesa del joven emperador".

── Adelante ── Después de tocar la puerta escuche la aguda y dulce voz de mi madre, abrí la pequeña oficina para ver a mi madre sentada en un sofá pequeño esperándome con una cálida sonrisa, que mal me siento ahora. ── Me alegra que vinieras ──

── Mama, me molesta hablar contigo de esto- Me acerque al sofá cercano al de ella y me senté. - ¿Por que papa no me lo puede decir junto contigo? ──

── Lucí... el ha estado ocupado manteniendo a Insomnia a salvo... Niflheim lo ha debilitado y bueno... ── Comenzaba a ponerse nerviosa, y eso era cuando trataba de ocultar algo.

── Se que regresó, sé que nos controlan a todo Insomnia y Lucis mediante las sombras, sé que buscan llenarnos de Cadentes, pero acaso ¿Soy su única esperanza? ¡Papá es bastante poderoso! ¿Por que tengo que aliarme a ellos siendo su propio oráculo? No me molesta la idea de serlo para la gente en general, pero ¿Niflheim? Creo que tú y papá han perdido la cabeza... ¿Esos viajes de mi padre, sus 10 años, su pelea con el canciller Izunia? ¿Que fue todo eso? ¿Cuentos para niñitos? ¿O es que mi padre es un Rey solo de nombre? ── Me retuve a decir más y cerré mis ojos junto con mis puños, era bastante explosiva, "agradecimientos" a mi padre por ello, pues siempre me eh parecido a él según Galdiolus, pero no lo evito, no evito estar enfadada...

Futuro y DestinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora