BENNETT GILMORE

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CAPÍTULO DOCE

Tras encontrar el collar del presunto asesino de mi mejor amiga decidimos irnos a casa puesto a que ya era muy tarde.

Lleve en mi coche a Madison y a Dave y Keenan llevo al resto.

Cuando dejamos a Madison en su casa lleve ha Dave a su casa.

Pero antes de que se bajara del coche quise comentarle una cosa.

—Dave, ¿Puedo preguntarte algo? —Le pregunte.

—Eso ya es una pregunta. —Me dijo vacilando.

—¿Por que lo dejaste con Madison?

Quise ser directa, sin curvas.

Dave se acomodó en el asiento y me miro fijamente.

—No tuve elección. —Me dijo finalmente.

—¿Que quieres decir?

—Andy, prométeme que no se lo contarás a nadie.

Empecé a asustarme, ¿Porque estaba Dave así?

—Confía en mi. —Le dije.

El miro a un lado y a otro para ver si había alguien en la calle, pero por la hora que era no había nadie.

—Tuve que dejarla por qué me amenazaron.

—¿Que?

—Recibí una carta pequeña de color amarillo, y en ella ponía: Si no dejas a Madison contare tu secreto.

—¿Que secreto? —Le pregunte.

—No puedo contártelo...

—Dave, soy tu mejor amiga, ahora mismo estamos buscando al asesino de nuestra amiga, creo que no deberíamos de tener secretos.

Dave cogió aire profundamente y lo echo.

—Sally y yo tuvimos algo.

Ahí estaba. El gran secreto de mi mejor amigo. O tal vez, ya no tan mejor amigo.

Me quede con la boca abierta, mis dos mejores se habían enrollado y no me dijeron nada, y Sally sabía que estaba enamorada de Dave.

—¿Andy?

—Sal de mi coche. —Le dije sería agarrando el volante.

—Andy por favor, fue algo pasajero.

—He dicho que salgas de mi coche Dave Coleman, !Ahora!

Dave no se lo pensó dos veces y salió de mi coche. Lo arranque y me fui corriendo de ahí. Las lágrimas brotaban por mis ojos, di golpes al volante pero de nada servia.

Pise el acelerador, 100, 110, 120... no tenía miedo, es más, estaba cargada de ira y de odio. Quería romper algo, golpear algo.

Cuando mire al frente vi a alguien cruzando la carretera, por lo que frene de golpe y me di un golpe en la frente con el volante.

—¡Andy! —Gritó alguien pero mis ojos empezaron a cerrarse hasta que me quede inconsciente.

Me desperté con una toalla húmeda en mi frente. Abrí los ojos y vi que estaba en una casa, más bien en una habitación de color blanco con una lámpara de araña colgando del techo. Me senté y vi que estaba en una cama de color rosa pastel.

¿Quién mató a Sally Johnson?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora