DOS BESOS

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CAPÍTULO SIETE

Al día siguiente me atreví a ir a clase, por lo que me vestí y fui al comedor para desayunar.

—Ayer conocí al detective Watson. —Me dijo ella sentándose enfrente de mi con su taza de café.

Yo me limité a asentir y a seguir desayunando.

—Es un hombre muy majo ¿Sabes?

—Si mama, lo conocí cuando me interrogó.

—¿Es majo verdad? Me pareció un hombre muy agradable.

Puse los ojos en blanco.

—Además... entre tú y yo... está muy bueno.

Entonces la bocina del coche de Dave sonó y corriendo cogí la mochila.

—¡Salvada por la bocina! —Le grite antes de salir por la puerta de casa.

Entre en el coche de Dave y este me miro con una sonrisa.

—Te echaba de menos. —Me dijo.

—Yo también. —Le conteste.

Nuestras miradas se entrelazaron al igual que nuestras manos. En aquel momento quería lanzarme y besar a mi mejor amigo del que llevo enamorada desde hace varios años.

—Dave yo...

Quería decírselo, decirle que estaba enamorada de él, me parecía el momento perfecto y así fue.

Dave se me lanzo y los dos acabamos juntando los labios y formando y cálido beso.

Llevaba esperando este momento años, y finalmente paso. Aunque no sabía que era lo que realmente sentía Dave por mi.

Estaba dándole tantas vueltas a esas preguntas en mi cabeza que apenas pude gozar de aquel beso.

Cuando nos separamos los dos sonreímos, parecía que los dos queríamos ese beso.

—¿Querías decirme algo? —Me preguntó.

Negué con la cabeza y me limité a sonreír.

Él posó su mano sobre mi mejilla y la acaricio, y después hizo que nos acercáramos de nuevo para darnos otro beso. Pero esta vez sí que preste atención.

Fue más apasionado que el primero. Ninguno de los dos quería quitar los labios de encima de los labios del otro.

Note como sus manos se metían por dentro de mi camiseta por lo que yo hice el mismo gesto. Note sus abdominales, y no quería dejar de tocarlos.

De pronto los dos nos levantamos un poco y nos pusimos en la parte trasera del coche. Me tumbe en el asiento de atrás y Dave se puso encima de mi, aún sin separar nuestros labios.

Era un momento mágico, parecía irreal pero estaba pasando, estaba ahí, en el coche de mi mejor amigo, besando a mi mejor amigo y al chico del que estoy enamorada.

Pasaron minutos, y a mí me pareció que el tiempo pasaba más lento pero no fue así.

Pare un momento para mirar el reloj y mire la hora, las ocho y media.

Llevábamos tres cuartos de hora metidos en el coche enrollándonos.

—Tenemos que ir a clase, ya nos hemos perdido la primera hora. —Le dije.

—Cinco minutos más.

Y me volvió a besar. A lo tonto estuvimos quince minutos más y después nos pusimos camino al instituto.

¿Quién mató a Sally Johnson?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora